Una aventura espacial
Cien años antes de que se llegara a la luna, el escritor francés Julio Verne publicó en 1865 el libro «De la Tierra a la Luna», en que describe la aventura de tres personas que se han catapultado desde la Tierra en un proyectil disparado por un formidable cañón para aterrizar en la Luna.
România Internațional, 17.09.2019, 18:43
Cien años antes de que se llegara a la luna, el escritor francés Julio Verne publicó en 1865 el libro «De la Tierra a la Luna», en que describe la aventura de tres personas que se han catapultado desde la Tierra en un proyectil disparado por un formidable cañón para aterrizar en la Luna.
Esta es solo una de las historias que se nos recuerda una vez que entramos en la exposición Space Adventure en Bucarest. Una vez dentro, la oscuridad nos lleva a un descubrimiento espacial. Podemos experimentar la sensación de un vuelo y mirar a través de un parabrisas simulado de una nave espacial qué es lo que verían los astronautas durante su viaje para descubrir el espacio cósmico.
Vemos el modelo de cohete de Julio Verne o imágenes de películas hechas según sus libros. Y esto se debe a que, como se muestra en la exposición, algunos de los escenarios de la misión imaginada por Julio Verne son sorprendentemente similares a las actividades del programa Apolo de la NASA.
Luego descubrimos cómo aparecieron los pioneros de la exploración del universo, primero en historias fantásticas de autores como H. G. Wells o el mismo Verne. Pero también descubrimos cómo el ruso Eduardovich Tsiolkovskz, un autodidacta que se inspiró en la literatura fantástica, aprendió todo lo que pudo de diferentes campos de la ciencia que encontró útil para acercarse al espacio y explorarlo. De hecho, también se le ocurrió la idea de que la mejor forma de viajar al espacio sería un cohete con combustible líquido, hidrógeno y oxígeno, para lo cual procuró crear diferentes sistemas de mezcla. También de la época de la exploración pionera, vemos el cohete-vagoneta de Von Braun. Finalmente llegamos a la primera llegada del hombre a la Luna y descubrimos increíbles colecciones con cientos de piezas del Centro Espacial y de Cohetes de EE. UU., objetos de cosmonautas utilizados en misiones espaciales de la NASA, rocas lunares recolectadas por los astronautas en las diversas misiones Apolo, trajes de astronautas y copias de cohetes y cápsulas espaciales. También hay curiosidades divertidas como el palo de golf diseñado por el comandante del Apolo 14, Allan B Sheaerd, con el cual consiguió golpear dos bolas durante su misión en la Luna.
Más allá del espacio de exposición propiamente dicho que mide más de 2500 metros cuadrados, también hay un área para aquellos que desean descubrir qué tal les va el traje de astronauta, probar sus habilidades en un campo de entrenamiento o conducir una nave espacial real.
Nicolae Cioca vino a la exposición con sus nietos, porque:
“Vieron en la televisión, vieron el cartel en la calle y me pidieron que los trajera. ¡Están muy emocionados! Han estado aquí y quieren volver. El chico ha ido en avión, le gustó mucho y quiere ir una vez más. Ahora están en el simulador «.
Le he preguntado a Nicolae Cioca si recomendaría esta experiencia a otros, adultos y niños:
«¡Por supuesto! Es algo especial. Realmente no esperaba ver algo así”.
Y debido a que en el simulador espacial que da vueltas en todas las direcciones, los niños parecían divertirse, invitamos a Alina Savu, «tutor de los simuladores», a contarnos qué podemos experimentar aquí:
«Presentaré en la primera fase el simulador 5D, 5 Degree Spinner, los cinco grados de libertad o un simulador de gravedad cero, destinado a mostrar a los pequeños lo difícil que puede ser una misión, cuando no tenemos la estabilidad que ofrece la gravedad y al mismo tiempo sentir ese estado flotante que experimentan los astronautas. Además, aquí tenemos el Multi Axis Trainer, también adecuado para los pequeños y los grandes, porque a los más pequeños se les puede dar una altura de 1,35 metros que simula el estado de pánico en el que pueden entrar los astronautas cuando pierden el control de la nave, cuando salen de nuestra capa atmosférica y con la fricción del aire pueden ocurrir esas turbulencias. Tenemos el simulador de aviones de combate en que se simula un viaje en avión, pero también un combate aéreo. Debido a que tenemos estos simuladores que están conectados en serie pueden competir entre ellos. También tenemos simuladores de realidad virtual VR, donde pueden experimentar un viaje espacial, en una nave donde pueden ver estrellas, planetas, una nebulosa o un agujero negro. Tenemos de todo para todos «.
Alina Savu nos ha dicho cómo se sienten aquellos que prueban los simuladores:
«La mayoría de ellos están muy contentos, tienen curiosidad y ganas de probar todos los simuladores, incluso los más pequeños de cinco años de edad, por ejemplo. Les gusta mucho entrar en Multi Axis Trainer, que realmente te hace girar en todos los ejes. Tienen una reacción positiva a cada uno de los simuladores. ¡Incluido sus padres!”
Hasta los trajes de los guías de los simuladores son los de futuros astronautas que se están entrenando en Space and Rocket Center Alabama. La exposición Space Adventure está abierta en Bucarest hasta mediados del próximo mes de octubre.