Los niños y la guerra: un triste caso de estudio
Según una encuesta realizada por «Save the Children» Rumanía, uno de cada tres niños ucranianos refugiados en Rumanía (38 %) dice ser menos feliz desde que dejó su país de origen.
Luiza Moldovan, 20.11.2024, 14:26
Según una encuesta realizada por «Save the Children» Rumanía, uno de cada tres niños ucranianos refugiados en Rumanía (38 %) dice ser menos feliz desde que dejó su país de origen. El 57 % de los niños encuestados afirma sentirse muy infeliz o algo menos feliz. El 23 % de ellos no va a la escuela, aunque existe la posibilidad de que asistan a una escuela en línea. El 87 % dijo que prefiere la presencia física en la escuela, y el 60 % dijo que podría hacer amigos en su país de acogida en un entorno escolar físico.
Tres cuartas partes de los niños afirman que no tienen acceso a los servicios que desearían, como lugares donde practicar sus aficiones, reunirse con amigos o pasar el tiempo libre. Aquí es donde entran en juego las organizaciones no gubernamentales, como «Save the Children» Rumanía, que gestionan muy bien las situaciones de crisis. Le hemos preguntado a Gabriela Alexandrescu, presidenta ejecutiva de la organización, qué servicios pueden ofrecer estas entidades, cuya importancia, sobre todo en tiempos de crisis, es crucial:
«Las organizaciones no gubernamentales pueden desempeñar un papel crucial en la protección de los niños refugiados, especialmente en el contexto de una gran afluencia de personas, como los refugiados de Ucrania. En primer lugar, pueden movilizar recursos rápidamente e intervenir de inmediato para prestar ayuda humanitaria. Las organizaciones también pueden ofrecer asistencia y apoyo de diversas maneras, como proporcionar refugio, alimentos, atención médica, acceso a servicios sociales y educación. Asimismo, pueden dar servicios de asesoramiento psicológico para ayudar a los niños a superar los traumas y dificultades a los que se enfrentan. Además de la ayuda inmediata en respuesta a una situación de crisis, las organizaciones no gubernamentales pueden ofrecer programas de integración y crear espacios seguros e integradores para los refugiados en las comunidades. Los refugiados suelen necesitar, en particular, información, orientación y asesoramiento para acceder a sus derechos y a los servicios disponibles, como el acceso al sistema educativo, los servicios sanitarios, el empleo para los padres y también el acceso a servicios de asesoramiento emocional. Al mismo tiempo, a través de los cursos de formación y educación ofrecidos a los especialistas, las organizaciones pueden compartir su experiencia, mejorando así la calidad de los servicios ofrecidos y aumentando su eficacia, en beneficio de los niños, por ejemplo. Las organizaciones no gubernamentales pueden ejercer presión e informar. Pueden contribuir significativamente a mejorar la vida y la protección de los niños refugiados. Por ejemplo, tras la guerra de Ucrania, Save the Children Rumanía inició rápidamente una amplia intervención humanitaria. Ya hemos llegado a 340 000 personas, entre ellas 170 000 niños, hemos trabajado en 10 pasos fronterizos, 5 centros de asilo, tres campos de refugiados móviles y tres zonas de tránsito. En estos lugares, creamos espacios seguros para los niños, cubrimos necesidades inmediatas, apoyo emocional, proporcionamos información vital para niños y adultos, y luego, para apoyar el proceso de integración a medio y largo plazo, creamos ocho centros de asesoramiento, donde proporcionamos asesoramiento, información, gestión de casos, apoyo psicosocial, actividades para niños y adolescentes, apoyo material y financiero. Así que las organizaciones pueden hacer mucho».
Una de las categorías de niños más vulnerables son los huérfanos, con los que se ha topado la organización «Save the Children»:
«Por supuesto, nos hemos encontrado con estos casos, y de hecho es una de las categorías más vulnerables de niños necesitados. Es muy difícil ser refugiado y no contar con la presencia y la protección de los padres. Sin embargo, Rumanía cuenta con procedimientos para proteger inmediatamente a estos niños. Según nuestra experiencia (llevamos trabajando en este campo desde 1994), el número de niños refugiados sin ambos padres es pequeño, pero hay un número considerable de niños refugiados procedentes de familias monoparentales. Esta experiencia para ellos es profundamente conmovedora y preocupante porque estos niños se encuentran en una situación extremadamente vulnerable y corren un gran riesgo. En esta situación, de niños sin uno o ambos progenitores, la prioridad de Save the Children ha sido proporcionar a los niños apoyo y protección, garantizar su seguridad y proporcionarles los recursos necesarios para hacer frente a las dificultades. Es esencial que actuemos con rapidez y eficacia para identificar las soluciones más apropiadas para cada niño y que trabajemos con las autoridades locales para garantizar que estos niños reciben la atención y la protección adecuadas. Hay que prestarles especial atención y garantizar sus derechos y su seguridad».
Hay muchas voces en la sociedad que se indignan por la atención, a veces excesiva, dicen, que se presta a los niños refugiados en detrimento de los niños rumanos. Esto es lo que Gabriela Alexandrescu tiene que decirles:
«Comprendemos y respetamos las preocupaciones expresadas, especialmente en el contexto actual de nuestra sociedad. Es importante subrayar que nuestra misión es ayudar a todos los niños vulnerables, independientemente de su origen. Desde nuestra creación en 1990, nos hemos comprometido a prestar asistencia y apoyo a todos los niños, incluidos los refugiados, en consonancia con nuestros valores humanitarios y las normas internacionales. Es esencial que nos centremos en soluciones que garanticen el bienestar de todos los niños, independientemente de sus circunstancias, y que trabajemos juntos para crear un entorno más seguro e integrador para todos los miembros de nuestra comunidad. Al mismo tiempo, creemos que es importante comunicar constantemente para proporcionar información clara, de modo que la sociedad en su conjunto comprenda cómo funcionan los programas y que, en general, un programa o proyecto con un grupo destinatario o desfavorecido concreto no se aplique a expensas de otros grupos desfavorecidos. Por ejemplo, hemos participado en el apoyo a la población y los niños de Ucrania, ¡y qué puede haber más vulnerable que los niños que huyen de guerras, bombas y muerte! Así que nos implicamos en ayudarles y desarrollamos programas, pero sin interrumpir lo que estábamos haciendo en Rumanía para reducir la mortalidad infantil, proporcionar servicios de salud materno-infantil, dar acceso a la educación a los niños de las comunidades pobres, protegerles contra la violencia y proteger a los niños sin apoyo paterno. Creo que la gente tiene que pensar que lo más terrible para los niños es la guerra, lo más terrible es no tener su lugar, su hogar, su familia, así que tienen que entender que estas personas siguen necesitando nuestro apoyo, porque es una situación vulnerable para ellos en su país».
Versión en español: Antonio Madrid