Rumanía, resultado sorprendente en las elecciones presidenciales
El candidato independiente Călin Georgescu ocupa el primer puesto tras la primera vuelta de las elecciones presidenciales rumanas
Mihai Pelin, 25.11.2024, 10:40
El domingo, más de 9,4 millones de rumanos expresaron su elección para el próximo presidente del país en la primera vuelta de las elecciones. La participación fue del 52,55%, muy superior a la de hace cinco años, cuando fue del 42,19%. Más de 820.000 rumanos votaron en el extranjero, con mayor participación en el Reino Unido (150.000), Alemania (145.000) e Italia (123.000).
La gran sorpresa de las elecciones fue el candidato independiente Călin Georgescu, un ingeniero agrónomo de 62 años que se situó en primer lugar en las encuestas. Ha trabajado como experto en desarrollo sostenible y fue secretario de Estado en el Ministerio de Medio Ambiente. Dirigió una dirección en el MAE y luego pasó varios años en diversos puestos de la ONU en el ámbito de la conservación del medio ambiente. Desde 2013 fue nombrado director del Centro Europeo de Investigación del Club de Roma y actualmente es profesor en la Universidad de Pitesti (sur del país).
La prensa internacional informa de que los rumanos votan al extremismo, lo que constituye una catástrofe geopolítica. Terremoto electoral en Rumanía: un candidato prorruso que nadie esperaba ha quedado primero en la primera vuelta de las elecciones presidenciales por delante del primer ministro proeuropeo Marcel Ciolacu, señala AFP.
Político rumano de extrema derecha y crítico con la OTAN, obtiene un resultado sorprendente que amenaza la firme postura pro-Ucrania de Rumanía, informa Reuters. Călin Georgescu ha estado vinculado a la Alianza para la Unificación de los Rumanos (AUR), partido que ha mencionado varias veces su nombre como candidato a primer ministro. Posteriormente fue destituido por la dirección de la AUR, que le acusó de que su postura prorrusa y contraria a la OTAN había dañado la imagen del partido.
En una entrevista en 2021, Călin Georgescu calificó el escudo antimisiles de la OTAN en Deveselu de «vergüenza de la diplomacia» y afirmó que la alianza no protegería a ninguno de sus miembros si fueran atacados por Rusia. Además, dijo que Ion Antonescu, líder de facto de Rumanía en la Segunda Guerra Mundial, condenado a muerte por su papel en el Holocausto, y Corneliu Zelea Codreanu, líder del movimiento legionario –uno de los más violentos y antisemitas de Europa– eran héroes nacionales.
Se ha abierto una causa penal contra Georgescu por promover el culto a los sospechosos de genocidio. La mejor oportunidad de Rumanía es la «sabiduría rusa», dijo en otra entrevista.
Extremadamente religioso y nacionalista, abogó por reducir la dependencia de Rumanía de las importaciones, apoyar a los agricultores y aumentar la producción nacional de alimentos y energía. Călin Georgescu se mantuvo alejado de los focos y se centró en las redes sociales. Los rumanos le votaron, incluidos los de la diáspora, a pesar de su discurso fuertemente antisemita, legionario, «mesiánico», prorruso y antioccidental. «Dijimos que no hacíamos política, sino historia. Era cierto», comentó tras el cierre de las urnas.
Versión en español: Antonio Madrid