La amenaza de la sobreprotección
Una de cada cuatro especies de mamíferos y una de cada ocho aves están en peligro de extinción, según llamó la atención desde hace cuatro años un informe de los especialistas.
Corina Cristea, 25.10.2019, 08:43
Una de cada cuatro especies de mamíferos y una de cada ocho aves están en peligro de extinción, según llamó la atención desde hace cuatro años un informe de los especialistas quienes afirmaron que las especies de plantas y animales mueren por lo menos 1.000 veces más rápido que antes de la aparición del hombre en la Tierra. La causa es la mala actividad humana. Además, el fenómeno se está acelerando y es tan intenso que incluso se habla de la “sexta extinción masiva, después de aquella en la que desaparecieron los dinosaurios, hace 65 millones de años.
Numerosas especies de mamíferos dejarán de existir en los próximos 50 años, según se ha mencionado en un estudio realizado por algunos científicos de Dinamarca y Suecia y publicado recientemente en Proceedings of the National Academy of Sciences. Los investigadores nórdicos han mostrado que la sexta extinción masiva se está desarrollando, y la causa no son los desastres naturales, sino los seres humanos. Las extinciones tienen lugar a un ritmo demasiado rápido para que el proceso evolutivo pueda mantener el ritmo con este fenómeno, han afirmado los investigadores.
¿Qué es lo que se puede hacer? En el mejor de los casos, las personas dejarán de destruir los hábitats de los animales y contribuir a la extinción de las especies. Pero incluso si este caso optimista se convirtiera en realidad, los mamíferos necesitarían entre 3 y 5 millones de años sólo para diversificarse suficientemente para que el árbol evolutivo regenere sus ramas que se estima que perderá en los próximos 50 años.
Rumanía está entre los países que gracias a su localización geográfica y relieve tiene una rica fauna, y en su intento de mantener esta diversidad de especies están en vigor algunas leyes que protegen muchos animales como el oso, el ciervo o el lince carpatino, la cabra montés, el urogallo, la zorra, la marta, el castor, el jabalí o el bisonte europeo.
Pero la sobreprotección puede causar la multiplicación excesiva, generando situaciones difícil de gestionar. Este es el caso de los osos de Rumanía, donde según unas cifras oficiales, hay aproximadamente 6.800 ejemplares. Pero tomando en cuenta ciertas estadísticas, el número real sería de aproximadamente 8.000 osos, mucho más de los 6.000 ejemplares que el Gobierno de Bucarest se ha comprometido ante la Comisión Europea a mantener en los fondos forestales de Rumanía. El catedrático Mircea Duţu, presidente de la Universidad Ecológica de Bucarest:
“Siempre debe haber equilibrio en la naturaleza. Cuando se rompe el equilibrio, ya no estamos en una situación natural, sino en una degradada, que ya no es adecuada para ambos colaboradores, en este caso el ser humano y digamos la biodiversidad. Respecto a este asunto de índole general, diría que el animal, aquí en primer lugar el oso, incluso el lobo, representan un símbolo natural y cultural. Él es la causa de los conflictos locales y de las campañas mediáticas que muestran la necesidad de salvar el hábitat natural del que forma parte. Por lo tanto, es un problema europeo e internacional desde la perspectiva de la escasez y el peligro de extinción de algunas especies, incluido el oso, y desde esta perspectiva, la necesidad de que el ser humano lo proteja. Así, la mal entendida percepción ecológica y la actitud que tenemos que desarrollar en este asunto ha causado en Rumanía un problema inverso, es decir la sobrepoblación de una especie hace que se rompa el equilibrio ecológico y se consideren de otra manera los demás elementos que se deben tomar en cuenta, es decir los aspectos económicos, de protección de los seres humanos y la eliminación de un peligro.
El oso es una especie de interés comunitario, a la que se debe asegurar un estado de conservación favorable, pero en Rumanía estamos en la situación aparentemente absurda en que, según ha añadido el profesor Duţu, no necesariamente debido a la sobrepoblación sino a causa de un conjunto de factores, esta especie se ha desarrollado más que la capacidad natural que debe asegurar el equilibrio tan necesario para afirmar que está en un estado de conservación favorable y que permite un nivel óptimo de cosecha, según la legislación europea y la ley rumana sobre la caza y la protección del fondo de caza. Nuevamente al micrófono el catedrático Mircea Duţu:
“Estamos en un periodo de crisis. Desde 2016 ya no se han tomado las cuotas anuales que aseguren el equilibrio necesario dentro de la especie. Si dejamos que esta situación avance, es muy probable que salga del control. Por lo tanto, es necesario tener un estudio que muestre la situación actual, el inventario de la especie, las causas que han llevado a esta situación, las consecuencias que se producen y por otro lado, a corto, medio y largo plazo, un plan de gestión del problema para que consigamos solucionarlo en un plazo razonable. Es absurdo, toda Europa se plantea el problema que no tiene osos, y Rumanía tiene demasiados y se convierten en una amenaza contra el equilibrio ecológico, la economía y al mismo tiempo, incluso la población.
En los últimos años, en ciertas zonas de Rumanía, los osos han estado diariamente en las granjas de los campesinos, han causado daños importantes e incluso han herido a las personas. Y su número se está incrementando de manera preocupante, aumentando el terror de los habitantes que piden que sean trasladados y que se tomen otras medidas para equilibrar la situación.