Deportes: La esgrimista Ana-Maria Popescu Brânză
La gran espadachina rumana Ana-Maria Popescu anunció su retirada de la actividad competitiva. Definitivamente regresaré al gimnasio, pero nunca más usaré este traje en una competición oficial y es difícil, dijo la deportista.
Simona Sarbescu, 22.12.2021, 12:33
Según el Comité Olímpico y Deportivo de Rumania, Ana-Maria Popescu anunció el martes que se ha retirado después de 20 años de gran desempeño. El anuncio llegó en el canal de youtube, con algunas lágrimas y mucha emoción.
“Gente, eso es todo, parece que está llegando a su fin. (…) Fue la última competicion para mí y de alguna manera pensé que estaba lista para este momento porque no tengo ganas de ir más lejos, eso fue todo y de alguna manera creo que desde pequeña me prometí que me sentiría cuando es hora de parar y ha llegado este momento. Lo sé porque ya no tengo la motivación para seguir, todo me duele demasiado, creo que es hora de empezar una nueva vida o de tener una vida fuera de la sala de esgrima. Definitivamente regresaré al gimnasio, pero nunca volveré a usar este traje en un concurso oficial y es difícil , dijo la deportista.
Según COSR, Ana-Maria Brânză Popescu ha estado en 5 ediciones de los Juegos Olímpicos, tiene 3 medallas olímpicas en su récord, 6 mundiales y 11 europeas.
Fue subcampeona olímpica en los Juegos Olímpicos de Verano 2008 en Pekín y 2020 en Tokio , campeona olímpica por equipos en 2016 en Río de Janeiro, tres veces campeona mundial (2019 individual y 2010 y 2011 por equipos) y siete veces campeona de Europa (2013 individual y 2006, 2008, 2009, 2011, 2014 y 2015 por equipos). Ha ganado 14 torneos de la Copa del Mundo a lo largo de su carrera y ha sido declarada Mejor Espadachina del Mundo en las temporadas 2007–2008, 2008–2009, 2012–13, 2019–20 y 2020–21.
Con estos 5 títulos, Ana Maria Popescu se convierte en la espadachina más galardonada en la historia de la Copa del Mundo, superando a las francesas Laura Flessel y Emese Szasz-Kovacs (de Hungría), ambas con tres victorias finales.
Más conocida al público como Ana-Maria Brânză, nuestra valiosa espadachina nació el 26 de noviembre de 1984. Su primer éxito se produjo en las competiciones internacionales organizadas en 2001, en Polonia, donde terminó primera en los Mundiales de cadetes. Un año más tarde lograba coronarse como campeona mundial juvenil en Turquía. El año 2002 fue especial para la rumana Ana Maria Branza, que, después de su éxito en juveniles, sorprendía a todos en la Copa mundial en Lisboa, donde se clasificó en el tercer puesto.
En los JJ.OO. de Atenas 2004, donde la esgrima rumana había puesto todas sus esperanzas en ella, Ana Maria se situó solo en el 16º puesto, pero se tomó la revancha en Pekín 2008, donde obtuvo la medalla de plata, siendo este el resultado más notable de la esgrima rumana en los juegos desarrollados en la capital china. En 2010 y 2011 Popescu formó parte del equipo con el que Rumanía ganó el título mundial por equipos en espada. En 2013, en el Europeo de Croacia, la esgrimista se quedó con la medalla de oro en la prueba individual y “plata con el equipo de Rumanía. En los Campeonatos continentales celebrados en 2014, en Estrasburgo, y en la edición 2015, en Montreux, volvió a situarse junto con el equipo de Rumanía en el primer escalón del podio europeo.
Brânză es embajadora de deportes universitarios dentro de la Asociación de Deportes de Estudiantes y la Liga de Deportes Universitarios. También apoya a AITA, un centro para niños autistas en Bucarest.
En noviembre de 2013, lanzó la campaña Corre por tu cumpleaños, que anima a las personas a celebrar su cumpleaños moviéndose y recaudando fondos para una causa benéfica.
Se casó el 15 de agosto de 2015 con el jugador de polo Pavel Popescu, cuyo nombre lo lleva en las competiciones .
Recientemente, Ana-Maria Popescu, medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio este verano, fue nombrada Mejor espadachina del mundo por la Federación Internacional de Esgrima.
La rumana recibió el trofeo de la Copa del Mundo en Lausana.
“Estoy encantada, orgullosa y muy feliz de estar hoy aquí, en Lausana, en el Congreso de la Federación Internacional de Esgrima, y recibir este premio, el ganador del ranking mundial, en la prueba de espada femenina, por quinta vez. Nunca soñé ni pensé que llegaría aquí, pero esto es lo que sucedió. Soy la prueba viviente de que los sueños se hacen realidad cuando crees y trabajas por ellos´´, dijo la campeona.
