El plan de paz de EE. UU. para Oriente Medio
El líder palestino Mahmoud Abbas ha rechazado esta semana nuevamente la propuesta de paz para Oriente Medio hecha por el presidente Donald Trump.
România Internațional, 14.02.2020, 19:00
El líder palestino Mahmoud Abbas ha rechazado esta semana nuevamente, esta vez ante el Consejo de Seguridad de la ONU, la propuesta de paz para Oriente Medio hecha por el presidente estadounidense Donald Trump. Este plan de paz es un regalo para Israel y es inaceptable para los palestinos, Jerusalén Este no sería parte de Palestina y eso es suficiente para rechazarlo, ha dicho Mahmoud Abbas. Agitando una copia del mapa que representa la solución de Estados Unidos con dos Estados, Israel y Palestina, Mahmoud Abbas ha dicho que esta propuesta plantea un Estado palestino inviable al que comparó con un ”queso suizo”. En su opinión este plan haría de Palestina un “Estado fragmentado, sin control aéreo, sin control marítimo”. “¿Quién de ustedes aceptaría un Estado similar y bajo condiciones similares?”, preguntó el presidente palestino, dirigiéndose a los representantes de los 15 miembros del Consejo de Seguridad y evocando una situación de «apartheid».
La propuesta de paz de Donald Trump fue presentada como el «plan del siglo” y fue elaborada a lo largo de tres años por su asesor principal y yerno Jared Kushner. Dicho plan reconoce que la gran mayoría de asentamientos de Israel en el territorio ocupado de Palestina son parte del Estado hebreo y establece un conjunto de condiciones que los palestinos deben cumplir antes de obtener un Estado con la capital en Cisjordania, al este de Jerusalén.
El corresponsal de Radio Rumanía en Israel, Dragoş Ciocîrlan:
«El presidente palestino Mahmoud Abbas ha dicho en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que el plan de paz de Estados Unidos que permite la creación de un Estado palestino sobre el 70% del territorio de Cisjordania viola los derechos de los palestinos a la autodeterminación y a la independencia. En opinión del líder de la Autoridad de Ramallah, sería un plan preventivo israelí-estadounidense que busca poner fin a la cuestión de Palestina. Lamentó que, de acuerdo con este plan, Jerusalén no está bajo la soberanía del Estado de Palestina, aunque nunca ha habido tal Estado. Abbas felicitó a quienes tomaron las calles de Cisjordania y Gaza para protestar contra el plan de paz estadounidense, y dijo que los israelíes y los palestinos deberían alcanzar la paz sin ser forzados desde fuera. El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, ha pedido conversaciones directas entre Israel y los palestinos, diciendo que Mahmoud Abbas no es honesto cuando afirma que quiere la paz. Si estuviera realmente interesado, no estaría en el Consejo de Seguridad, sino en Jerusalén, para conversar, refiriéndose al expresidente egipcio Anwar Sadat, quien había hablado en la Knéset (el parlamento israelí) antes de firmar un tratado de paz con Israel.»
La paz aún es posible entre palestinos e israelíes, pero no a través del «plan injusto elaborado por la administración Trump», que está tratando de legitimar «lo que es ilegal», ha concluido el presidente de la Autoridad Palestina. Por otro lado, el plan estadounidense está respaldado por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su principal rival, Benny Gantz, líder del partido centrista Azul y Blanco. «Si realmente están preparados para hacer las paces con el Estado judío, Israel estará preparado para negociar de inmediato», ha dicho Netanyahu, señalando al mismo tiempo que se necesita el desarme de Hamas y la desmilitarización de la Franja de Gaza. Más allá de las declaraciones, las agencias de noticias han señalado que, por primera vez en este conflicto, se ha llegado a un acuerdo con Israel para un mapa que delimita las fronteras entre dos Estados vecinos.
Invitado a Radio Rumanía, el analista político Iulian Chifu cree que, a pesar de las disensiones, es posible que en este plan de paz haya suficientes elementos que atraigan especialmente a las nuevas generaciones de palestinos, que no están atrapadas en estas batallas internas y que no consideran al Estado de Israel como el enemigo histórico:
«Creo que no se debería minimizar, ni destruir este plan porque tiene elementos que podrían usarse en una negociación directa, aunque no en la forma en que fue presentado públicamente. Contiene elementos que benefician a ambas partes. El anuncio del traslado de la embajada a Jerusalén y el reconocimiento de Jerusalén como la capital del Estado de Israel por parte de los EE. UU. no fue bien recibido por la Autoridad Palestina ni por los Estados árabes en general. Tal vez las cosas deben pensarse con más cuidado, pero el plan tiene algunos elementos muy interesantes. Vale la pena considerar este plan cuidadosamente y vale la pena leerlo hasta su última consecuencia. Puede ser un nuevo intento de evaluar y resolver uno de los conflictos más antiguos y complicados del mundo. Varias generaciones se han visto afectadas por este conflicto «.
Ya no podemos hablar de reconciliación cuando tenemos la cuarta, quinta generación que está en continua confrontación. Es un conflicto que lleva 70 años y probablemente sea hora de cerrar este litigio, ha dicho el analista Iulian Chifu.