Videoblogueros, música y promoción de Rumanía en el extranjero
En noviembre del año pasado, uno de los videoblogueros franceses más vistos, Squeezie, tuvo un gran éxito con una canción en la que empleaba algunas palabras en rumano. Se trata de la canción «Time Time», una parodia de la música de los años 2000, interpretada por la banda Trei Degete, integrada por Squeezie y dos amigos. El vídeo registró en YouTube más de 9 millones de visualizaciones en cinco días desde su lanzamiento, y se vendieron casi 40 000 copias del sencillo en las primeras 48 horas.
Ana-Maria Cononovici, 30.08.2022, 11:40
En noviembre del año pasado, uno de los videoblogueros franceses más vistos, Squeezie, tuvo un gran éxito con una canción en la que empleaba algunas palabras en rumano. Se trata de la canción «Time Time», una parodia de la música de los años 2000, interpretada por la banda Trei Degete, integrada por Squeezie y dos amigos. El vídeo registró en YouTube más de 9 millones de visualizaciones en cinco días desde su lanzamiento, y se vendieron casi 40 000 copias del sencillo en las primeras 48 horas.
Squeezie, de 25 años, cuyo nombre real es Lucas Hauchard, tiene más de 16 millones de suscriptores en su canal de YouTube. Se ha hecho famoso con su propuesta de vídeos humorísticos, materiales en que reacciona a varios temas de actualidad, así como videoclips musicales compuestos con varios amigos.
He hablado con el sociólogo Bogdan Voicu, investigador del Instituto de Investigación sobre la Calidad de Vida de la Academia Rumana, sobre la influencia que puede ejercer una canción en la imagen de Rumanía:
«Se trata de un idioma poco conocido fuera de Rumanía, que suena raro, con palabras bien escogidas, siguiendo el ejemplo de los de O-Zone, ya que en realidad de ahí surgió todo, con un hit que gustó entre el público. Además, en aquel momento se benefició de la polaridad de las discotecas de España e Italia, donde es cierto que no era tan populares los O-Zone sino Haiducii, y donde había toda una generación de rumanos emigrantes que bailaban a ese ritmo. Esto conllevó una muy buena penetración y fue una propaganda muy buena para la lengua rumana.»
Y ahora Occidente puede decir con facilidad «sunt fericit că mănânc un pepene fără sâmburi», es decir, «estoy feliz de comer una sandía sin pepitas». Bogdan Voicu ha completado:
«Todas las otras palabras casi que tampoco tienen sentido. Es casi dadaísta el texto que nos propone el videobloguero francés, quien en realidad imita lo que hicieron los O-Zone, manteniendo ese mismo ritmo que sigue vendiendo hoy en día. De hecho, tenemos una confirmación impecable de que la parte melódica de la canción de O-Zone era sólida, de modo que ha dado vida a una nueva generación de oyentes y los ha hecho bailar.»
Le he preguntado a Bogdan Voicu si es esto es bueno o malo, o si no importa que se dé este tipo de promoción:
«Para O-Zone es muy bueno. Para Rumanía, es buenísimo y es, a la vez, un gran jarro de agua fría para los sucesivos gobiernos rumanos, que no han sabido aprovechar estas pequeñas cosas para promocionarlas como tales y fomentar el interés por este país. Es decir, habríamos podido promocionar una canción como esta. O cuarenta canciones como esta, lo que hubiera sido mucho más barato. Si alguna de ellas hubiese entrado en las listas como lo hizo la de O-Zone, que ahora han retomado y versionado los Trei Degete, habría sido fantástico. Del mismo modo, el interés que suscitó todo este asunto el pasado mes de noviembre culminó con la entrada de esta canción en las listas de éxitos de varios países europeos. Y no solo por eso. También por la popularidad del videobloguero que la lanzó. Y porque se comentó y volvió a comentar, se reutilizó en otros vídeos que están disponibles en YouTube, TikTok y otras redes similares. Esto que significa que, de hecho, se trata de una especie de multiplicación, en que se pone la lengua rumana en primer plano. El hecho de que el rumano se ponga en primer plano lleva implícita la promoción de nuestro país.»
Bogdan Voicu ha vivido muchos años en Occidente, así que le he preguntado si ha habido veces en que se haya sentido avergonzado al decir que es de Rumanía:
«Bueno, depende de dónde estés. Recuerdo que en los años 90 estaba en Estados Unidos y cuando me preguntaba de dónde era decía que era de Rumanía. Los estadounidenses, por regla general, es decir, los estudiantes con los que interactuaba, decían que Rumanía era igual a Europa. “Europe is different. Y eso era todo. Quiero decir que daba igual si eras de Rumanía o Francia, era lo mismo. Así, creo que, desde este punto de vista, el hecho de que tu interlocutor no supiera diferenciar si eras de Rumanía o Francia, era un favor. Por otra parte, también estuve en Francia en aquella época, y recuerdo que me encontraba en una parada de tranvía de Estrasburgo y una mujer de la ciudad me preguntó adónde iba el autobús. Le dije que no lo sabía porque no era de allí y me preguntó de dónde era. Le dije que era de Rumania, a lo que me respondió: “eso es la antigua Yugoslavia. ¡Aquello ya no era algo bueno! Ahora no creo que sea importante que se sepa sobre Rumanía y las hazañas de Esteban el Grande, al fin y al cabo. Creo que es más importante que el país vaya bien, que atraiga a los turistas y que tenga una imagen positiva. Así, quieres que haya una propaganda positiva. Con ese tipo canciones obtenemos una propaganda positiva. Me pasó que un periodista alemán me dijo que un comisario europeo rumano era muy bueno y que el mismo periodista alemán me dijera que otro era un desastre. Aunque estas cosas son normales. Es decir, pasan en todas partes. Cualquier clase de político, actor, personalidad de cualquier tipo, en cualquier país, puede tener una imagen buena o mala, y puede afectar más o menos a la imagen del país. A nosotros nos afecta un poco más porque somos más desconocidos. Cuando se nos conozca más, no importará lo que haga uno u otro, porque seremos conocidos como nación.»
Actualmente, parece que más allá del famoso los famosos Ceaușescu, Nadia Comăneci está presente en la conciencia de los occidentales, así como O-Zone, con «Vrei să pleci, dar nu mă nu mă iei». Ahora, los Trei Degete enseñan rumano sin necesidad de profesor, así que repitan: «Este grozav să te plimbi prin oraș!»; «Sunt fericit că mănânc un pepene fără sâmburi»; «Dansăm în time, time»; «Plecăm, suntem gata să călătorim în Time, time»; «Preistorie»; «Antichitate»; «Egiptul antic»; «Vestul sălbatic»; «Așa că Bye-bye…». El videoclip también nos dice: «Viitorul e grozav!», así que ya saben, ¡el futuro es genial!
Versión en español: Víctor Peña Irles