Los recepcionistas digitales ganan terreno
«¡Hola! Soy Lara, su recepcionista. ¡Les doy la bienvenida a Brașov, la ciudad a los pies del Tâmpa!»: así es como recibe a los huéspedes la aplicación de un hotel, donde se está probando. Después de que el turista diga que desea alojarse, mediante la fórmula «check in», Lara le comunica qué documentos tiene que presentar y cómo escanearlos. Lo mismo ocurre a la salida o al realizar el pago. En llevar a cabo estas operaciones de alojamiento se tarda unos 40 segundos. Debido a que el sector hotelero ha perdido gran parte de su plantilla desde que estallara la pandemia, la cual se ha visto obligada a migrar a otras profesiones, la digitalización puede ser de gran ayuda para los agentes turísticos, quienes tienen que arreglárselas tan bien como antes, pero con menos gente.
Ana-Maria Cononovici, 23.08.2022, 09:55
«¡Hola! Soy Lara, su recepcionista. ¡Les doy la bienvenida a Brașov, la ciudad a los pies del Tâmpa!»: así es como recibe a los huéspedes la aplicación de un hotel, donde se está probando. Después de que el turista diga que desea alojarse, mediante la fórmula «check in», Lara le comunica qué documentos tiene que presentar y cómo escanearlos. Lo mismo ocurre a la salida o al realizar el pago. En llevar a cabo estas operaciones de alojamiento se tarda unos 40 segundos. Debido a que el sector hotelero ha perdido gran parte de su plantilla desde que estallara la pandemia, la cual se ha visto obligada a migrar a otras profesiones, la digitalización puede ser de gran ayuda para los agentes turísticos, quienes tienen que arreglárselas tan bien como antes, pero con menos gente.
Christian Macedonschi, presidente de la asociación Smart City, nos ha hablado sobre el robot Lara:
«Es la primera recepcionista digital, pero también es conserje, puesto que Lara no solo ofrece servicios de recepción, registro y salida automatizados, sino que también escanea códigos QR, certificados verdes, billetes, pasaportes, ofrece la posibilidad de pagar con tarjeta, dispensa la tarjeta de la habitación y, en el futuro, podrá convertir el móvil en una tarjeta de habitación, mediante una aplicación. Además, brinda servicios turísticos importantes, por eso digo que también es el conserje de aquellos que cruzan el umbral de nuestra puerta. Así, ofrece entradas al castillo de Bran, a los parques acuáticos, de aventura, de dinosaurios, al teleférico, y es que justo enfrente del alojamiento se encuentra la montaña Tâmpa. Para subirse en esa cabina tan hermosa, hay colas muy largas, pero los turistas pueden comprar las entradas a través de Lara y tener prioridad. También ofrece servicios de alquiler de bicicletas, alquiler de coches, reserva de guías para realizar rutas turísticas, multitud de servicios turísticos, de modo que Brașov se convierta en la primera ciudad turística inteligente de Rumanía. Además, confieso que nos hemos fijado un objetivo importante para Brașov: solicitar el título de Capital Europea del Turismo Inteligente.»
Del mismo modo que ya existen robots que cortan carne en establecimientos de doner kebab o, como ocurre en Occidente, ya hay robots que sirven en restaurantes, los padres de Lara tienen grandes planes para ella. Además, he descubierto que Lara es una aplicación desarrollada por una empresa informática de Brașov, con capital mixto, rumano y suizo. Christian Macedonschi, me ha contado qué planes tiene para desarrollar los servicios que ofrece Lara:
«Hemos desarrollado Lara juntamente con Advanced Robotics, no para sustituir al recepcionista humano, sino para echarle una mano. Trabajan codo a codo de manera excelente. Ahora mismo, Lara está aprendiendo idiomas extranjeros. Actualmente, habla inglés, rumano y alemán, pero podrá hablar francés, italiano, español, hebreo, japonés, ruso y chino, en un proceso de aprendizaje continuo. El siguiente paso es colocar junto a Lara un robot automatizado de preparación de café, de modo que Lara podrá ofrecer un café a los turistas, y podrá transmitir la señal para que este se produzca.»
Durante estos dos primeros meses, Lara se encuentra en proceso de aprendizaje. Cristian Macedonschi nos lo ha explicado:
«Lara es básicamente una conserje del establecimiento turístico, de modo que el proceso de aprendizaje tendrá que ajustarse a los contratos firmados con los socios, proveedores de servicios, tintorerías, servicios de masaje o de deportes, y este es un proceso largo. Además, también trabajamos en la parte lingüística, en los idiomas que debe aprender Lara, y aprendemos del mercado qué otras cosas esperan los turistas exactamente. Todos los turistas que vienen interactúan con ella y les preguntamos qué otros servicios les gustaría que ofreciera Lara. Necesitamos llevar a cabo este proceso de aprendizaje piloto de dos meses. Las reacciones son extraordinarias y las exigencias son muy altas. Lara no estará a la venta, en principio se podrá alquilar, de modo que los hoteleros podrán ahorrarse, por ejemplo, contratar a un recepcionista nocturno, o a un segundo o tercer recepcionista. Ya no se trata tan solo de una cuestión económica, sino de que ya no es posible encontrar personal de recepción entregado y bien formado. El sector de la hostelería ha perdido alrededor del 30 % de sus empleados durante la pandemia. Nosotros esperamos este año volver a poner en marcha los motores del turismo y, al no encontrar el personal necesario, Lara acude al rescate.»
Lara es la primera conserje y recepcionista de hotel digital de Europa y pronto terminará su período de prueba. Estará lista para conquistar no solo Rumanía en su totalidad, sino toda Europa, tal y como esperan sus creadores. Hasta ahora se ha observado que los turistas se quedan gratamente sorprendidos al utilizar servicios digitales en la hostelería, ya que están acostumbrados a usarlos en otros sectores.
Versión en español: Víctor Peña Irles