Ford V8 y otros “motosaurios”
Los conocemos más de las películas en las que fueron estrellas mudas en las recreaciones de la época de principios del siglo XX. Están también en algunas colecciones privadas e incluso en algunos museos. Lo que pocos saben, y a nosotros nos ha contado un aficionado, es que en la Rumanía del periodo de entreguerras, en Bucarest se fabricaban coches Ford, y algunos están en proceso de restauración.
România Internațional, 03.09.2019, 09:37
Vlad Capotescu ha sido durante 10 años presidente de la Filial Retromobil, Timiş, es miembro de la Comisión de Cultura de la asociación a nivel nacional, y nos ha contado la historia del Ford :
“Henry Ford puso al mundo sobre ruedas, literalmente. Hasta que se fabricara el Ford Modelo T, en el año 1907, un 95% de la población del mundo se desplazaba como máximo 100 kilómetros alrededor de la localidad en que nacía, y esto durante toda su vida. Cuando se fabricó el Ford Modelo T, la gente empezó a desplazarse, se desarrollaron las relaciones económicas, comerciales, el mundo empezó a moverse. El Ford Modelo T impulsó la economía estadounidense. Henry Ford llegó a producir en el año 1930, cuando concedió también una entrevista al periódico parisino Le Figaro, 7.500 coches al día. También aquel año, cuando llegaron a Europa, se planteó la cuestión de abrir una fábrica, todavía no habían elegido el lugar. En 1934 recibieron el visto bueno para construir la fábrica. Fue un proyecto extremadamente moderno en aquella época, una nave con la estructura de hormigón armado, proyectada por el profesor arquitecto Duiliu Marcu, compraron un terreno en la vía Floreasca y la compañía fue denominada Ford Româna SAR. Según la información que tenemos, en 1935 empezó el montaje del modelo V8 1935, para que en 1936 empezara el montaje del modelo 1936, con placas de identificación Ford Rumanía.
En la línea básica de los motores V8 se basó la construcción de los motores para los IMS 57 y Aro M461, los primeros modelos de todoterrenos rumanos ensamblados en nuestro país, según ha contado nuestro interlocutor.
Respecto a la situación actual, Vlad Capotescu ha afirmado lo siguiente:
“La situación es bastante triste. Hay agonía y éxtasis. Hubo agonía después del año 1990, cuando en el caos legislativo de entonces, la mayoría de los coches que conocemos de las películas de Sergiu Nicolaescu, fueron llevados al extranjero. Hasta 2007, cuando Rumanía se adhirió a la UE, no hubo una ley que protegiera los coches históricos. Cuando ingresamos en la UE, nuestro país se vio obligado a tomar medidas de este tipo. Y se tomó la medida de proteger los vehículos históricos, como patrimonio mundial de la UNESCO. La Retromobil llegó a ser miembro de la Federación Internacional de Vehículos Antiguos y los coleccionistas rumanos pudieron reconstituir sus documentos, mediante el certificado de vehículo histórico, podían importar coches, y ahora estamos en un estado de éxtasis : los coches antiguos vuelven a nuestro país. Actualmente, en Rumanía tenemos aproximadamente 2.500 coches antiguos registrados como vehículo histórico.
Si hacemos una comparación con Eslovenia, país con un poco más de 2 millones de habitantes y 8000 vehículos históricos, es poco, ha afirmado también Vlad Capotescu.
“Una de las condiciones necesarias para la certificación como vehículo histórico es que el coche esté en perfecto estado de funcionamiento y sea original, es decir que desde el punto de vista técnico y óptico esté como si hubiera salido hoy por la puerta de la fábrica. Esta es la condición a nivel europeo. No cualquier coche antiguo es vehículo histórico. Las únicas modificaciones que uno está obligado a hacer son las de montar la instalación de señalización, si no la ha tenido. Pero aparte de esto, el coche debe ser original.
Vlad Capotescu ha afirmado que en nuestro país hay aproximadamente 12 o 13 modelos de Ford V8, todos en muy mal estado, pero nos ha dado también una buena noticia:
“Hay 3 o 4 coches en proceso de restauración que esperamos que funcionen en los próximos años y hay otros 10 coches también del modelo Ford V8 importados, aproximadamente idénticos a los que se fabricaban también en Rumanía, que están en estado de funcionamiento y están certificados como vehículo histórico. Pero ninguno de los coches fabricados en Rumanía está actualmente en estado de funcionamiento. Uno debe ser aficionado. Como economista, en cuanto a la eficiencia, les digo que no es rentable.
Y esto porque la restauración cuesta más del doble del precio de compra, según ha explicado Vlad Capotescu. A pesar de ello, los coches antiguos de Rumanía se están preparando para el desfile.
“El 1 de junio recordaremos el primer concurso internacional de coches, del Banato, que tuvo lugar el 19 y el 20 de mayo de 1930. Fue el primer concurso organizado bajo los auspicios de la Casa Real. Participaron el príncipe Ghica y el príncipe Nicolás, entre los demás invitados, y al día siguiente tuvo lugar el primer concurso de elegancia automotriz de Rumanía, cuatro años antes que el de Sinaia. En aquella época, en el concurso participaron 6 coches, y otros 6 en el concurso de elegancia. Ahora queremos juntar al mayor número de coches posible del periodo de entreguerras de la zona del Banato. Se han inscrito 7 equipos del país, esperamos que confirmen también los compañeros de Hungría y de Serbia, y así todo el Banato estará presente en Timişoara. Les invitamos a Timişoara a ver los coches, porque será un concurso atípico. Es decir que no organizaremos un rally propiamente dicho, sino que habrá unas pruebas divertidas para los conductores: tendrán que conducir entre jalones, de frente, marcha atrás, porque los coches de este tipo no son fáciles de manejar. En cambio el próximo año, cuando se cumplen 90 años, hemos iniciado ya la negociación con los compañeros de Hungría y Serbia para hacer un circuito propiamente dicho, en el triángulo del Banato.
También esta vez el concurso de Timişoara tiene lugar antes del concurso de Sinaia. Y esto porque el Retromobil Club Rumanía organiza el sábado, 29 de junio de 2019, la novena edición del Concurso de Elegancia de Sinaia, en el que están invitados a participar los coches antiguos.