Actualidad deportiva 13 de diciembre de 2017
En esta edición de la actualidad deportiva en RRI les hablamos de la esgrima rumana femenina y de su destacada representante Ana-Maria Popescu, que el pasado 10 de diciembre se coronó campeona del Grand Prix de espada acogido en Doha, la capital del emirato de Catar. Más conocida al público como Ana-Maria Brânză, nuestra destacada esgrimista venció en la final de la competición, a la italiana Mara Navarria por un marcador de 10-6. Lamentablemente, las demás representantes de Rumanía se situaron en unos puestos modestos: Amalia Tătăran (30), Greta Vereş en el puesto 51, y Maria Udrea, en el 53.
Simona Sarbescu, 13.12.2017, 14:40
En esta edición de la actualidad deportiva en RRI les hablamos de la esgrima rumana femenina y de su destacada representante Ana-Maria Popescu, que el pasado 10 de diciembre se coronó campeona del Grand Prix de espada acogido en Doha, la capital del emirato de Catar. Más conocida al público como Ana-Maria Brânză, nuestra destacada esgrimista venció en la final de la competición, a la italiana Mara Navarria por un marcador de 10-6. Lamentablemente, las demás representantes de Rumanía se situaron en unos puestos modestos: Amalia Tătăran (30), Greta Vereş en el puesto 51, y Maria Udrea, en el 53.
El dia sábado, la esgrimista rumana actuó en las rondas clasificatorias. El día siguiente el domingo, AnaMaria superó en la primera ronda a Beate Christmann, de Alemania, por 12-7. Avanzó a la segunda etapa donde derrotó a la rusa Tatiana Gudkova, por 15-7, y luego en octavos se impuso 15-7 a la italiana Rossella Fiamingo. En los cuartos, la rumana se enfrentó a otra rusa, Tatiana Andriuşina. Popescu la derrotó por 13-10. En semifinales ganó por 15-9 a la esgrimista china Hou Guangjuan, y en la final venció a la múltiple medallista en las copas Mundiales y Europeas, Mara Navarria.
Ana-Maria Popescu nació el 26 de noviembre de 1984. Su primer éxito se produjo en las competiciones internacionales organizadas en 2001, en Polonia, donde terminó primera en los campeonatos Mundiales de cadetes. Un año más tarde, lograba coronarse como campeona mundial juvenil en Turquía. El año 2002 fue especial para la rumana Ana Maria Branza, que , después de su éxito en juveniles, sorprendía a todos en la Copa Mundial en Lisboa, donde se clasificó en el tercer puesto.
En los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, donde la esgrima rumana había puesto todas sus esperanzas en ella, Ana Maria se situó solo en el 16º puesto. Tomó la revancha en Pekín en 2008, donde obtuvo la medalla de plata, siendo éste el resultado más notable de la esgrima rumana en los Juegos desarrollados en la capital china. En 2010 y 2011 Popescu formó parte del equipo con el que Rumanía ganó el título mundial por equipos en espada. En 2013, en el Campeonato Europeo de Croacia, la esgrimista se quedó con la medalla de oro en la prueba individual y “plata con el equipo de Rumanía. En los Campeonatos continentales celebrados en 2014, en Estrasburgo, y en la edición 2015, en Montreux, volvió a situarse junto con el equipo de Rumanía, en el primer escalón del podio europeo.
Sin embargo, el mejor resultado de Ana-Maria Popescu ha sido el registrado en 2016, en los Juegos Olímpicos de Rio, cuando formó parte del equipo de espada que ganó para Rumanía las medallas de oro.
En esta edición de los JJ.OO., Rumanía consiguió cinco medallas, de entre las cuales una de oro, una de plata y tres de bronce y ocupo el 47º lugar en la clasificación por medallas. Por delante de Bulgaria e Irlanda, pero después de Azerbaiyán y Eslovenia. Pero con el peor resultado en 60 años en unos Juegos Olímpicos, es decir, desde 1952 en Helsinki, cuando la delegación rumana obtuvo sólo 4 medallas, de entre las cuales una de oro.
Recordemos a las ganadoras de Río.
El equipo femenino de espada, compuesto por Ana Maria Popescu, Simona Pop, Simona Gherman y Loredana Dinu, múltiples campeonas mundiales y europeas, trajo a la esgrima rumana el primer título olímpico por equipos. Aunque en la competición individual estuvieran por debajo de las expectativas, las deportistas confirmaron su fuerza como equipo. El éxito es aún más impresionante si se tiene en cuenta que se ha obtenido hacia el final de la carrera de casi todas las integrantes del equipo. Además de Simona Pop, nacida en 1988, el resto de integrantes del equipo tienen más de 30 años y numerosas medallas en las competiciones importantes.
La selección de Rumanía logró el oro, el primer metal para nuestro país en los Juegos Olímpicos, en la prueba de espada femenina por equipos de Río 2016 al sorprender en la final a la de China.
Las rumanas llegaron a la final tras deshacerse de Rusia y en la final superaron por 44-38 a las chinas, que partían como favoritas al oro y como defensoras del título.
Se trata del segundo oro olímpico rumano de la historia en la esgrima femenina tras el logrado en florete individual en Atlanta’96.
Los fines del siglo XIX son señalados por la renovación de los Juegos Olímpicos, reiniciados en Atenas (1896) por iniciativa del Baron Pierre de Coubertin, quien era un gran esgrimista. En estos Juegos la esgrima es representada por 4 países y 13 tiradores en las modalidades florete y sable. La Espada entra en el calendario a partir de los Juegos Olímpicos realizados en París en el año 1900. A partir de 1906 se crean las primeras federaciones de esgrima y en 1913 nace la Federación Internacional. Se organizan grandes competiciones y se da forma a un reglamento internacional de este deporte.
Su definición es arte de defensa y ataque con una espada, florete o un arma similar. La esgrima moderna es un deporte de entretenimiento y competición, pero sigue las reglas y técnicas que se desarrollaron en su origen, para un manejo eficiente de la espada en los duelos.
La Federación Rumana de Esgrima fue creada y reconocida oficialmente el 9 de septiembre de 1932. Su presidente es Mihai Covaliu, campeon olímpico en los Juegos de Sydney 2000 y entrenador del equipo nacional de sable.