La Tierra se enfrenta a una emergencia climática
Para el año 2050, las zonas costeras que albergan a 300 millones de personas podrían verse amenazadas por el aumento de los océanos vinculado a las modificaciones climáticas, según indica un estudio realizado por Climate Central, un instituto de investiga
Corina Cristea, 24.01.2020, 06:28
Para el año 2050, las zonas costeras que albergan a 300 millones de personas podrían verse amenazadas por el aumento de los océanos vinculado a las modificaciones climáticas, según indica un estudio realizado por Climate Central, un instituto de investigaciones climatológicas de Estados Unidos. La región más expuesta es Asia con más de dos tercios de las poblaciones afectadas en China, Bangladesh, India, Vietnam, Indonesia y Tailandia. El estudio recuerda que la población mundial estimada en 7,7 millones de personas en la actualidad podría aumentar en 2.000 millones para 2050 y mil millones adicionales para finales de siglo. Una gran parte de estas poblaciones vive en megalópolis ubicadas junto al mar. Actualmente, aproximadamente 100 millones de personas viven en áreas bajo el nivel del mar, algunas de estas zonas están protegidas por muelles pero la mayoría de ellas no se benefician de ninguna protección. Cabe precisar que el aumento del nivel de los océanos causado por la expansión del agua debido al efecto del calentamiento global y del derretimiento de los glaciares de Groenlandia y Antártica es una verdad incontestable.
Invitada a Radio Rumanía, Roxana Bojariu, experta en climatología, ha hablado sobre el efecto invernadero:
“El efecto invernadero es natural y fue beneficioso cuando apareció la vida porque un ambiente que contiene gases tales como dióxido de carbono, metano, óxido de nitrógeno permitió subidas de temperaturas en la superficie de la Tierra en 33 grados centígrados, es decir pudimos tener agua líquida en el lugar en el que apareció la vida. De otra forma habríamos tenido una tierra helada. Sin embargo, al intensificar este efecto invernadero bombeando gases radiactivamente activos, se modifica el estado climático. Prácticamente, la temperatura de la superficie aumenta cada vez más para alcanzar el nuevo equilibrio climático y entonces, es obvio que la intensificación del efecto invernadero aporta modificaciones no sólo graduales sino en la manera en que la energía extra del sistema se distribuye entre los componentes. Claro que también las vías de distribución se pueden modificar, pero la cantidad transferida por el calor y la humedad es mayor y entonces nos enfrentamos a los fenómenos extremos. En realidad, debido a la reconfiguración de todo el sistema climático mediante esta intensificación del efecto invernadero, se derrite el hielo árctico, se derriten los glaciares continentales, se acidifica y aumenta el nivel del océano planetario.
Debido a las radiaciones solares, la capa formada por los gases de efecto invernadero es transparente, o sea la radiación solar directa se proyecta a la superficie de la Tierra y se refleja, según ha explicado en Radio Rumanía, el catedrático Mircea Dutu, experto climatólogo. Pero la capa de gases es opaca a la radiación térmica y por eso ya no permite la dispersión del calor en el ambiente sino lo transporta hacia la corteza terrestre y entonces entre la corteza y la capa de gases sube la temperatura.
Mircea Dutu:
“En primer lugar, todo se debe a la actividad humana. El hombre es la primera especie que se convirtió en una fuerza geológica. Como consecuencia de la actividad humana, influimos de modo significativo en el ambiente, en la litosfera y la biosfera y por eso nuestra época se llama Antropoceno. Por primera vez en la historia natural de la Tierra, en más de 4.500 millones de años una especie, entre muchas otras especies, llega a ser dominante y puede cambiar el destino de la vida, de la fórmula de la vida. Hasta ahora ha habido 5 extinciones mayores de la vida en la Tierra y en la actualidad nos estamos enfrentando a la sexta, pero esta vez no se trata ni de cambio climático ni de ningún otro fenómeno de carácter natural, los responsables somos los humanos.
Según las estimaciones, si se mantiene el calentamiento global por debajo del umbral de 2 grados centígrados conforme al Acuerdo de París, el nivel de los océanos debería alcanzar aproximadamente 50 centímetros hasta 2100. Los especialistas advierten que el planeta se encuentra en situación de emergencia climática y por eso hace falta actuar rápidamente a nivel global para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La buena noticia es que existe la posibilidad de ralentizar el ritmo al que se desarrollan los trastornos climáticos pero para esto hace falta una colaboración real entre la sociedad civil, los responsables en la toma de decisiones y las empresas. Por otra parte, un estudio reciente sugiere que los ríos provenientes de los glaciares podrían desempeñar un papel crucial en la lucha contra el cambio climático. Los investigadores que analizaron semejantes ríos en la zona ártica de Canadá han descubierto que el agua de los ríos glaciares absorbe hasta 40 veces más carbono que la selva amazónica. El agua resultante del derretimiento de los glaciares está llena de sedimentos de arena y rocas. Estos sedimentos generan un proceso en el que el dióxido de carbono del aire se mezcla químicamente con los minerales y las rocas de los ríos glaciares, permaneciendo en estas aguas.