Dragomir Hurmuzescu, padre de la radiodifusión en Rumanía
Para todo aquel que siga pensando que la radio es un aparato técnico capaz de transmitir magia e incentivar la imaginación, el nombre de Dragomir Hurmuzescu debe ser de obligado recuerdo y cumplido reconocimiento, pues es el padre de la radio rumana.
Irina Calin, 31.10.2022, 11:09
Para todo aquel que siga pensando que la radio es un aparato técnico capaz de transmitir magia e incentivar la imaginación, el nombre de Dragomir Hurmuzescu debe ser de obligado recuerdo y cumplido reconocimiento, pues es el padre de la radio rumana.
Dragomir Hurmuzescu nació el 13 de marzo de 1865, justo un mes de después del Dia Mundial de la Radio celebramos su 155 aniversario natalicio.
En la epoca en que comienza la historia de la radio era Hurmuzescu era ya un fisico conocido en Rumania.
En agosto de 1917, Hurmuzescu y su familia, junto con varios otros profesores conocidos que habian sido educados en París, fueron enviados a Francia para promover los intereses nacionales. En París, se ocupa de establecer los principios sobre los cuales se debe desarrollar la educación especializada en el país.
En marzo de 1919, después del final de la guerra, Hurmuzescu regresa al país, y en 1922 se convierte en presidente de la Sociedad Rumana de Difusión Radiotelefónica.
En 1925, en el Instituto Electrotécnico de la Universidad de Bucarest, dirigido por el profesor Dragomir Hurmuzescu, se construyó y se puso en uso el primer receptor de radio que hizo posible las primeras audiencias públicas, dos veces por semana, los jueves y los sábado, a las 21.30 horas de la tarde .
(Foto: El eletroscopo de Hurmuzescu)
Con respecto a este momento, el profesor Hurmuzescu declaró, en 1938, que: En Rumanía las primeras recepciones se llevaron a cabo por medios experimentales y por el personal de las secciones radiotelegráficas del Instituto Electrotécnico de la Universidad de Bucarest. En los anexos de su laboratorio (antiguos establos), se hicieron las primeras demostraciones de escuchar mensajes del extranjero, los de Viena fue los mejor escuchados en Bucarest en ese momento. En estas reuniones llegaba una multitud de curiosos para convencer la maravilla de escuchar música y palabras, traídas por el aire por ondas electromagnéticas, desde países situados a miles de kilómetros de distancia. Y la gente curiosa, ansiosa por conocer este misterio,llenaban no solo la sala y los pasillos sino, sino incluso el patio frente al laboratorio en las tardes para las sesiones de recepción.
El 26 de marzo de 1925, se crea la Asociación de Amigos de Radiotelefonía, por iniciativa de la Sociedad de Física de Rumania, también dirigida por Dragomir Hurmuzescu.
En 1926, Dragomir Hurmuzescu estableció en Bucarest la primera emisora de radiodifusión del país. Durante el mismo período, también hizo los primeros intentos de transmisión inalámbrica de telegrafía.
En 1927 se construyen las primeras emisoras rumanas en el Instituto Electrotécnico, una de las cuales operará en ondas cortas, siguiendo un proyecto del Ing. Emil Petraşcu. Durante este período, el profesor Dragomir Hurmuzescu transmitía dos veces por semana, en la longitud de onda de 350 metros, programas para 2000 suscriptores.
En 1928, fue elegido presidente de la Junta Directiva de la Sociedad de Radiodifusión de Rumania.
El 1 de noviembre de 1928, se realizó la primera transmisión de radio de la estación de Radio Bucarest, a las 5:00 pm, en la longitud de onda de 401,6 metros, con una potencia de 0.4 kW.
Hola, hola, aquí Radio Bucarest. El programa fue inaugurado por el profesor Hurmuzescu
Para, los amigos y protectores de la Radio,
Digo estas palabras, hoy cuando comenzamos la serie de prograqmas con una pequeña estación temporal. Por ahora, la difusión de nuestros programas no irá más allá del cielo de las fronteras del país. Pero, en unos meses tendremos el puesto más alto, sus ondas cruzarán armoniosamente el cielo europeo, llevando también nuestro pensamiento de paz y buen entendimiento, hacia una cultura y civilización superiores.
Para el desarrollo completo de nuestra institución, es necesaria la ayuda de todos los que están trabajando para elevar nuestro país. No crean que la radio es solo una cuestión de diversión.
La radiofonía es de gran importancia social, mucho más allá del teatro, para la difusión de la cultura y para la unificación de las almas, ya que puede dirigirse a todo el mundo, entrando en las casitas de las más humildes aldeas. Pronto se convertirá en un criterio sobre el grado de desarrollo de un pueblo.
Es por eso que debemos hacer todo lo posible recuperar el retraso frente a nuestros vecinos en este asunto. Cumplamos cada uno con nuestro deber.
A través de la máxima participación de los amantes de la radio, a través de su contribución efectiva, podremos asegurar un rápido desarrollo de esta aplicación, para el levantamiento cultural y económico del país, sin muchos sacrificios del estado, pero, gracias a todos.
¡Enhorabuena!
En 1931, bajo la presidencia de Hurmuzescu, se estableció la Asociación General de los Radioaficionados.
En 1934, por iniciativa de Hurmuzescu, fue posible organizar en Bucarest el primer Congreso de Ciencias en Rumania.
En el otoño de 1937 se jubiló, y en 1948 los comunistas decidieron eliminar al profesor Hurmuzescu de los miembros de la Academia.
Murió mientras escribía sus memorias, el 31 de mayo de 1954, en Bucarest, desconocido y olvidado a causa de las autoridades estalinistas de la época.
Fuera del país sus meritos continuaron ser reconocidos En 1965, en el centenario de su nacimiento, la UNESCO rindió homenaje al gran fisico, padre de la radiodiusion rumana a través de una sesión científica mundial.
Después de la caida del comunismo, en 1990 en la Academia Rumana procede a una reparación moral, por lo que Dragomir Hurmuzescu volvio a ser integrado, post-mortem, entre sus miembros.
Para honrar su memoria, uno de los premios de la Academia rumana, el que está en el campo de las ciencias físicas, lleva su nombre hoy, y anualmente se lleva a cabo el Concurso Nacional de Física Estudiantil Dragomir Hurmuzescu,