El Museo de Arte Popular de Constanza
Aunque estos días las puertas de todos los museos de Rumanía están cerradas, el Museo de Arte Popular de Constanza ha iniciado un nuevo proyecto.
România Internațional, 23.04.2020, 12:56
Aunque estos días las puertas de todos los museos de Rumanía están cerradas, el Museo de Arte Popular de Constanza ha iniciado un nuevo proyecto. Bajo el título “Cortezas rumanas del patrimonio del Museo de Arte Popular de Constanza”, cada mes están invitados a descubrir en la página de Facebook de esta institución, pero también en su página web, la imagen de un tejido junto con una ficha analítica. Y para convencerles de visitar este museo cuando vengan a la costa rumana del mar Negro, haremos juntos una visita virtual.
Ioana Tompe, museógrafa en el Museo de Arte Popular de Constanza, ha afirmado que conoceremos una institución que presenta las tradiciones y la historia de Dobrogea, pero también de todo el espacio rumano.
“Hemos concedido un carácter nacional a la exposición permanente. Presentamos todas las zonas etnográficas del país: Transilvania, Moldavia, Muntenia, Oltenia, Dobrogea, y los principales oficios que definen nuestra civilización rumana. El edificio es el primer ayuntamiento de la ciudad de Constanza, el Palacio Municipal (Palatul Comunal). Fue construido en 1826, según los planes del arquitecto Ioan Socolescu, un arquitecto que diseñó numerosos edificios patrimoniales en Rumanía al estilo neorrumano. Es una mezcla entre la arquitectura antigua, con columnas, con capiteles, y el estilo de Brâncoveanu. El ayuntamiento funcionó durante poco tiempo, después fue el Palacio de Correos (Palatul Poștelor). El museo fue abierto con la primera exposición que mostró el arte de Dobrogea, en 1871. Hemos conseguido crear una colección sobre Dobrogea, los rumanos de Dobrogea que vivieron en la orilla del Danubio, en las aldeas situadas entre Ostrov y Hârșova, reflejando el carácter multicultural de esta zona.”
Después de haber creado la colección de Dobrogea, los organizadores se centraron en las demás zonas etnográficas del país, según ha afirmado Ioana Tompe.
“Por lo tanto, tenemos una colección de trajes populares de todas las zonas del país, que presentan la tipología de la ropa rumana. Tenemos objetos de decoración de interiores, tejidos de todas las zonas etnográficas, y la exposición permanente muestra lo típico de cada zona. Tenemos tejidos de algodón y de gasa, toallas, manteles y sábanas. Tenemos joyas llevadas por los rumanos. La planta baja está reservada para mostrar la exposición de iconos campesinos pintados sobre vidrio. Es una colección muy valiosa de iconos procedentes de los mayores centros de artistas que pintaban iconos que hubo en Transilvania desde el principio. Presentamos este oficio según la evolución cronológica y estilística. Tenemos una sala reservada para los objetos de culto, iconos pintados sobre madera, iconos realizados por personas de Dobrogea e influenciadas por la vecindad de los lipovenos, representada en el norte de Dobrogea, y por los iconos griegos.”
La pintura sobre vidrio, tan valorada, se realizaba sólo en Transilvania. Esta región fue parte del Imperio Habsburgo, más tarde Austria-Hungría, ha afirmado Ioana Tompe, museógrafa del Museo de Arte Popular de Constanza, quien nos ayuda a entender el origen de este oficio.
“Los rumanos no pertenecían a la religión del Estado y la lengua tampoco era la oficial. Habían derribado sus iglesias, y entonces los rumanos tuvieron que pintar los iconos en sus hogares. Así nació en Transilvania el fenómeno de pintar los iconos campesinos sobre vidrio. Este oficio nació en las aldeas de Nicula y Gherla, cerca de Cluj, cuando nació también la manufactura del vidrio. Era necesario estar en una zona de bosques para tener la madera necesaria para la fusión de la arena de silicio y obtener manualmente las placas de vidrio. Al observarlas a la luz, los iconos tienen topes, burbujas de aire, lo que muestra la obtención y después el procesamiento manual del vidrio. El fenómeno de los iconos sobre vidrio existe sólo en Transilvania. Hubo muchísimos centros que se extendieron por toda Transilvania desde los alrededores de Cluj, pero sólo allí fueron creados iconos campesinos sobre vidrio.”
En el museo hay secciones que reconstruyen el hogar campesino, y también las herramientas y los objetos que hay en el interior. Una sección rica es la de los recipientes. Algunos son de barro, otros son de metal. Ioana Tompe, museógrafa en el Museo de Arte Popular de Constanza.
“En Dobrogea, la cerámica experimentó un menor desarrollo que en las demás zonas del país. Aunque paradójicamente tenemos una tradición muy larga de la cerámica, griega y romana, ella se pudo desarrollar mientras estas ciudades de la costa fueron gobernadas por una sola administración: romana o griega. En la Edad Media, en la época moderna, cuando en el territorio de Dobrogea tuvieron lugar muchas guerras, cuando Dobrogea fue incluida en el Imperio otomano, ya no se pudo trabajar con cerámica, practicar el oficio de la alfarería, porque resultaban productos perecederos. Un pueblo que puede presentar una evolución de la cerámica a lo largo del tiempo es un pueblo que muestra su estabilidad y continuidad en aquel lugar. Los recipientes de metal que mostramos en la exposición son comunes a toda la región de los Balcanes que tuvo el destino económico y político de Dobrogea. En primer lugar, son de metal porque no se quiebran. Son de cobre cubierto de hojalata. En esta vivienda ideal hemos juntado también recipientes de los rumanos, de los arrumanos, de los turcos y de los tártaros. Las diferencias se pueden ver en el estilo decorativo.”
Este museo ha sido visitado por turistas de todo el mundo. Ellos han gozado de presentaciones detalladas en las principales lenguas internacionales durante una visita de aproximadamente 30 minutos. En este momento su visita puede durar cuanto quiera, porque el museo ha abierto sus puertas de manera virtual. En su página web, pero también en las redes sociales, pueden ver los objetos junto con una descripción. Tampoco faltan las costumbres típicas descritas en detalle por el equipo del museo, junto con imágenes de los objetos reunidos en las colecciones.
Versión española: Monica Tarău