Fin de semana en el Museo Nacional de Arte Contemporáneo
El Museo Nacional de Arte Contemporáneo de Bucarest (MNAC) no deja de sorprendernos. Tras presentar exposiciones de arte poco convencionales, algunas incluso demasiado controvertidas, con colecciones que se renuevan cada seis meses o instalaciones gigantes que impresionan nada más entrar, al estar encerrados en casa debido a la pandemia, el MNAC ha creado proyectos para acercar el museo a los niños.
România Internațional, 16.03.2021, 18:05
Se han presentado los siguientes: «El arte contemporáneo desde el plancton hasta el vuelo intergaláctico», una serie de talleres que ayudan a comprender la exposición de la Colección MNAC, «Viendo la historia. 1947-2007», explora de dónde proviene y se nutre el arte contemporáneo, en general; «Una noche en el museo», ofrece talleres adaptados a los más pequeños, que los ayudan a comprender la exposición de la Colección MNAC, «Viendo la historia. 1947-2007», con una fórmula cercana; «Arte por correspondencia», un proyecto que aúna a niños y gente mayor, de modo que se facilita la correspondencia entre generaciones, así como un proyecto de lectura del que hablaremos con más detalle hoy. El proyecto denominado «Fin de semana en el MNAC en línea: tardes de lectura para los más pequeños» propone cada semana la lectura de un título de la biblioteca del museo, para despertar el interés de los más pequeños por la lectura, el arte y, al mismo tiempo, favorecer el diálogo.
Astrid Bogdan, bibliotecaria del MNAC, nos ha contado la historia el proyecto:
«A finales del año pasado puse, junto con mis compañeros, los cimientos de lo que hoy llamamos “Tardes de lectura en el MNAC”. Básicamente, todos los viernes, a partir de las siete de la tarde, nos reunimos pequeños y mayores y leemos cuentos de nuestra biblioteca, la biblioteca del museo. Paulatinamente, intentamos combinar estas sesiones, centradas sobre todo en la lectura, con pequeñas intervenciones gráficas de ilustradores de libros, así como con actuaciones musicales, de modo que las intervenciones sobre el texto, tomen sonido y color, ¿por qué no? Tenemos la oportunidad de descubrir algunos títulos justamente mediante la lectura de los autores. No imponemos límite de edad, ya que nuestros talleres son inclusivos. Queremos igualmente seguir con la vieja costumbre de contar cuentos junto al fuego, y es que este programa es gratuito. Además, la ventaja de organizarlo constantemente en el entorno virtual hace que tengamos participantes tanto a escala local como internacional.»
Se apoya tanto a autores de libros rumanos como extranjeros, como nos ha contado la interlocutora, a lo que ha añadido:
«Algunas de las tardes de lectura las dedicamos a libros que tratan el tema de la recuperación de niños con autismo u otros problemas de desarrollo, niños con ciertas habilidades especiales. De algún modo, iniciamos este programa de forma algo enrevesada en diciembre, con el título Aiurea în tramvai y continuamos con el título Introvest, que reunió a muchos lectores. Durante estas semanas, tratamos de acercar a los autores, de modo que cada viernes por la tarde tenemos a un autor que lee parte de su obra.»
Le he preguntado a Astrid Bogdan si hay muchos participantes en las tardes de lectura:
«Hay tardes y tardes: tardes en las que tenemos treinta participantes, tardes en las que tenemos muchos más, un día llegamos a casi setenta. Intentamos organizar este evento semana tras semana, dedicando las tardes a los más pequeños, así que hemos optado por un número de 25 participantes, y si hay más gente, organizamos por separado, otro día, otra tarde de lectura.»
Después de participar, la gente envía mensajes de apoyo, lo que, junto con el número creciente de personas que quieren participar, es un impulso para proseguir con el proyecto y buscar más y más títulos únicos y nuevos. Astrid Bogdan ha precisado que tras descubrir la biblioteca del MNAC, que está abierta de lunes a viernes entre las 13:30 y las 17:30 y el primer domingo de cada mes, también a la misma hora, la gente acudía con ganas de explorarla:
«También he tenido que leer en la biblioteca, lo que me lleva a querer organizar, en algún momento, estas tardes de lectura en la terraza del museo, cuando la situación lo permita. Aun así, seguiremos en el medio virtual, ya que hay muchos usuarios que prefieren participar desde su ciudad natal, y no me refiero solo a ciudades de Rumanía, sino también a otras ciudades de fuera. Consideramos que cualquier joven puede, a través de la lectura y el arte, alcanzar la libertad de elección, además de establecer ciertos hábitos auténticos, ya que apostamos por cuentos que no prescriban».
Se trata de una invitación que vale la pena aceptar y dedicar alguna tarde.
Versión en español: Víctor Peña Irles