Pro Memoria: 35 años de la Proclamación de Timișoara
En marzo de 1990, la Sociedad "Timişoara", formada por intelectuales cívicos y anticomunistas, publicó la Proclamación de Timişoara, uno de los documentos más importantes de la Revolución rumana de diciembre de 1989. Exigía reformas profundas y el retorno a los principios de una sociedad libre. En el famoso punto 8, el documento proponía la depuración de la sociedad rumana, lo que suponía romper con el pasado comunista.
Steliu Lambru, 17.03.2025, 13:26
Los meses que siguieron a la Revolución rumana de diciembre de 1989 fueron confusos, propios de una sociedad que quería encontrarse a sí misma. Los revolucionarios de Timișoara, el lugar desde el que se dio la señal para el regreso de Rumanía a la luz después de décadas de oscuridad comunista, agrupados en la sociedad Timișoara, redactaron en marzo de 1990 la famosa Proclamación. Era un verdadero manifiesto cívico que esbozaba el camino de la democracia que Rumanía tenía la oportunidad de tomar.
Después de 35 años, Ioan Stanomir, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Bucarest, cree que la Proclamación es una prueba de que la mayoría de la sociedad rumana no ha logrado escapar mentalmente del pasado que todavía la tenía prisionera.
«La Proclamación de Timișoara representa la idea de una parte de la sociedad rumana. El año 1990 es, desde todos los puntos de vista, un año de inflexión. Es el año de la Proclamación de Timișoara, es el año de las primeras elecciones, el 20 de mayo, y es el año de las protestas mineras. Así, un año que comenzará bajo el signo de la esperanza terminará bajo el signo de la dominación del Frente de Salvación Nacional y del plebiscito de Ion Iliescu. Desde este punto de vista, la visión de la Proclamación de Timișoara es un acto aislado en el contexto rumano. Lo que exigía esta Proclamación no reflejaba las aspiraciones de la mayoría de los rumanos y desde este punto de vista, esta tiene una condición especial, es a la vez solitaria y visionaria. Es solitaria porque se separa de la mayoría, es visionaria porque en ella encontramos realmente todo lo que intentaremos construir en estos 35 años».
En la Proclamación de Timișoara se pedía una economía de mercado, la libertad de expresión, un sistema multipartidista y otros derechos humanos. Sin embargo, Ioan Stanomir dice que esto significaba cosas diferentes para los rumanos en ese momento.
«Depende de lo que entendamos. Una economía de mercado no significa un mercado libre, sino más bien abundancia en relación con la miseria del pasado. La libertad no significa necesariamente pluralismo, sino libertad dentro del Frente de Salvación Nacional. La política multipartidista no significaba la libre confrontación entre los partidos, sino la adhesión a este tipo de entusiasmo del Frente de Salvación Nacional. Los matices son muy complicados y basta con mirar las imágenes de esa época para entender, de hecho, lo pobre, inmadura y traumatizada que era la sociedad rumana en ese momento».
Le pregunté a Ioan Stanomir: ¿cuál es el papel de la Proclamación de Timișoara dentro de las reformas que siguieron al año revolucionario de 1989?
«Es un documento centroeuropeo que podría haber sido firmado por los checos, los húngaros y los polacos. Rumanía tuvo la bendición de tener esta parte de Occidente abierta al mundo, y Timișoara consiguió, en esos momentos, ser una especie de vanguardia de la sincronización rumana con el Occidente. Rumanía es un país diverso en el que cada pequeña parte tiene su lugar. Pero por lo que hizo en diciembre de 1989 y después, Timișoara es totalmente diferente del resto del país. Y debemos tener una inmensa deuda de gratitud con aquellos que, en soledad, aislados, denunciados, pensaron en este futuro. Deberíamos estar agradecidos a ellos, no a los que ganaron las elecciones. Los que ganaron las elecciones en mayo de 1990, gobernaron para ese momento. Aquellos que escribieron la Proclamación de Timișoara pensaron en aquellos a los que, a veces, ni siquiera llegaron a ver, pero en quienes pensaron con amor y afecto como generaciones que crecerán en libertad».
El punto más controvertido de la Proclamación de Timișoara fue el punto 8. Exigió la salida de la vida pública de los antiguos dignatarios comunistas y de los miembros del antiguo aparato represivo. El fenómeno se llamó depuración y estuvo presente en todos los antiguos países comunistas. Ioan Stanomir nos cuenta:
«La depuración significaba, de hecho, el intento de bloquear el acceso a los cargos designados y elegidos de aquellos que habían formado parte de la nomenclatura comunista, incluida la policía política. Y también tenemos la respuesta a la pregunta de ¿por qué no se pudo aplicar la depuración? Porque la depuración habría significado la separación del pueblo rumano de su hijo más querido, Ion Iliescu. Él es una personalidad lo suficientemente compleja como para haber vivido varias vidas. El Ion Iliescu de 1990 no es el Ion Iliescu que estuvo presente en la admisión de Rumanía en la OTAN y en el comienzo de la integración europea. Pero Ion Iliescu en 1990 estaba más cerca de Gheorghiu-Dej y de Iosif Stalin que del presidente equilibrado del último mandato en el que se desempeñó como jefe de Estado».
¿Qué significa hoy la Proclamación de Timișoara para la nueva generación? Ioan Stanomir nos ofrece más detalles:
«Significa, de hecho, la brújula que debe guiarnos. Significa dignidad humana, pluralismo, libertad, economía de mercado, Occidente, patriotismo. No olvidemos el patriotismo, pero no el patriotismo demagógico, sino el patriotismo trabajador y sano de los que trabajan. Debemos redescubrir esta dignidad del trabajo, no en el sentido horrible y siniestro de décadas de comunismo. Porque bajo el comunismo, tal vez deberíamos decirle esto a la gente de este país, la gente que trabajaba era oprimida por la gente que gobernaba. Y el Partido Comunista, bajo sus diversas formas, nunca representó a aquellos en cuyo nombre hablaba. Por lo tanto, la dignidad del trabajo es la dignidad humana. Hay que respetar a todos los que trabajan, de diferentes formas, a todos los que son creativos. El respeto a los demás es el fundamento de la democracia y es la única alternativa a la barbarie, el despotismo y el totalitarismo».
La Proclamación de Timișoara de 1990 es el documento sin el cual no se puede entender la Rumanía posterior al año 1989. Forma parte de los grandes hitos de la historia de los rumanos en el siglo XX, a pesar de las decepciones que siguieron.
Versión en español: Mihaela Stoian