Los mecanismos de la economía rumana
La economía de Rumanía registró un avance del 7% en el año 2017 en comparación con el año anterior, el crecimiento más significativo de los últimos 9 años, según ha anunciado el Instituto Nacional de Estadística.
România Internațional, 16.02.2018, 13:54
La economía de Rumanía registró un avance del 7% en el año 2017 en comparación con el año anterior, el crecimiento más significativo de los últimos 9 años, según ha anunciado el Instituto Nacional de Estadística. Las cifras sitúan a Rumanía a la cabeza en Europa respecto al crecimiento económico, pero en opinión de algunos analistas, por una parte este ritmo de crecimiento se basa en un consumo vigoroso y por otra, no siempre el aumento económico significa desarrollo. “El principal motor de crecimiento fue el consumo de los hogares, estimulado por las reducciones de tasas y los aumentos salariales. Las inversiones públicas han disminuido por segundo año consecutivo”, según ha advertido recientemente la Comisión Europea que también ha señalado que el avance de Rumanía se ralentizará al 4,5% este año y al 4% el próximo año. Las cifras figuran en las previsiones económicas intermediarias publicadas por el foro comunitario y son similares a las del más reciente análisis hecho por el Banco Mundial.
Invitado a Radio Rumanía, Dan Suciu, portavoz del Banco Nacional de Rumanía, ha explicado que es cierto que este crecimiento se debe en gran parte al consumo:
“Es verdad que registramos un récord de la producción industrial y esto es algo positivo, pero la parte de consumo ha sido prepondeaente y ha determinado esta evolución de los precios dado que una gran demanda implica subidas de precios. Es una ley de la economía que nunca podremos cambiar. Lo que estoy diciendo no es una crítica contra los aumentos salariales, no se trata de esto, sino una constatación y una invitación a reaccionar. Hemos subido los salarios, ahora queda por ver cómo aumentamos la productividad para prevenir estos aumentos artificiales. Vamos a ver qué hacemos para que la economía rumana tenga varios motores de crecimiento porque tiene potencial para crecer no sólo del consumo sino de la producción industrial, de las inversiones públicas y de otros elementos de los cuales esta economía dispone pero no los valora. Hemos apostado por un solo motor y no es suficiente”, según considera Dan Suciu.
El hecho de que el principal motor de crecimiento económico fuera el consumo tuvo efectos negativos sobre el déficit comercial que aumentó en 2007 en un 30%, según ha puntualizado también el gobernador del Banco Nacional de Rumanía, Mugur Isarescu, en la presentación del informe más reciente sobre la inflación. Entre los problemas estructurales a los que se enfrenta la economía, además del aumento del déficit comercial, Mugur Isarescu ha mencionado que sería más importante volver a ganar el mercado interno que aumentar las exportaciones y ha puesto como ejemplo la industria agroalimentaria.
El analista financiero Aurelian Dochia nos explica:
“Está claro que en cuanto a la satisfacción de las necesidades de consumo de los rumanos, hay ciertos sectores de la economía que no corresponden y no responden en medida satisfactoria a la demanda de consumo. Evidentemente el mejor ejemplo es el de la industria agroalimentaria porque existe potencial de producción. Un ejemplo ofrecido por el gobernador se refiere a la producción de frutas, especialmente de manzanas. Desafortunadamente, aunque tenemos grandes superficies de huertos en el país y una capacidad de producción, estos productos no llegan a las tiendas, en gran medida debido a una organización deficitaria de los productores.”
Otro problema señalado por Mugur Isarescu tiene que ver con las tensiones acumuladas y las deficiencias del mercado laboral.
¿Cuáles son las consecuencias de esta situación?
Nuevamente ante los micrófonos de RRI, Aurelian Dochia:
“En el mercado laboral hemos asistido últimamente a un crecimiento de tensiones debido al hecho de que la demanda por parte de las empresas ya no puede ser cumplida. Evidentemente esto tiene efectos negativos en cuanto a los costes de la mano de obra y la estructura de la población. No podemos desarrollar la economía en sectores de alto valor añadido como son ciertos sectores de la producción industrial o de servicios si no tenemos mano de obra adecuada para estos sectores. Y si no resolvemos este problema, corremos el riesgo de ser condenados a quedarnos en una zona de producción de la economía de bajo valor añadido lo que significa para todos nosotros un nivel de desarrollo y un ingreso por habitante que ni siguiera pueden alcanzar el nivel promedio de la UE. ”
En el segundo semestre del año pasado, Rumanía tuvo una de las tasas de crecimiento de la inflación más rápidas de Europa, en tan sólo seis meses subió del 0,9 al 3,3%, según ha precisado por otra parte, el gobernador Isarescu.