Esclavitud al oeste del Ponto Euxino
La esclavitud está atestiguada en todos los periodos históricos y en todos los espacios habitados por personas, y en el espacio rumano actual hay indicios para identificar su presencia.
Steliu Lambru, 16.10.2023, 12:23
La esclavitud es inaceptable en el mundo actual. Considerada una de las peores formas de violación de la dignidad humana, es un delito punible tanto en el derecho internacional como en el nacional. Sin embargo, en el pasado, la esclavitud no siempre iba asociada a un estatus degradado porque entonces la percepción del hombre no era la misma que ahora. Ciertamente, no se puede decir que un hombre sin libertad sea feliz, pero el esclavo del pasado no siempre era ese hombre miserable y explotado a discreción de su dueño.
La esclavitud está atestiguada en todos los periodos históricos y en todos los espacios habitados por personas, y en el espacio rumano actual hay indicios para identificar su presencia. Las costas del mar Negro o del Ponto Euxino fueron colonizadas por primera vez por los griegos en los siglos VIII-VI a.C. Así, entraron en contacto con otras poblaciones llamadas bárbaras con las que establecieron relaciones económicas y convivencias alternativas de paz y conflicto. Una de esas poblaciones eran los getas, antepasados de los rumanos, que vivían en la orilla occidental del río Danubio. Las relaciones entre los griegos y los nativos también incluían la esclavitud, es decir, la mano de obra en la agricultura, la minería, la artesanía, la construcción y las obras públicas de las ciudades.
Los arqueólogos han buscado pruebas tanto materiales como escritas que respalden sus hipótesis sobre la existencia de esclavos. Uno de ellos es Dragoș Hălmagi, arqueólogo del Instituto de Arqueología Vasile Pârvan de la Academia Rumana, que se ha centrado en ambos tipos de fuentes. Hălmagi afirma que un término más apropiado para describir las relaciones socioeconómicas de los griegos con los getas es el de «población dependiente»:
«En el Ponto, los griegos no trabajaban con esclavos, aunque el comercio de esclavos en el Ponto, Tracia e incluso Escitia es bien conocido tanto por fuentes literarias como epigráficas. A falta de fuentes que atestigüen la existencia de mano de obra esclava en el Ponto Euxino, aquí la mano de obra procedía de poblaciones dependientes. Se habla de la mano de obra en la agricultura, una rama muy importante de la economía antigua, y menos de los esclavos domésticos o con otras ocupaciones. Una idea que expresan los autores griegos, Platón y Aristóteles, afirma que en general era bueno traer esclavos que hablaran lenguas diferentes para evitar el peligro de que se rebelaran. Como los griegos estaban rodeados por los getas, en el oeste, no podían tomar esclavos de entre ellos. Habría sido un peligro demasiado grande, por lo que prefirieron trabajar con ellos de esta manera. Muchas inscripciones hablan de griegos viviendo con bárbaros».
Una de las conclusiones que se pueden extraer de lo que ha salido a la luz gracias a la excavación de yacimientos arqueológicos puede ser que la esclavitud no fue necesariamente una tragedia en la vida del hombre antiguo.
Dragoș Hălmagi:
«Cuando miramos hacia donde sabemos que hubo esclavos, su presencia arqueológica es muy parecida a la de las personas libres. Eran tumbas algo más pobres, con menos vasijas, menos objetos de metal. Pero no hay nada que nos haga decir que una tumba es de un esclavo. Arqueológicamente, no hay nada que distinga a un esclavo de un hombre libre. A menudo, los esclavos adoptaban las tradiciones del lugar, y esto se ve en los esclavos familiares que lucían en la ropa y en las tumbas como los de las familias a las que pertenecían».
Las poblaciones dependientes eran las que tenían el mismo estatus que los esclavos. Entre ellos se reclutaba mano de obra de estatus social incierto. Muy pocas fuentes escritas mencionan el uso de esclavos en trabajos agrícolas, pero las excavaciones han descubierto que el empleo de esclavos en la artesanía y la construcción era muy probable, sobre todo allí donde se descubrieron fortificaciones, asentamientos o granjas fortificadas. Pero las fuentes griegas no sólo se refieren a los getas, sino que hablan de una diversidad de naciones. Además de los getas, en los textos helenísticos de los siglos IV-I a.C. aparecen escitas, sármatas, tracios y otros. Formaban un verdadero mosaico étnico en el que la autoridad política la ejercía el poder militar de los líderes, que se turnaban.
Dragoș Hălmagi señaló que una fuente fiable para esta tesis de la mezcla étnica es el poeta latino Ovidio:
«El primer autor que dice que aquí había definitivamente getas es Ovidio. Solo que Ovidio dice más que eso. No solo dice getas, dice innumerables otras poblaciones aquí. A veces puede que lo haga para impresionar a su público, a veces puede que esté hablando de cosas reales, es difícil saberlo. Hay algunos pasajes en los escritos de Ovidio en los que los getas y los sármatas aparecen juntos, los getas y los sármatas son los que llevan los arcos, él dice que habla la lengua de los getas y los sármatas, siempre están aquí juntos. Incluso desde la primera mención de los getas, ellos aparecen en contextos como estos».
El hombre del pasado era muy diferente del hombre del pasado reciente, aunque la humanidad nos acerca a todos. Y la diferente percepción de la esclavitud es una muestra de la enorme diferencia entre miles de años de civilización.
Versión en español: Antonio Madrid