Los rumanos y el ejército de voluntarios
¡Patria, patria, queremos soldados! No se trata del tema central de uno de los juegos favoritos de muchos niños en la Rumania comunista antes de 1989.
Roxana Vasile, 21.02.2024, 16:07
¡Patria, patria, queremos soldados! No se trata del tema central de uno de los juegos favoritos de muchos niños en la Rumania comunista antes de 1989. Al contrario, podría asociarse, en la actualidad, más bien al llamamiento que el Estado dirige a los jóvenes para que opten, en un futuro próximo, por un curso de formación militar voluntario remunerado dentro del Ministerio de Defensa.
Hoy en día, las autoridades están trabajando en la actualización de la legislación sobre la preparación de la población para la defensa. Un proyecto de ley iniciado en 2019 por el Estado Mayor de la Defensa y puesto en transparencia decisoria en 2022 se encuentra en el circuito de aprobación interministerial.
Propone que las personas de entre 18 y 35 años, independientemente de su género, con residencia permanente en Rumanía, puedan participar voluntariamente en un programa de entrenamiento militar básico de un máximo de cuatro meses: podrán aprender a manejar diferentes tipos de armas, participar en cursos de orientación sobre el terreno, descontaminación o primeros auxilios. Durante este periodo, se beneficiarán de alojamiento, equipo y comida gratuitos y recibirán una asignación mensual similar a la de un soldado en activo de unos 3000 leus (cerca de 600 euros). Al final del programa, recibirán una bonificación de tres salarios medios brutos. Los estudiantes también podrán hacer prácticas para adquirir conocimientos militares básicos, previa solicitud, durante las vacaciones universitarias.
Todos aquellos que sigan un programa de entrenamiento voluntario completarán la reserva de movilización del Ejército rumano o podrían entrar en un proceso de selección para convertirse en soldados profesionales con un contrato de trabajo en el Ejército.
Los militares insisten, y el primer ministro Marcel Ciolacu refuerza: no se trata de volver al ejército obligatorio, ni el país se está preparando para la guerra, a pesar del tenso contexto geopolítico. Pero, completan los especialistas, es necesario prepararse para la defensa.
Marcel Ciolacu:
«Cualquier país debe prepararse para lo peor, pero no debe plantear el contexto de la guerra en Ucrania y el hecho de que, ¡Dios mío, hay un peligro que viene de Rusia a Rumanía! No hay peligro que venga de ahí, pero realmente necesitamos un país normal y luego hay que prever ciertas cosas, como este sistema de voluntariado remunerado, donde la gente se entrena y aprende los conceptos básicos de defensa. El planteamiento es correcto, pero no debería haber sido lanzado como un hacha en el contexto de una guerra fronteriza, para que Rumanía entendiera con estas noticias que se nos viene encima la guerra. ¡No viene ninguna guerra!»
Está previsto que el Parlamento apruebe en junio la ley sobre el servicio militar voluntario. En la actualidad, Rumanía tiene una escasez de personal militar activo y de reservistas. Dependería, si fuera necesario, de unos 70 000 soldados en activo, frente a los más de 300 000 en los años 90, y de una reserva en proceso natural de envejecimiento compuesta principalmente por aquellos que cumplieron el servicio militar obligatorio hasta 2007, cuando se suspendió.
En una entrevista para Radio Rumanía, el teniente general retirado Virgil Bălăceanu, presidente de la Asociación de Oficiales de Reserva en Rumanía, explica las razones:
«Países como Polonia han intuido, desde la suspensión del servicio militar obligatorio, la necesidad de una reserva fresca, joven y permanentemente entrenada. Por el contrario, en Rumanía, con la suspensión del servicio militar obligatorio, la reserva ya no importaba. Las medidas políticas se están quedando atrás en esta etapa, y les daré un ejemplo que es concluyente. Polonia aprobó la Ley de Reservistas Voluntarios en 2009, cuando suspendió el servicio militar obligatorio. Rumanía aplica esa ley diez años después de la suspensión del servicio militar obligatorio. Y ahora estamos asistiendo a un retraso de dos años en la aprobación de la ley de preparación de la población para la defensa, que tiene una disposición sobre el servicio voluntario de soldados con la misma nota de retraso que debe calificarse de irresponsable. Las cosas se deben, en cierta medida, a la incomprensión por parte de los líderes políticos, incluso por parte de los líderes militares del ejército rumano, después de la suspensión del servicio militar obligatorio, de que la reserva no es necesaria, los reservistas ya no son tan importantes. Estamos en la hora 12 y solo la posición digna y responsable del General Vlad, el Jefe de la Defensa, ha desencadenado un proceso que debería haber comenzado hace dos años».
En la calle, las opiniones de los jóvenes están divididas. He aquí algunas respuestas a la pregunta de si tuvieran que ir a la batalla:
«-:Es mi país y probablemente iría, pero solo por eso. -: Yo voy, porque es mi país, son mis antepasados, no hay forma de decir no. -: Si me llamaran, sí. -: No, yo no iría, buscaría soluciones para saltarme el proceso. Principalmente, tengo miedo a la guerra, eso es todo. -: Sinceramente, desearía no haberlo hecho, pero ahora, ni modo, debes hacerlo. -: ¡Cualquier cosa que pueda hacer para ayudar a la humanidad! -: Soy ciudadano rumano, ¿no es normal que todos participemos? No necesariamente quiero que suceda, si es necesario, sí, pero personalmente preferiría ir por algo más pacífico».
Según una reciente encuesta de opinión realizada por Avangarde, la mayoría de los rumanos, el 71 % afirma que el Ejército rumano no sería capaz de hacer frente a un ataque contra el país. A la pregunta de si están dispuestos a realizar cursos de formación militar, el 37 % de la población general está de acuerdo y el 57 % no. Para la misma pregunta, los que tienen entre 18 y 35 años están a favor con un 14 %, mientras que un 77 % está en contra. Por el contrario, 69 de cada 100 rumanos creen que la Alianza del Atlántico Norte vendría al rescate, sabiendo que la pertenencia a la OTAN ofrece a Rumanía las garantías de seguridad más sólidas de la historia. Los especialistas militares llaman la atención, sin embargo, sobre el hecho de que, aunque Rumanía forma parte de la Alianza, esta no responde al teléfono de emergencias 112 en caso de peligro para poder intervenir en cuestión de minutos.
Versión en español: Mihaela Stoian