¿Hacia dónde va la República de Moldavia?
Las impugnaciones en la Justicia hechas por la reformadora proeuropea Maia Sandu y las manifestaciones en la calle de la sociedad civil que acusan, al unísono, el fraude electoral han impedido al socialista rusófilo Igor Dodon que disfrute de su victoria en las elecciones presidenciales celebradas el pasado domingo en la República de Moldavia (exsoviética con mayoría de rumanohablantes). Con tan sólo 41 años de edad, este economista que se inició en la política siendo adepto del líder Vladimir Voronin y que luego fundó su propio partido socialista, se convierte en la persona más importante de Chisinau en los primeros comicios directos en 20 años en los que los ciudadanos de la República de Moldavia eligieron al jefe del Estado.
România Internațional, 18.11.2016, 17:08
Las impugnaciones en la Justicia hechas por la reformadora proeuropea Maia Sandu y las manifestaciones en la calle de la sociedad civil que acusan, al unísono, el fraude electoral han impedido al socialista rusófilo Igor Dodon que disfrute de su victoria en las elecciones presidenciales celebradas el pasado domingo en la República de Moldavia (exsoviética con mayoría de rumanohablantes). Con tan sólo 41 años de edad, este economista que se inició en la política siendo adepto del líder Vladimir Voronin y que luego fundó su propio partido socialista, se convierte en la persona más importante de Chisinau en los primeros comicios directos en 20 años en los que los ciudadanos de la República de Moldavia eligieron al jefe del Estado.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que ha realizado el seguimiento de la campaña y la votación, señala que la financiación de los candidatos no ha sido transparente y que numerosos electores no han podido votar por falta de papeletas. A su vez, los observadores internos acusan la restricción del derecho al voto de los ciudadanos moldavos que se encontraban en el extranjero así como el hecho de que electores de la región separatista prorrusa de Transnistria, adeptos de Dodon, han sido trasladados de manera organizada a los colegios electorales en decenas de autobuses. Después del escrutinio, Dodon ha reiterado en una entrevista concedida al períodico moscovita Izvestia los temas de la campaña electoral. La reorientación de Chisinau hacia la Unión Rusia-Bielorrusia-Kazajistán, la idea de un referéndum para anular el acuerdo de asociación y libre comercio con la UE y la promesa de que su primera visita como jefe de Estado será a Moscú forman parte de la agenda diplomática del jefe socialista.
En Bucarest, el profesor Iulian Chifu, presidente del Centro para la Prevención de Conflictos Early Warning y exconsejero presidencial de especialidad, ha comentado para Radio Rumanía:
“De hecho, la República de Moldavia se encuentra en otra realidad. La elección de Igor Dodon no es la mejor noticia para Bucarest teniendo en cuenta su pasado y sus afirmaciones hechas durante la campaña electoral así como su programa electoral. Pero, nuevamente estamos hablando de buena vecindad, de un Estado vecino y de un Gobierno y Parlamento que siguen siendo proeuropeos aunque el presidente Dodon desee elecciones anticipadas y asumir el poder por completo. Tendremos que ver en el próximo período cómo serán las políticas de estos dos Estados, pero mientras haya continuidad es poco probable que sucedan cosas grandes.”
Los expertos, citados por los corresponsales de Radio Rumanía en Chisinau, advierten que la elección de Dodon podría causar turbulencias en la política exterior de la república y en el ámbito interno el nuevo presidente no podrá realizar sus promesas electorales porque el apoyo financiero llega del oeste: el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Unión Europea y la Rumanía vecina, algo que no impidió a Dodon servirse de una retórica antirumana virulenta. El nuevo presidente ha amenazado con cerrar la actividad de las formaciones que seguirán abogando por la reunificación con Rumanía y retirar la ciudadanía moldava concedida a algunos ciudadanos rumanos o incluso modificar la bandera del Estado que es casi idéntica a la rumana.
Desde Chisinau, el comentarista político Octavian Ticu:
“Bucarest no se tragará su discurso. . Creo que más bien se trata de una trampa para el partido de los socialistas y para Igor Dodon porque si no van a poder cumplir con lo previsto en la campaña electoral, es posible que pasen por un proceso de decadencia tal como sucedió con el partido de los comunistas.”
El presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, ha anunciado en un comunicado que “ha tomado nota del voto expresado por los ciudadanos de la República de Moldavia”. Iohannis aboga por asegurar la estabilidad interna, continuar las reformas y el camino europeo. También el Gobierno rumano espera que las instituciones de la República de Moldavia colaboren para continuar el camino hacia Europa. Klaus Iohannis utiliza sólo el sintagma “nuevo presidente de la República de Moldavia” que, según su opinión, tendrá que demostrar sabiduría y equilibrio en su mandato.
Sin embargo, el profesor Chifu advierte sobre la sed de poder de los socialistas excomunistas dirigidos por el nuevo presidente del Estado:
“En este momento el poder de Dodon, si pensamos estrictamente en su posición de presidente, está evidentemente limitado por la Constitución, pero no hay que olvidarnos de una cosa muy importante: Igor Dodon sigue contando con el partido más grande de la República de Moldavia cuyo número de adeptos ha aumentado tras la victoria de las elecciones presidenciales. En esto reside el poder real de Igor Dodon que, de hecho, es un Vladimir Voronin con un partido grande que todavía no tiene acceso al poder y como cualquier hombre político su interés es asumir todo el poder de la República de Moldavia. ”
Otros comentaristas más sarcásticos afirman que cada hombre político hábil desearía más bien dividir el poder y la responsabilidad en un Estado como la República de Moldavia, considerado el país más pobre de Europa.