Marian Ochoa de Eribe sobre «El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes»
Irina Calin, 28.10.2019, 21:59
Marian Ochoa de Eribe es traductora y promotora de literatura rumana en España. Es conocida en primer lugar por sus exitosas traducciones de la prosa de Mircea Cărtărescu, premio Formentor de las Letras 2018.
El gran éxito en España y Latinoamérica de este autor rumano, un habitual de las quinielas del Nobel de literatura desde hace años, se debe en buena medida a la labor excelente de su traductora y a la estrategia de promoción de su editor, Enrique Redel director de Impedimenta.
Pero Marián no traduce solo a Cărtărescu. Este año ha firmado la versión española de la novela El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac. (1978, República de Moldavia). Desgarradora, llena de matices y reflexiones, profunda, poética son los calificativos que se repiten mucho en las crónicas sobre esta novela publicada por la misma editorial Impedimenta.
¿Cómo descubrió a Tatiana Tibuleac y cómo ha sido recibido esta novela en España?
¿En qué está trabajando ahora? ¿Cuándo da por terminada la traducción de la segunda parte de Cegador de Cărtarescu? y un poco más
Marián Ochoa de Eribe de nuevo en Radio Abierta:
Este año la novela de Tatiana Tibuleac ha sido finalista de lo Premios de la Asociación de Libreros de Marid
Mejor Libro de Ficción
El verano que mi madre tuvo los ojos verdes, de Tatiana Țîbuleac, editada por Impedimenta, es la finalista en esta categoría. Traducida por Marian Ochoa de Eribe, esta obra “nos regala un ejercicio de maestría narrativa. Una relación de odio entre una madre y su hijo imposible de resolver. La inquina y el rencor provocados por la falta de amor, construyen un personaje cruel que deja al lector impactado y aturdido, pero que conmueve hasta los cimientos en un libro que ahonda sobre las dolorosas relaciones materno filiales, y que es una invitación en forma de chantaje que hace que la muerte, por fin, despierte un sentimiento en un personaje que nunca ha sentido nada por la vida, con un velo de esperanza sobre las relaciones y la reconciliación y que deja una profunda huella, sentencia el jurado.