Espectadores desde casa
En un contexto en que la pandemia hace que pasemos más tiempo en casa, lejos de las salas de espectáculos, ahora podemos disfrutar de un proyecto coreográfico diferente. Private Bodies es el nombre de un proyecto de danza contemporánea que se está llevando a cabo en Bucarest, Cluj-Napoca y Brașov, y en que participan los artistas Anamaria Guguianu, Oana Mureșanu, Cristina Lilienfeld y Cosmin Manolescu.
România Internațional, 26.10.2021, 18:36
En un contexto en que la pandemia hace que pasemos más tiempo en casa, lejos de las salas de espectáculos, ahora podemos disfrutar de un proyecto coreográfico diferente. Private Bodies es el nombre de un proyecto de danza contemporánea que se está llevando a cabo en Bucarest, Cluj-Napoca y Brașov, y en que participan los artistas Anamaria Guguianu, Oana Mureșanu, Cristina Lilienfeld y Cosmin Manolescu.
Cristina Lilienfeld nos ha ayudado a entender de qué trata:
«Es un espectáculo algo más especial, que se basa mucho en la relación, digamos, un poco más íntima, que hay entre el artista y el público. Recibí la invitación de Cosmin Manolescu, quien hace 20 años produjo un espectáculo llamado Private Show y que, en cierto modo, quiere llevar más lejos. Así, ha invitado a tres artistas, a mí entre ellas. También contamos con Anamaria Guguianu, en Brașov, y Oana Mureșanu, en Cluj. Por lo demás, nos ha dado vía libre. Lo único que nos ha dicho es que tiene que llevarse a cabo en un apartamento, que puede hacerse con una o pocas personas, es decir, no con demasiada gente, y que pretende sea un espectáculo interactivo. Es lo único que nos ha dicho. A partir de ahí, cada una de nosotras hemos empezado a desarrollar el proyecto y hemos ido en direcciones distintas. Claro, yo solo puedo hablar de mi parte, la cual, de hecho, es interactiva, con una interacción bastante sutil, en la que invito a mi público a que me acompañe y haga ciertas cosas junto a mí. He llevado algo más lejos el concepto, ya que he partido de la idea del significado de privado y el significado de público. Para esto leí un poco, me informé a partir de literatura especializada y de lo que ya se ha escrito sobre el tema, y así fui llegando al concepto de límite, es decir, qué significan los límites y dónde ponemos nuestros límites, qué implicación tiene trabajar con el límite de tu propio cuerpo, dónde acaba realmente, si acaba en la piel, si acaba más allá, en los músculos, hasta dónde llega este límite, y también qué sucede con el límite emocional. Esto no significa que intente provocar al espectador en cuanto a sus límites, ya que no es algo que haga. Sin embargo, con mi propio cuerpo y mis propios sentimientos, intento desafiarme y ver qué significa para mí la privacidad: qué puedo hacer visible y qué es lo que no puedo mostrar al público.»
Como ya sabemos que el coreógrafo Cosmin Manolescu suele traernos proyectos tan provocadores, lo hemos invitado a nuestros micrófonos, para que nos cuente más sobre el proyecto:
«En primer lugar, creo que la experiencia de bailar en la ciudad, en los parques, en las calles, de orientar la danza hacia personas que hoy en día no son necesariamente espectadoras danza contemporánea, es algo muy liberador y muy potente. Es genial cuando alguien te sonríe o cuando ves que tu danza simplemente provoca una emoción, es básicamente una pausa en el tiempo en la que puedes disfrutar del momento presente. Para mis bailes, me gusta inspirarme en la ciudad. Igualmente, desde hace un tiempo ya no bailo en salas de espectáculo. Me parece que la ciudad, con las calles, los apartamentos, y todo lo que implica, es decir, la arquitectura del espacio, brinda muchas posibilidades a la danza y a mí como artista. Actualmente estamos preparando un proyecto llamado Private Bodies, que se llevará a cabo en tres ciudades a la vez: Bucarest, Brașov y Cluj Napoca, un proyecto en el que partimos de una pieza mía muy antigua, una pieza de uno a uno, en la que bailamos para un solo espectador. Así, junto con mis compañeras, haremos una performance para los espectadores, pero en sus casas, en un formato adaptado a los tiempos de pandemia que vivimos. Sin embargo, lo que considero más interesante es este acercamiento de los artistas, el hecho de bailar con los espectadores. Tenemos muchas ganas de que llegue el estreno, que será a mediados de noviembre, simultáneamente en las tres ciudades, en que hablaremos un poco sobre esta aventura del cuerpo y la danza.»
Asimismo, se ha lanzado un llamamiento para buscar espectadores, ya que este será el modo de escoger a los anfitriones de los primeros espectáculos de este tipo. En este sentido, le he preguntado a Cristina Lilienfeld qué esperan de los espectadores:
«No se trata de una selección real, sino más bien de un llamamiento. Lo importante para nosotros es disponer de un espacio para realizar el espectáculo. Por supuesto, hemos pensado en apartamentos y no necesitamos un escenario, pero nos hace falta un mínimo de espacio y, aparte, cada uno de nosotros necesita elementos más específicos, en función de la coreografía que haya diseñado. Por ejemplo, yo necesitaré un rincón de la casa donde pueda haber oscuridad. Algunos de nosotros necesitamos una ventana. Cada uno necesita ciertos elementos específicos, que no dependen tanto del espectador, sino de la casa. Podríamos decir que se trata de un casting de casas, más que de anfitriones, ya que, igualmente, estamos abiertos a cualquier tipo de público que quiera acogernos.»
Sin embargo, si les ha tentado la idea de invitar a artistas a casa para que realicen el espectáculo, no debería frenarles la necesidad de disponer de un espacio adecuado para realizar movimientos, tal y como nos ha indicado Cristina Lilienfeld:
«Nos hemos planteado actuar incluso en estudios, si son un poco más espaciosos. No necesitamos un palacio. Cualquier tipo de espacio puede ser apto para actuar y estamos abiertos a cualquier tipo de propuesta. Para esto necesitamos un video corto, con el espacio propuesto, mediante el cual podamos darnos cuenta de si es posible realmente actuar en ese espacio o no. Creo que nos podemos adaptar a la mayoría de espacios y estamos preparados para cualquier espacio, al fin y al cabo, ya que de eso va el proyecto, de adaptarse y avanzar, más allá del paradigma del escenario clásico.»
En función del éxito que tengan, los artistas se plantearán continuar o no con este tipo de espectáculos.
Versión en español: Víctor Peña Irles