Arte por metro cuadrado
Había una vez un puente sobre el río Olănești, que más tarde vallarían con paneles de plexiglás. Aunque debido a la luz, que se reflejaba en los paneles y creaban ilusiones ópticas, hubo muchos accidentes en la zona e incluso las palomas se confundían y a menudo se chocaban contra ellos, por lo que los ediles de la localidad tuvieron una idea salvadora: pintarlas. Así es como surgió una obra digna del Libro de los Récords: Adrian Ionuț Luță ha pintado edificios antiguos de Râmnicu Vâlcea y ha tratado de ilustrar la vida rural y urbana de las gentes de antaño, en los 58 paneles que bordean la carretera que transcurre junto al río en la ciudad.
Ana-Maria Cononovici, 14.09.2021, 16:25
Había una vez un puente sobre el río Olănești, que más tarde vallarían con paneles de plexiglás. Aunque debido a la luz, que se reflejaba en los paneles y creaban ilusiones ópticas, hubo muchos accidentes en la zona e incluso las palomas se confundían y a menudo se chocaban contra ellos, por lo que los ediles de la localidad tuvieron una idea salvadora: pintarlas. Así es como surgió una obra digna del Libro de los Récords: Adrian Ionuț Luță ha pintado edificios antiguos de Râmnicu Vâlcea y ha tratado de ilustrar la vida rural y urbana de las gentes de antaño, en los 58 paneles que bordean la carretera que transcurre junto al río en la ciudad.
Adrian Ionuț Luță, profesor de educación plástica en el Palacio de los Niños en Râmnicu Vâlcea, nos ha contado cómo surgió el proyecto:
«La alcaldía me propuso realizar una pintura para decorar la zona, que también tuviera un uso práctico, es decir, el de reducir accidentes en la zona, que las palomas no se chocaran contra aquellos paneles y, de alguna manera, promover la historia de nuestra ciudad. Pensé en plasmar capítulos antiguos de la historia de Vâlcea, es decir, representar todos los monumentos de Râmnicu Vâlcea, los que han existido y los que siguen existiendo, en cada panel. Hay 58 paneles en total, repartidos en un área de casi 300 metros cuadrados, y cada panel tiene dos metros de alto por cuatro de largo. Es la única pintura sobre plexiglás del mundo, pintura al óleo. Es decir, nunca antes se ha pintado sobre paneles de plexiglás, ya que nadie asume el riesgo, se pueden pelar, degradarse muy rápido, pero yo he utilizado pinturas que tienen una durabilidad muy larga en el tiempo, es decir, de más de 50 años.»
Convencido de que funcionaría, Adrian Ionuț Luță ha elegido, como temas para sus pinturas, edificios históricos, varios monumentos, algunos de los cuales ya no existen en la ciudad:
«Cabe precisar que todavía queda un poco de tiempo para que lo certifiquen. Tenían que haberlo hecho hace año y medio, pero no ha sido posible debido a la pandemia. Son monumentos de Râmnicu Vâlcea, como la casa Anton Pann (N. de la R.: la Casa Museo Anton Pann, monumento de arquitectura urbana, construido a mediados del siglo XVIII, es un museo de la provincia en Râmnicu Vâlcea, que alberga la exposición memorial de Anton Pann, escritor nacido en 1794, Sliven, Bulgaria, y fallecido en 1854, en Bucarest), la estatua de Mircea I de Valaquia de la plaza, un teatro muy antiguo (N. de la R.: que ya no existe), la antigua oficina de correos, el edificio del ayuntamiento, la estatua de Alexandru Lahovari. Como profesor en el Palacio de los Niños, trabajaba hasta las 12 y desde esa hora hasta las 10 u 11 de la noche me dedicaba a pintar esos paneles. Pintaba incluso en el frío, con diez grados negativos (N. de la R.: Celsius) yo me iba hasta allí, con guantes, muy bien abrigado y me ponía a pintar. Pero pintaba con gusto. También me han ayudado mis alumnos del Palacio de los Niños. Tenía que respetar la fecha límite del proyecto. Respeté esta fecha límite, aunque el tiempo fuera desfavorable, hice todo lo posible para acabar antes de la fecha límite.»
Los vecinos de Vâlcea que cruzan el puente Carol están contentos con el cambio de aspecto de la zona y opinan que la idea es excelente, cosa que ha confirmado el propio artista:
«La gran mayoría de los vecinos de Vâlcea están muy contentos con los paneles, son únicos en todo el mundo. He tratado de crear un museo al aire libre, he incluido mensajes en estos paneles, cada panel lleva un nombre, al pintar cada monumento también he indicado su nombre, mencionando dónde se encuentra o se encontraba. Estos paneles también llevan pinturas fosforescentes integradas, de modo que por la noche destacan más e iluminan un poco la zona. Les puedo decir que he disfrutado mucho elaborando este proyecto, al que me he dedicado en cuerpo y alma, y me encanta lo que hago. He tratado de crear una especie de simbiosis entre el arte callejero y la pintura de caballete. En el arte urbano se trabaja con grafiti, en la pintura de caballete se trabaja con pinturas al óleo. Yo, básicamente, he combinado las pinturas al óleo con el arte callejero y, de algún modo, he logrado crear un museo al aire libre con un tema educativo.»
Adrian Ionuț Luță también nos ha contado que pasa cada día por el puente del centro de la ciudad para ver las pinturas y reparar cualquier desperfecto que haya, ya que todavía se dan casos de pinturas rayadas o cubiertas parcialmente de grafitis. Hasta que se certifique el récord, tan solo podemos felicitar a este artista plástico tan entusiasta.
Versión en español: Víctor Peña Irles