DISCO BTT
La exposición “DISCO BTT – LAS DISCOTECAS DE LA ÉPOCA COMUNISTA fue organizada por primera vez en 2017, en Bucarest, con el apoyo de la Administración del Fondo Cultural Nacional. Fue un éxito total, más de 5.000 visitantes han pisado el umbral del Palacio Știrbei de Bucureşti, edificio que albergó el evento. Cabe añadir que el proyecto fue recompensado con el premio al fomento del patrimonio cultural inmaterial.
România Internațional, 09.10.2018, 16:02
La exposición “DISCO BTT – LAS DISCOTECAS DE LA ÉPOCA COMUNISTA fue organizada por primera vez en 2017, en Bucarest, con el apoyo de la Administración del Fondo Cultural Nacional. Fue un éxito total, más de 5.000 visitantes han pisado el umbral del Palacio Știrbei de Bucureşti, edificio que albergó el evento. Cabe añadir que el proyecto fue recompensado con el premio al fomento del patrimonio cultural inmaterial.
El concepto de dicha exposición le pertenece a la directora de escena Iulia Rugină, famosa por sus películas Breaking News, Love Building (2013) y Stuck on Christmas (2010). Le pedimos a Iulia Rugină que nos cuente cómo surgió la idea del proyecto:
“Esta idea se me ocurrió hace aproximadamente tres años, cuando empecé una investigación para una película de ficción que quería rodar. En dicha película, uno de los personajes tenía que ver con aquella época, había trabajado como DJ. Nos pareció interesante presentar toda esta información recopilada al público. Es verdad que hay muchas historias, pero nadie ha dedicado su tiempo para juntar esta información y nosotros dimos este primer paso.
La exposición “DISCO BTT – LAS DISCOTECAS DE LA ÉPOCA COMUNISTA es una creación artística original, inspirada en elementos de aquella época. El visitante puede ver varios espacios no convencionales. Se trata de una visita sensorial por varias habitaciones, cada una creada según realidades de la época comunista. Más exactamente, son 6 habitaciones. No existen guías, es una visita individual, no existen visitas de grupo, cada una de las personas puede permanecer el tiempo que quiera en cualquiera de las habitaciones. Amplía detalles, Iulia Rugină:
“Nosotros ideamos el proyecto como una creación artística original. Hay varias habitaciones y cada una de las mismas presentan un aspecto de dicha época. Nos centramos en aquellos espacios donde la gente podía escuchar música, en una época en que había mucha censura. Estoy segura de que muchos todavía recuerdan aquellas discotecas. Nos pusimos en contacto con varias personas que vivieron aquello para recopilar información, pero también para que nos ayudasen con material para la exposición: carteles, aparatos, discos, música… Se trata de una experiencia sensorial que cada visitante puede vivir en su propia piel.
Se puede afirmar que el éxito del proyecto superó con creces las expectativas de su coordinadora:
“Personalmente no esperaba que el proyecto gozara de tanto éxito, porque pensé que no contábamos con un público acostumbrado a este tipo de manifestaciones culturales innovadoras. Sin embargo, contamos con un público muy variado, gente que vino a recordar aquellos tiempos, gente que trajo a sus nietos para que conocieran la época de su juventud, pero también jóvenes interesados en esta zona cultural. Yo creo que logramos inspirar mucha emoción, tanto en el caso de los que vivieron aquellos tiempos, como en el caso de los más jóvenes.
Este otoño la exposición será presentada también al público de Cluj-Napoca. El horario de visita es el mismo de las discotecas de antaño. Habrá muchos elementos sorpresa este año. El acceso es gratuito.
¿Qué hay de nuevo este año? Nos lo dice Iulia Rugină:
“La exposición es casi idéntica a la de Bucarest. Tuvimos que adaptar ciertos aspectos a causa del espacio, que es otro. Hay mucha música, muchas fotos… En Bucarest pasó algo sensacional, la gente se puso a bailar, de modo especial en la última habitación que es un espacio donde recreamos una discoteca de los años 80. Lo mejor de la exposición es que, de cierto modo, logra trasladar al visitante a la época comunista.
Los organizadores contaron con el asesoramiento de Sorin Lupașcu, conocido DJ de la época comunista. La escenografía le pertenece a Andreea Popa, una persona que ha venido colaborando con directores famosos como Claude Lelouche, Joel Schumacher, Cristi Puiu, Cristian Nemescu y Nae Caranfil. De las luces se encargó el especialista Alin Popa. Y la buena noticia es que los organizadores quieren llevar esta exposición a otras ciudades de Rumanía.
(Versión española: Valeriu Radulian)