Los desafíos y las oportunidades de una Europa que envejece
Nunca en la historia de Europa ha habido tantas personas que disfruten de una vida tan larga.
România Internațional, 02.07.2021, 10:49
El último informe de la Comisión Europea sobre el impacto del cambio demográfico, de junio de 2020, puso de manifiesto que en el último medio siglo la esperanza de vida al nacer ha aumentado en la UE en unos 10 años, tanto para hombres como para mujeres. Según este informe, en la actualidad, el 20% de la población comunitaria tiene más de 65 años y se prevé que en 2070 la proporción de esta franja de edad alcance el 30%. Invitado a Radio Rumanía, Vladimir Alexandrescu, del Instituto Nacional de Estadística, ha hablado de los factores que contribuyen a esta situación en la UE, incluida Rumanía, un país que se encuentra en un lugar intermedio de la clasificación del grado de envejecimiento de la población.
“Las condiciones alimentarias, independientemente de los comentarios que se hagan, siguen siendo mejores en los países europeos, las condiciones médicas, dejando de lado la pandemia, que es una situación muy especial, son mucho mejores en todos los países, el nivel de vida también ha mejorado en todas partes y por consiguiente la esperanza de vida aumenta constantemente. Ahora hemos alcanzado una esperanza de vida de más de 80 años en la UE y nosotros nos estamos acercando lentamente a este nivel, no estamos muy lejos del resto de Europa. Obviamente, en estas condiciones surgirá un problema porque las personas mayores necesitan más cuidados que los jóvenes. Así que el gasto social aumentará en las próximas décadas en todos los países.
Gracias a estilos de vida más saludables, así como a los avances de la medicina y la mejora de la prevención, del diagnóstico y del tratamiento de enfermedades, la mayoría de los jubilados de la UE gozan de buena salud y pueden elegir cómo dedicar su tiempo. Muchos de ellos, más que nunca según datos comunitarios, optan por permanecer en el trabajo más tiempo, extender su carrera profesional y participar en actividades sociales después de la jubilación. Otros no lo hacen, y los sistemas de protección social enfrentan el desafío y la responsabilidad de apoyarlos. Es muy importante el panorama general y analizar las tendencias. Vladimir Alexandrescu:
“Hace unos años, los demógrafos introdujeron un segundo indicador, además de la esperanza de vida al nacer, que es un indicador sustancial y siempre ha existido en la demografía. Este segundo indicador es la esperanza de vida saludable. Es sumamente importante que, a partir de un momento determinado, las personas no se conviertan en una carga para la sociedad, para sus prójimos, sino que sigan representando un apoyo para la familia, a través de una vida activa y saludable. Con respecto a este segundo indicador, si tuviéramos que entrar en los detalles demográficos, hay algunas cuestiones que contradicen los datos del primer indicador. Por ejemplo, mientras las mujeres tienen una esperanza de vida al nacer más larga que los hombres, en el caso de Rumanía la diferencia es entre 79 años para las mujeres y 72 años para los hombres y a nivel de la UE la diferencia es de 5 años, 83 con 78, la esperanza de vida saludable es más grande en hombres que en mujeres. Y, si superamos el umbral de 60 años, la tendencia se invierte nuevamente. Después de esta edad la esperanza de vida de los hombres es ligeramente superior a la de las mujeres.
Las nuevas realidades del envejecimiento de la población ocupan un lugar importante en la agenda de Bruselas, que analiza todos los aspectos de este tema, desde la importante contribución que las personas mayores pueden hacer a la sociedad, hasta la medida en que los actuales sistemas de pensiones están preparados para hacer frente a un gran número de jubilados. Una de las oportunidades para la Unión es lo que se define como la “economía de las personas mayores cuyo enfoque se centra en las necesidades y demandas de los adultos mayores. Se estima que la economía de las personas mayores crecerá aproximadamente un 5% al año, de los 3,7 billones de euros hace cinco años a 5,7 billones de euros en 2025. Turismo, viviendas inteligentes que apoyan la vida independiente, tecnologías de apoyo, productos y servicios accesibles, robótica en servicios de bienestar o movilidad personal y automatizada: estos son solo algunos sectores en los que pueden surgir oportunidades de empleo en estrecha relación con la economía de la vejez. Al mismo tiempo, las perspectivas de los pacientes se pueden mejorar a través de la telemedicina, las aplicaciones para teléfonos inteligentes y los biosensores para el diagnóstico y la monitorización a distancia.
Todo esto viene mencionado en el Libro Verde sobre el Envejecimiento elaborado a raíz del informe de la Comisión Europea. Dicho documento lanza un amplio debate sobre los retos y las oportunidades del envejecimiento de la sociedad europea y expone el impacto de esta marcada tendencia demográfica en nuestra economía y sociedad. El Libro Verde analiza la rapidez y la magnitud de los cambios demográficos en la sociedad, así como las preguntas que debemos plantearnos para hacerle frente lo que abarca desde la promoción de un estilo de vida saludable y el aprendizaje permanente hasta el refuerzo de los sistemas sanitarios y asistenciales para atender a las personas mayores.