Rumanía, aumento de la deuda pública
En Rumanía, la deuda pública ha aumentado hasta el 52 % del PIB, y el déficit presupuestario previsto para 2024 es también muy elevado.
Mihai Pelin, 28.10.2024, 10:56
En julio, la deuda de la administración pública (gubernamental) superó los 876.000 millones de leus (unos 175.000 millones de euros), frente a los 860.000 millones de leus del mes anterior, según los datos publicados por el Ministerio de Finanzas (MF). En porcentaje del PIB, la deuda pública subió al 52 %, frente al 51,1 % de junio, según el Instituto Nacional de Estadística. La mayor parte de esta deuda, 738.000 millones de leus (unos 147.000 millones de euros), está constituida por préstamos obtenidos mediante la emisión de títulos públicos. En este contexto, el Gobierno ha aprobado un decreto ley que eleva el techo de la deuda pública al 53 % del PIB a finales de 2024, de acuerdo con la metodología de la Unión Europea.
Según un comunicado emitido por el Ejecutivo, esta modificación pretende garantizar la flexibilidad en la captación de los recursos financieros necesarios para la ejecución del plan de financiación de 2024, pero también prefinanciar las necesidades de 2025, y mantener la reserva de divisas a disposición del Tesoro Público en un nivel confortable. En agosto de 2023, Rumanía había alcanzado una deuda pública total de casi 736.000 millones de leus (unos 147.000 millones de euros), es decir, el 48,9 % del PIB, que en 2019 se situó en 373.400 millones de leus (unos 74.000 millones de euros), es decir el 35,1 % del PIB, que es básicamente el dinero que el Gobierno rumano devolvió a los acreedores a los que pidió prestado para poder funcionar, con intereses.
Años de elevados déficits presupuestarios, gasto despilfarrador, el deseo de los mandatarios de no subir los impuestos y su incapacidad para recaudar los ya existentes han llevado la deuda pública de Rumanía a niveles históricos. Entre 2017-2023, casi se triplicó. Mientras que el PIB se duplicó. Básicamente, el valor de la deuda pública ha crecido más rápido que la economía. Alarmante no es necesariamente la cantidad absoluta o el porcentaje. La mayoría de los países piden prestado para financiar sus diversos gastos presupuestarios. Lo que debería ser preocupante en Rumanía es la falta de disciplina fiscal, pero también se trata de la incoherencia que los altos cargos han demostrado sistemáticamente en los últimos años, especialmente en 2024, un año electoral plagado de elecciones europarlamentarias, locales, presidenciales y legislativas.
Como era de esperar, el déficit presupuestario también ha alcanzado niveles alarmantes. En 2023, el déficit previsto para finales de año era del 4,4 % del PIB, equivalente a unos 70.000 millones de leus. A finales de 2023, sin embargo, el agujero presupuestario se había ampliado muy por encima de las estimaciones iniciales y alcanzaba el 5,7 % del PIB, es decir, unos 93.000 millones. Es decir, un desvío de casi un 30 % más. Y eso no es todo. Para 2024, el Gobierno calcula un déficit de alrededor del 8 % del PIB, uno de los más altos de la UE, cuando debería ser inferior al 3 %. Rumanía lleva años en el procedimiento de déficit presupuestario excesivo. Es como una gran familia que consume más de lo que ingresa y tiene que pedir prestado para compensar la diferencia. A nivel nacional, se produce un déficit presupuestario cuando el gobierno gasta más de lo que recauda en impuestos.
Versión en español: Monica Tarău