Cicloturismo en Rumanía
En los últimos años, el cicloturismo se ha desarrollado cada vez más. Se han creado rutas y nuevas pistas de bicicletas y ha aumentado el número de turistas que descubren Rumanía en bicicleta.
Daniel Onea, 02.11.2023, 10:20
En los últimos años, el cicloturismo se ha desarrollado cada vez más. Se han creado rutas y nuevas pistas de bicicletas y ha aumentado el número de turistas que descubren Rumanía en bicicleta. Según la ruta elegida, esta forma de turismo se mezcla siempre con una incursión en el universo de la aldea rumana y con visitas a los lugares turísticos importantes.
Ionuț Maftei es director de una empresa rumana de turismo que se encarga exclusivamente de la promoción de Rumanía a través del cicloturismo. Hace 17 años, cuando se propuso promover ofertas de vacaciones activas en bicicleta, la gente lo miró con escepticismo. Mientras tanto, el cicloturismo se ha desarrollado en Rumanía. Cada vez más gente ha comprado bicicleta y ya conoce su entorno favorito para pedalear: en la carretera, en la zona de montaña, en terrenos irregulares o en caminos de tierra. Y los turistas extranjeros han empezado a buscar cada vez más los caminos de tierra.
«Somos una agencia que forma normalmente grupos de entre seis y doce turistas, pero de repente llegamos a ser un tipo de pequeño paraíso para un cierto tipo de cicloturismo denominado ahora gravel cycling, es decir pedalear en caminos de tierra. Según las estadísticas, más de la mitad de los caminos de Rumanía son de tierra, y los amantes de este tipo de ciclismo se han enterado de esto. Ahora, en casi cualquier sitio hay caminos de tierra. El problema es que, realmente, han venido muchísimos turistas. Aquí la infraestructura es problemática. Es difícil encontrar en una aldea que visitamos o en los bosques, por donde nos gusta pedalear, un lugar capaz de acomodar a 50 personas. La mayoría quieren alojarse en habitaciones individuales. Todavía hay que trabajar en esto. Por otro lado, es agradable ver que ocupas dos aldeas enteras con un grupo de turistas. Aunque sea muy difícil desde el punto de vista logístico, nos alegra haberlo conseguido.»
El carácter estacional de esta forma de turismo consiste en que el número de días con condiciones óptimas para pedalear es mayor en primavera y en otoño. Sin embargo, Ionuț Maftei, director de una empresa rumana de cicloturismo, afirma que se organizan visitas en las cuatro estaciones. Las bicicletas y los equipos modernos permiten pedalear en cualquier temporada, incluso cuando hay nieve. Es una excelente oportunidad para descubrir nuevos lugares y personas.
«Nuestras visitas suponen menos deporte y más turismo. Lo más importante es visitar a la gente, ver cómo vive, ver cosas que ya no hay en Europa o en otro país. La gente debería saber quiénes somos, porque, muchas veces, hay turistas que, en su primer día, solo saben que estamos en algún lugar de Europa. No saben dónde están y quiénes son las personas que ven. Lo explicamos durante seis o diez días, cuánto dura su estancia, para que intenten descubrir nuestro país e irse con buena impresión. En la zona de las iglesias fortificadas en Transilvania me parece que la infraestructura también se ha desarrollado bastante. La gente allí entiende y tampoco está sorprendida con esta forma de turismo, y ya conoce las expectativas. En Sighișoara, por ejemplo, hemos podido crear un lugar de hidratación en una de las torres de la fortaleza. Nos sorprendió un poco esta apertura, pero es una realidad y solo podemos manifestar nuestro agrado por ello.»
El participante más joven en las visitas organizadas por Ionuț tuvo tres meses. Había venido con su abuela. En estos casos se crean programas paralelos. Se usa el coche de ayuda y se aseguran visitas adicionales a los lugares turísticos y a sus alrededores. Una de las zonas ideales para este tipo de visitas complejas es la de Maramureș. En aquella región, la tradición, la naturaleza y el número de lugares turísticos son siempre un encanto. Otra zona preferida por los turistas es Bucovina, semejante a la anterior respecto a las tradiciones. Por otro lado, Transilvania destaca por el nivel más elevado de los servicios. Ionuț Maftei, director de una empresa rumana de cicloturismo, nos cuenta cómo se desarrolla una visita en bicicleta:
«Teóricamente, las visitas comienzan en Bucarest, porque la mayoría de los turistas llegan a Bucarest. Al principio o al final, ofrecemos una noche en Bucarest y la oportunidad de visitar también la capital de Rumanía. Tenemos una ruta en bicicleta que dura unas horas y esto es lo importante para ellos, especialmente dado que Bucarest no se parece en absoluto al resto de Rumanía. Para ellos, son dos imágenes bastante distintas. Después nos vamos a Transilvania. Allí, las rutas van por caminos alternativos o forestales. A veces incluso usamos lo que denominamos single trails, es decir rutas especiales para bicicletas, en un tipo de senderos para bicicletas, por los bosques. Es muy bonito. Aquí el lujo está en el bosque. Si alguien busca el lujo en nuestras visitas, lo puede encontrar allí, porque hay también animales y plantas. Allí está lo más lindo de las visitas. Por supuesto, a veces descansamos para visitar a los artesanos o para ver lugares de importancia histórica, algunos lugares culturales, y para ver la arquitectura que es bastante importante.»
Aunque implique muchísima actividad, no son visitas deportivas, según ha añadido Ionuț Maftei.
«Cada día recorremos entre 30 y 80 kilómetros, según el número de subidas que hay, la inclinación de la ladera, la dificultad de la ruta y el número de lugares que hay que visitar, y es también importante si hay o no asfalto. Voy a poner algunos ejemplos, porque es más fácil hablar de Transilvania. Por supuesto, las iglesias fortificadas son ya bastante conocidas y están preparadas para recibir frecuentemente a numerosos turistas. Hay una ruta de las fortificaciones transilvanas y existe también la ruta de las aguas minerales. Intentamos promoverla y ella siempre atrae e impresiona a la gente. Intentamos usar todos los recursos locales posibles. Es decir que los lugareños son aquellos que nos presentan sus lugares, suministran la comida y el vino y usamos mucho las casas de huéspedes para tener también una actividad sostenible. Es una mezcla agradable para los turistas, especialmente para los extranjeros.»
Las vistas temáticas de cicloturismo pueden durar entre uno y siete días. Las visitas de un día a los alrededores de Bucarest cuestan aproximadamente 35 euros por persona. El precio de los programas más complejos alcanza unos 200 euros al día por persona, con el alojamiento, todas las visitas y la ayuda incluidos.
Versión en español: Monica Tarău