Reconfigurar la seguridad y las relaciones internacionales en el siglo XXI
Más de un año después de que Moscú lanzara la llamada operación especial, el líder del Kremlin afirma que lo que está en juego en la campaña militar en Ucrania es la propia existencia de Rusia como Estado.
Corina Cristea, 07.07.2023, 12:33
Más de un año después de que Moscú lanzara la llamada operación especial, el líder del Kremlin afirma que lo que está en juego en la campaña militar en Ucrania es la propia existencia de Rusia como Estado. Dirigiéndose a los trabajadores de una fábrica que produce helicópteros para el ejército ruso, Vladimir Putin repitió sus argumentos de que el objetivo de Occidente es romper Rusia. «Para nosotros no se trata de una misión geopolítica, sino de una misión de supervivencia, de crear las condiciones para el futuro desarrollo de nuestro país y de nuestros hijos», dijo el líder del Kremlin, acusando a Occidente de utilizar a Ucrania como instrumento para hacer la guerra contra Rusia. En cuanto a Ucrania, Putin insistió en que Moscú había intentado durante décadas mantener buenas relaciones con el país, pero «todo cambió en 2014» con el «golpe de Estado instigado por Occidente». No es ni la primera ni quizá la última vez que la retórica del líder ruso parece sacada de una realidad paralela, con Putin situándose en una posición acusadora tras haber estado en el origen de acciones condenadas por el mundo occidental.
«La especificidad del siglo XXI es que se ha pasado de una estabilidad bipolar, no a una zona estable, pero después de una generación, aquí estamos en lo que vamos a experimentar de nuevo durante una generación, esta inestabilidad, la turbulencia relacionada, el realineamiento, la reconfiguración de la seguridad mundial y las relaciones internacionales», dijo en Radio Rumanía, el profesor Iulian Chifu, autor de la tetralogía «Reconfiguración de la seguridad y las relaciones internacionales en el siglo XXI» en la que capta incluyendo la situación creada tras la invasión de Ucrania por Rusia. Buen conocedor de la antigua Unión Soviética, el profesor Chifu ha hecho un análisis de la evolución, las tendencias y la transición a la zona turbulenta actual:
«Lo que Gorbachov no pudo prever y no supo reajustar fue el hecho de que, una vez que dejara respirar a las diferentes naciones que se sentaban en la famosa cárcel de los pueblos, como se llamaba a la Unión Soviética, cada una intentaría reafirmar su identidad y encontrar su propio camino independiente. De ahí que el colapso de la Unión Soviética fuera natural. Fue un intento del régimen comunista de sobrevivir y solo terminó con el colapso del Estado soviético tal y como lo conocemos, porque era un Estado artificial, un Estado hecho de pedazos, un Estado controlado sólo por la fuerza y la represión y esta fantástica unidad de una ideología totalitaria. Lo mismo está sucediendo, si se quiere, mutatis mutandis, hoy o sucederá en un futuro próximo. Es una pregunta clásica: ¿qué pasará con Putin, ¿cómo será la era post-Putin, sobrevivirá Putin, el putinismo, a una derrota en Ucrania? Y aquí la literatura es muy rica, el libro viene y subraya esto también a través del prisma de mis propias evaluaciones, que van en la misma dirección: por supuesto, Putin no podrá sobrevivir, pero aquí hay una discusión y ya hay datos a nivel de varios servicios de inteligencia de que están buscando una variante de sucesión para Putin. Obviamente, no como resultado de revueltas, no como resultado de la presión pública, sino desde dentro del régimen, desde su entorno. El putinismo intenta sobrevivir sustituyendo a Putin, como ocurrió, por ejemplo, con Jrushchov, por un sucesor del mismo círculo».
En el caso de Putin, dice Iulian Chifu, una eventual «jubilación» y exclusión del primer plano sólo traerá a alguien de su círculo, alguien que intentará salvar el putinismo como régimen. El profesor Chifu también se refirió a la situación de los militares rusos: hombres armados con armas de hace 80 años, enviados al frente para luchar y morir, para ser carne de cañón, y que nunca se han convencido de lo que hacen en Ucrania. Ya ha ocurrido antes en la historia, y ahora, dice Iulian Chifu, los ucranianos no tienen munición suficiente para cuántos rusos están siendo lanzados oleada tras oleada a la batalla totalmente gratis. Al mismo tiempo, si nos asomamos a otra realidad, dice el académico, Putin no tiene realmente una narrativa con la que convencer ante todo a su propio público, y mucho menos a la comunidad internacional, de lo que está haciendo en Ucrania. En la ecuación geopolítica, por otra parte, no hay que subestimar el papel y los objetivos de China. De nuevo, Iulian Chifu:
«El problema de Putin es que el mundo ha cambiado drásticamente, que el poder en sentido absoluto se ha disipado, y que donde teníamos dos superpotencias tenemos dos grandes potencias y muchas potencias regionales, y que ninguna de las dos grandes potencias es Rusia. (Son) Estados Unidos y China, o llegar a esa posición cuando se tiene el nivel de ambición de Putin y del pueblo ruso al que siempre se ha alimentado con este excepcionalismo y superioridad absoluta y la esfera de influencia que se suponía que dominaban, es sin duda un problema a partir de ese punto. Xi Jinping tiene un peso diferente: es una potencia en ascenso, tiene aspiraciones de carácter global, quiere infligir al mundo. Putin para él es un adjunto, un socio menor, y además le está arruinando muchos negocios. Cuando China elaboró el borrador de una solución –no es realmente una solución, pero hay algunos principios de una solución en Ucrania–, en realidad tenía dos mensajes: el primero, no utilizar armas nucleares, y el segundo mensaje, terminar la guerra lo antes posible».
¿Por qué? Porque, indirectamente, esta guerra le cuesta a China, dice Iulian Chifu. Y explica: de hecho, hay dos procesos distintos, Putin tiene que hacer mucho ruido para ser invitado a la mesa donde se discute la gobernanza global, Xi Jinping basa su fuerza, su poder, en la economía. Pero él necesita estabilidad, necesita tranquilidad para operar bajo el radar, para aumentar su poder, no para ser visible. Si Putin crea turbulencias, tiene un problema. Así que hay dos personalidades y dos países que necesitan cosas opuestas.
Autora: Corina Cristea
Versión española: Antonio Madrid