Ventajas y retos del Sistema de Garantía y Devolución
Rumanía ha decidido implantar un ambicioso sistema de garantía de devolución (SGD) para los envases primarios no rellenables de vidrio, plástico y metal, de entre 0,1 l y 3 l inclusive.
Corina Cristea, 08.12.2023, 11:05
Rumanía está aún lejos de los objetivos de la UE y de la media europea en cuanto a niveles de reciclado: actualmente se sitúa en torno al 12 % de los residuos municipales, frente a la media europea de casi el 50 %. Esta es quizá la razón principal por la que Rumanía ha decidido implantar un ambicioso sistema de garantía de devolución (SGD) para los envases primarios no rellenables de vidrio, plástico y metal, de entre 0,1 l y 3 l inclusive, que está en vigor desde el 30 de noviembre, tras una cuidadosa preparación.
«A través del proyecto SGD, Rumanía tiene capacidad para reciclar una cantidad mucho mayor de residuos en los próximos años y alcanzar así una ventaja de reciclaje de hasta el 80 %, convirtiéndose en un referente de la economía circular y en un modelo a este respecto en Europa Central y Oriental», afirman desde Green Environment Support, empresa especializada en auditoría medioambiental, consultoría experta y gestión de residuos. Después de Noruega, Dinamarca, Alemania, Bélgica, Islandia, Estonia, Eslovaquia, República Checa, Letonia y Lituania, Rumanía es el undécimo país de Europa que implanta un sistema de este tipo. Todos queremos que el SGD transforme Rumanía de un país de vertederos a un país de reciclaje, afirma el ministro de Medio Ambiente, Agua y Bosques, Mircea Fechet:
«Por la experiencia de otros países que han puesto en marcha proyectos de este tipo, hemos comprobado que el primer año es difícil. En el primer año, el sistema se asienta, se calibra, a veces un código de barras no funciona, a veces un equipo se avería, se desconecta de la red… El sistema tarda aproximadamente un año en ser 100 % funcional, 100 % operativo. Es la mayor asociación público-privada de Rumanía, el segundo mayor sistema de garantía de devolución de Europa, después del de Alemania, por lo que espero no solo una buena cooperación de todos los actores implicados en todo este proceso, sino sobre todo paciencia, porque estoy convencido de que dentro de cinco años, cuando miremos atrás y veamos que tenemos un país limpio, un país sin plástico, sin basura, sin residuos de envases, podremos decir que fue una muy buena idea introducir este sistema».
Según las estadísticas, en Rumanía se generan cada año unos 116 kg de residuos de envases per cápita. Menos de la mitad se reciclan. El proyecto del sistema de garantía de devolución (SGD) se dirige a 80 000 minoristas de bebidas, que tienen que poner en marcha instalaciones para recoger los 7000 millones de envases que se generan al año.
El principio del sistema es sencillo: al comprar una bebida (agua, refrescos, cerveza, sidra, vino, licores) en un comercio minorista, se paga una fianza de 50 céntimos de leu (unos 10 céntimos de euro), que se recuperará posteriormente. Más concretamente, tras vaciar el envase que el consumidor deberá llevar a uno de los puntos de devolución organizados por los comerciantes, recibirá de vuelta, en el acto, el valor de la garantía –en efectivo, como vale o por transferencia con tarjeta–. Todo ello sin necesidad de mostrar el recibo, aunque el producto no se haya comprado en ese lugar. Los productos que forman parte del plan están marcados con un logotipo específico.
Mircea Fechet, el ministro rumano de Medio Ambiente, Agua y Bosques:
«Todos los comercios deberán disponer de un punto de recogida. La recogida se hará bien de forma automática, si el comercio considera que tiene un flujo de envases lo suficientemente grande como para justificar tal gasto, con una Máquina Expendedora Inversa (MEI), o bien de forma manual. Es decir, la persona que vende, el vendedor, tendrá también dos bolsas bajo el mostrador, seguramente una para vidrio y otra para plástico, mezcladas con latas de aluminio, y cada vez que un ciudadano entre a devolver esos envases, le pagará 50 céntimos por cada envase y recogerá esos envases en las bolsas, esperando a que la empresa RetuRO entre a retirar los envases de la tienda y le compense con el valor de las garantías por un lado y una tasa administrativa por otro. Esto significa que cada pequeño o gran comercio, con recogida manual o recogida automática, será compensado por el trabajo que realiza, es decir, recoger los envases de los ciudadanos».
Como administrador del sistema de garantía de devolución (SGD), RetuRO ha anunciado que abrirá 17 centros dedicados, en el próximo año, a donde transportará los envases de bebidas recogidos en decenas de miles de minoristas. Estos se contarán, clasificarán y prepararán para su transporte a empresas de reciclaje con el fin de obtener materia prima reciclada para su uso en la producción de nuevos envases de bebidas.
Mircea Fechet:
«Si nos fijamos en los resultados de los sistemas de garantía de devolución en otros países europeos, vemos que, en Alemania, por ejemplo, tenemos un 95 % para el vidrio y un 98 % para las latas de aluminio. Ahora bien, es posible que no podamos alcanzar las cifras alemanas de inmediato, pero a partir del tercer año, el sistema tiene que funcionar con parámetros que superen el 90 %. Lo cual me parece un progreso extraordinario para Rumanía».
Además de las ventajas, la introducción del sistema de garantía de devolución en Rumanía conlleva retos. En general, los grandes fabricantes, importadores y minoristas han tomado una serie de medidas de antemano para facilitar esta implantación, pero si hablamos de pequeñas empresas la situación es diferente: se enfrentan al reto de encontrar el espacio que será necesario destinar a la recogida de los envases devueltos o a la inversión necesaria para adquirir las Máquinas Expendedoras Inversas. Por otro lado, existe el riesgo de fraude, ya que algunos consumidores pueden intentar abusar y devolver envases falsificados, lo que hace necesario adoptar medidas de seguridad adecuadas.
Versión en español: Antonio Madrid