La República de Moldavia, ¿más cerca de la UE?
Las relaciones entre la República de Moldavia y la UE se iniciaron oficialmente con la firma en noviembre de 1994, del Acuerdo de Cooperación y Asociación, que fue ratificado 4 años más tarde.
Corina Cristea, 09.02.2018, 17:44
Las relaciones entre la República de Moldavia y la UE se iniciaron oficialmente con la firma en noviembre de 1994, del Acuerdo de Cooperación y Asociación, que fue ratificado 4 años más tarde. En el marco del proceso de acercamiento entre la UE y la República de Moldavia, en 2004 este país fue incluido en la Política Europea de Vecindad de la UE, y dos años más tarde, fue aceptado como miembro de pleno derecho en el Proceso de Cooperación en Europa del Sudeste.
Además, desde mayo de 2009, Moldavia participa en la iniciativa de la Asociación Oriental. Como era normal, a finales del mes de noviembre de 2013, la República de Moldavia firmó el Acuerdo de Asociación con Bruselas y en septiembre de 2014, los 28 ministros de Exteriores de los países miembros de la UE ratificaron este acuerdo.
En este momento, Bruselas y Chişinău están consolidando sus relaciones a través de una integración económica paulatina junto con la ampliación de la cooperación en el ámbito político. En otras palabras, contando con el apoyo de Bruselas, todas las acciones del Gobierno moldavo prooccidental tienen el mismo objetivo: adherirse a la Unión Europea.
En Bucarest, en una entrevista para Radio Rumanía, el catedrático Ştefan Popescu se ha declarado escéptico en cuanto al cumplimiento de este objetivo:
”Hay fuerzas rusas en Transnistria, y en este contexto ¿quién puede creer en una futura integración de la República de Moldavia a la UE? Seguro que hay que aplicar las reformas, pero por qué hacerlo, ya que la población de la República de Moldavia está bajando, mucho más que en Rumanía, porque pronto podría convertirse en un país deteriorado. Necesitan inversiones, pero lamentablemente, es muy difícil que un país de oligarcas obtenga la confianza de los inversores. En este asunto Rumanía tiene una gran responsabilidad y me alegraría si aumentara el número de empresas rumanas al otro lado del río Prut. Por su parte, las autoridades en Chişinău deberían apoyar al cruce rumano del río Prut.”
La situación en la región separatista rusófona de Transnistria ubicada en el este de la República de Moldavia, se mantiene muy tensa. Así, la Federación Rusa había decidido retirar su tropas y equipos militares del territorio de la República de Moldavia tras la cumbre celebrada en Estambul en 1999, pero hasta ahora solo ha retirado una parte de su armamento pesado.
El año pasado, los soldados efectuaron más de 200 maniobras militares, y desde principios de este año, otros 20 ejercicios. El director del Centro para la Prevención de Conflictos, Iulian Chifu, ha explicado la situación en el territorio transnistrense:
”En la zona separatista hay dos categorías de fuerzas, las conocidas como fuerzas de paz, aunque nadie nunca ha pedido a la Federación Rusa que se involucrara en el mantenimiento de la paz, pero ellos han desplegado sus tropas ahí, fuerzas que pertenecen al Grupo Operativo del Ejército Ruso. También han sido enviados los soldados del 14º Ejército que formalmente se habría retirado de la región, según los convenios de Estambul (1999). Así, hay dos categorías de fuerzas. Aparte de estas, hay una tercera categoría, de tipo paramilitar que pertenece al régimen separatista, y que está compuesta por unos 10.000-12.000 soldados, que en general provienen del Ejército ruso y que ahora tienen familia y viven en esta región. En conclusión, hay tres categorías de fuerzas. El problema es que las fuerzas de paz, los llamados pacificadores, desarrollan operaciones ofensivas junto con las tropas separatistas y los soldados rusos del Grupo Operativo del Ejército Ruso. Este es el gran problema, ya que, con estas acciones, la Federación Rusa ha renunciado a su postura de independiente, de no implicación, si podemos decir, en el conflicto.”
Los ejercicios militares desarrollados por las tropas rusas desplegadas en la región transnistrense tienen como objetivo contrarrestar el terrorismo e instruir a los soldados, según se señala en un comunicado de prensa colgado en la página web oficial del Ministerio ruso de Defensa. Sin embargo, la diplomacia moldava ha calificado estos ejercicios de amenaza directa y brutal contra la soberanía y la integridad territorial de la República de Moldavia. El analista político Vlad Ţurcanu, exconsejero presidencial en Chişinău:
”La verdad es que las autoridades en Chişinău no pueden impedir el desarrollo de operaciones militares hostiles y preocupantes, ejercicios que en los últimos meses han sido frecuentes en la orilla izquierda del río Dniéster. Los expertos en seguridad han manifestado su preocupación ante esta situación, aunque su opinión no es compartida por la sociedad.”
En Bucarest, todo está claro: el objetivo estratégico de Rumanía en las relaciones con la República de Moldavia (exsoviética, con mayoría de rumanohablantes) sigue siendo la integración europea del país vecino, siendo esta ”la única opción que puede garantizar la prosperidad, la seguridad y la libertad de los ciudadanos, independientemente de su edad, nacionalidad, lengua o confesión religiosa”.