Salinas de Rumanía
Rumanía es uno de los mayores productores de sal del mundo y la explotación de la sal es un oficio muy antiguo. Las salinas son un atractivo turístico cada vez más conocido y las propiedades del aire salino han conllevado la creación de la espeleoterapia
Daniel Onea, 10.11.2016, 15:16
Rumanía es uno de los mayores productores de sal del mundo y la explotación de la sal es un oficio muy antiguo. Las salinas son un atractivo turístico cada vez más conocido y las propiedades del aire salino han conllevado la creación de la espeleoterapia y la climatoterapia, unos tratamientos bajo tierra, en cuevas y minas de sal. Hoy entraremos en algunas de las salinas más conocidas de Rumanía. Iniciamos nuestro viaje en el distrito de Bacău, en la localidad turística de Târgu Ocna. La explotación de la sal en su forma actual comenzó en Târgu Ocna hace mucho tiempo, alrededor del año 1967, pero el turismo tomó otro rumbo en el año 2005. Fue el año en el que se valoró la iglesia Sfânta Varvara (Santa Varvara), ha afirmado Ilie Ion, director de la salina Târgu Ocna:
“Se había construido en el año 1992, según un proyecto de los empleados de la salina Târgu Ocna, en seis meses. En aquella época fue un monumento único, tanto en Europa como en Rumanía. Para verla, el turista desciende 240 metros bajo tierra, donde se desarrolla nuestro centro de turismo y ocio, en una superficie de 13 mil hectáreas. Ofrecemos las condiciones óptimas para la relajación, el ejercicio en los terrenos de minifútbol, baloncesto, tenis y tenis de mesa. Al mismo tiempo, se pueden tratar también las enfermedades respiratorias. El lago con agua salada que hay aquí y la catarata completan existosamente un paisaje fascinante. Para los niños hemos creado espacios de juego con cunas, toboganes y mecedoras. Además, para los pequeños visitantes hemos intentado adoptar una serie de juegos mecánicos o billar, asegurar espacios para mini bicicletas, y en el futuro aseguraremos también espacios para patinetas y patines sobre ruedas.”
En el centro turístico se puede visitar a continuación el Museo de la Sal, según ha añadido Ilie Ion, director de la Salina Târgu Ocna:
“En el museo se pueden ver datos sobre el inicio y la evolución de la explotación, y también sobre la elaboración de la sal. Podemos leer sobre sus virtudes terapéuticas y podemos admirar muestras interesantes, que recuerdan un pasado impresionante de las explotaciones de sal en Târgu Ocna, cuya tradición se remonta a 1380. A lo largo de los años hemos recibido visitantes de todos los continentes. Todo el mundo se queda profundamente impresionado. Pocos turistas extranjeros han tenido la oportunidad de visitar una salina. En Rumanía hay varias, por esto nos parecen muchas veces muy interesantes. Pero los turistas extranjeros comparten sus impresiones con mucha emoción tras una visita al subterráneo. Por ejemplo, he tenido la oportunidad de hablar con unos japoneses. Hablamos mediante un intérprete, y si éste no conseguía expresar totalmente la emoción que vivían aquellos visitantes de Japón, lo hacía la expresión de su cara y de sus miradas.”
Nos dirigimos al norte de Rumanía, al distrito de Suceava, la localidad de Cacica. Ésta fue mencionada por primera vez en los documentos en el siglo XVIII. En Cacica, la administración austríaca abrió una explotación intensiva y eficiente de sal. La sal se explotaba bajo la forma de bloques, por corte manual, y la primera habitación para la explotación de la sal gema se creó a 27 metros de profundidad. Alrededor del año 1817 comenzó la explotación del yacimiento. He aquí lo que ha afirmado Ioana Croitoriu, guía en la salina Cacica:
“Cacica significa “pato” en polaco. Fue un terreno pantanoso con muchos patos salvajes y los polacos lo nombraron así. Los especialistas estiman que aquí tenemos reservas de sal para otros 500 años. La explotación comenzó en el año 1791. Tenemos aquí una capilla pequeña, ortodoxa, con algunas esculturas en sal. A 38 metros de profundidad tenemos un lago artificial. En su margen se forman cristales de sal. Allí hay también una pequeña barca en la que los mineros, en su tiempo libre, paseaban a sus niños, a sus nietos. A 41 metros de profundidad tenemos una sala de baile, donde los mineros organizaban bailes y fiestas. Se llama Agripa Popescu, quien fue el primer director general. Después se baja a 75 metros donde al principio estaba también el almacén de queso. Como hay una temperatura constante de 10 grados, el queso se conservaba muy bien en la mina. Ahora hay un terreno deportivo para aquellos que vienen al tratamiento, los enfermos de asma, con enfermedades del aparato respiratorio. Hay también espacios de juego para los niños.”
Nuestro último descanso será en Transilvania. Considerando que los antiguos asentamientos de aquí datan del año 1100, Praid es un asentamiento relativamente “joven”, siendo mencionado por primera vez en los documentos en el año 1564. Pero es la mayor aldea del distrito Harghita. A pesar del lindo paisaje montañoso y el aspecto arcaico, Praid se conoce sobre todo por la salina, una verdadera ciudad subterránea. Según los últimos datos comunicados por la administración de la salina de Praid, el número de turistas aumentó este año en 35 mil, frente al mismo periodo del año pasado. Y el promedio de aquellos que bajan al subterráneo es de entre 3.000 y 4.000 personas al día. El paisaje subterráneo es impresionante, ha afirmado Seprodi Zoltan, director de la salina de Praid:
“Se entra en autobús. La ruta de este autobús bajo tierra es de 1,2 kilómetros. Baja aproximadamente 100 metros desde la superficie. De allí, los turistas van por las escaleras. Hay 240 peldaños por los que van para llegar a una habitación más antigua. Esta tiene un sistema de galerías con una longitud de aproximadamente 600 metros, con 20 metros de ancho. La altura es de 14 metros. Estas dimensiones son impresionantes. Un 80% de los turistas extranjeros son de Hungría. Los demás son turistas de todos los países de Europa, incluso hemos tenido grupos de Asia y de América. Al entrar en contacto con ellos, nos enteramos de que están asombrados de lo que hay en el subterráneo. Quiero enviar un mensaje a todos sus oyentes. Son bienvenidos aquí y si desean quedarse boquiabiertos, visiten entonces Praid y la salina.”
Esperamos haberles convencido de lo inédito de una estancia en las salinas de Rumanía y les esperamos la próxima vez con un nuevo destino.