Flores, chicas, películas o chicos…
Muchas comunidades rurales de Rumanía han centrado la atención de las ONG que han desarrollado proyectos para mejorar el acceso a la cultura y enseñanza de los niños del ámbito rural. Así, varios profesores apasionados fueron desplegados en estas zonas. Al analizar semejante proyecto para la realización de un documental, al equipo PATRUPETREI se le ha ocurrido la idea de realizar una serie de talleres de cortometraje realizados por los niños del distrito de Călărași, en el marco del proyecto Focus.
România Internațional, 12.01.2021, 17:10
Andrei Dudea, administrador de Patrupetrei, nos ha contado lo siguiente:
”En realidad, el proyecto FOCUS consta en una serie de talleres de documentales para niños con edades comprendidas entre los 10 y los 14 años. Organizamos talleres de teoría porque nos interesa muchísimo trabajar este segmento destinado al desarrollo del espíritu crítico de los niños. Los talleres teóricos significan encontrarnos, ver juntos películas u otros productos que consumen los niños tales como videoclips musicales, series o culebrones. El espectro de productos que consumen los niños es bastante amplio. Ellos consumen muchísimo videoblogueo, música mainstream (corriente). También miramos documentales juntos e intentamos analizarlos, adivinar a los protagonistas, cuáles son los temas, cómo se construyen. Lo hacemos a un nivel básico, no entramos en detalles porque se trata de niños de 11-12 años de edad. Sin embargo, intentamos demostrar que apoyados por el montaje y con la ayuda de la música, un producto mediático se puede manipular muy fácilmente. Nos interesa transmitir de cierto modo esta información porque una sección importante en este proyecto es el desarrollo del espíritu crítico.”
Después del enfoque teórico sigue la parte práctica del proyecto. Andrei Dudea:
“Organizamos algunos talleres prácticos, es decir les enseñamos a rodar y a elegir un tema. Les voy a poner un ejemplo: los temas más utilizados son las películas sobre el fútbol. Todos los chicos quieren hacer películas sobre el fútbol en las comunidades donde yo fui. Después de enseñarles cómo elegir un tema y manejar un poco la cámara, les prestamos las cámaras y los niños aprenden independientemente. Primero aprenden con sus mentores sobre el rodaje y sobre cómo se construye una película corta y trabajan independientemente o en equipos, pero independientemente de las personas que les enseñaron a rodar. Es importante porque se trata de un factor más de responsabilidad.”
Andrei Dudea nos ha contado que, sobre todo, se desea desarrollar la confianza de los niños en sí mismos:
“Fundamentalmente hablando, a nosotros nos interesa más bien la zona de responsabilidad del niño, es decir los niños que participan en el taller entiendan cómo se construye y cómo se lleva a cabo un proyecto. Creo que es importante que un niño finalice un proyecto, por más hermoso o feo que sea dicho proyecto. Es importante ver cómo acaba un proyecto que empezó. A nosotros nos interesa muchísimo aumentar la confianza en sí mismos. Hasta ahora organizamos dos talleres y estamos trabajando en el tercero. Quiero decirles que ya hemos encontrado a dos niños muy talentosos en esos dos talleres.”
La segunda edición del proyecto Focus, Talleres de cine para adolescentes, se desarrolló en plena pandemia, cosa que afectó tanto al proyecto, ya que algunos talleres se organizaron en línea, como a los niños. El objetivo del minidocumental es observar cómo han sentido los jóvenes los cambios de su alrededor así como a qué retos se han enfrentado en la enseñanza en línea. Éstos han aprendido a contar su propia historia a través del arte cinematográfico con el apoyo de los mentores, Andrei Dudea y Ruxandra Gubernat.
Sin embargo, los niños de hoy en día saben más de lo que nos imaginamos sobre películas, según nos ha confirmado Andrei Dudea:
“Los niños de hoy en día están mucho más expuestos al consumo mediático, tienen teléfonos móviles, graban, utilizan TikTok e Instagram, entienden cómo exponerse y cómo exponer sus ideas. Las películas realizadas por los niños forman parte de un documental en el que fragmentos de vida rural centran la atención: de la pandemia a la reacción de las personas del pueblo en cuanto a las restricciones, «Panfleto histórico», «Miutza» o «El último herrero»”.