Reto del mañana
Reconfiguración de la seguridad y las relaciones internacionales en el siglo XXI
Corina Cristea, 07.04.2023, 16:11
Más de un año después de que Moscú iniciara la denominada «operación especial», el líder del Kremlin alega que el objetivo de la campaña militar en Ucrania es la misma existencia de Rusia como Estado. Al dirigirse a los empleados de una fábrica que produce helicópteros para el ejército ruso, Vladimir Putin volvió a presentar sus argumentos según los cuales el objetivo de Occidente era la disolución de Rusia. «Para nosotros, esta no es una misión geopolítica, sino una misión de supervivencia, para crear las condiciones necesarias para el futuro desarrollo del país y de nuestros hijos, dijo el líder del Kremlin», al acusar a Occidente de utilizar a Ucrania como herramienta para luchar en una guerra contra Rusia. En cuanto a Ucrania, Putin insistió en que, durante décadas, Moscú intentó mantener buenas relaciones con este país, pero «todo cambió en 2014», con «el golpe de Estado instigado por Occidente».
No es la primera ni, probablemente, la última vez que la retórica del líder ruso parece proceder de una realidad paralela, dado que Vladimir Putin se coloca en una postura de acusador después de haber iniciado unos actos condenados por el mundo occidental. «Lo típico del siglo XXI es el hecho de no haber pasado de una estabilidad bipolar a una zona estable, sino que, después de una generación, durante otra generación, volveremos a experimentar la inestabilidad, las tormentas correspondientes, la recolocación, la reconfiguración de la seguridad mundial y de las relaciones internacionales», ha afirmado en Radio Rumanía el catedrático Iulian Chifu, autor de la tetralogía Reconfigurarea securității și relațiilor internaționale în secolul XXI (Reconfiguración de la seguridad y de las relaciones internacionales en el siglo XXI), en la que habla incluso sobre la situación creada tras la invasión de Rusia en Ucrania. Muy buen conocedor de la zona de la antigua Unión Soviética, el profesor Chifu ha analizado la evolución, las tendencias y la transición hacia la actual zona problemática:
«Lo que no pudo prever Gorbachov y no supo reajustar fue que, una vez que dejó respirar las diversas naciones que había en la famosa “cárcel de los pueblos, como se llamaba la Unión Soviética, cada una iba a intentar reafirmar su identidad y encontrar su camino independiente. A partir de allí, el colapso de la Unión Soviética fue algo natural. Fue un intento del régimen comunista de sobrevivir y solo terminó cuando cayó el Estado soviético, como lo conocemos, porque era un Estado artificial, compuesto por trozos, un Estado controlado únicamente por esta fantástica fuerza, represión y unidad de una ideología totalitaria. Lo mismo ocurre, si quieren, mutatis mutandis, hoy día u ocurrirá en un futuro próximo. Hay una pregunta clásica: ¿Qué pasará con Putin, cómo será la época posterior a Putin, sobrevivirá Putin, el putinismo, su régimen, a un fracaso en Ucrania? Y, aquí, la literatura es muy rica. El libro lo destaca también a través de mi propia evaluación, que va a la misma dirección: por supuesto, Putin no podrá sobrevivir, pero hay que hablar de esto, y ya hay datos al nivel de varios servicios de inteligencia de que se está buscando una variante de sucesión en el caso de Putin. Evidentemente, no tras algunas rebeliones, no debido a la presión pública, sino desde el interior del régimen, de su alrededor. El putinismo está intentando sobrevivir al sustituir a Putin, como pasó, por ejemplo, en el caso de Jrushchov, con un sucesor del mismo círculo».
En el caso de Putin, según afirma Iulian Chifu, una posible «jubilación» y exclusión del primer plano solo traerá a alguien de su círculo, a una persona que intente salvar el putinismo como régimen. El profesor Chifu también ha hablado de la situación de los militares rusos, personas dotadas con armas de hace 80 años, enviadas a luchar y a morir, para ser carne de cañón, y que nunca han estado convencidos de lo que están haciendo en Ucrania. Esto ya pasó anteriormente a lo largo de la historia y, según afirma Chifu, los ucranianos no tienen suficiente munición para cuántos rusos están siendo enviados, ola tras ola, para luchar absolutamente sin fundamento.
Al mismo tiempo, si miramos también otra realidad, según ha añadido el catedrático, Putin, un año después del comienzo de la denominada operación especial, no tiene, de hecho, una narración con la que pueda convencer primero a su propio público, mucho menos a la comunidad internacional, de lo que está haciendo en Ucrania. Por otro lado, en la ecuación geopolítica no hay que subestimar el papel y los objetivos de China. Nuevamente ante el micrófono, Iulian Chifu:
«El problema de Putin es que el mundo ha cambiado dramáticamente, que el poder en el sentido absoluto se ha disipado y que, en vez de tener dos superpotencias, llegamos a tener dos grandes potencias y muchas potencias regionales, y que ninguna de las dos grandes potencias es Rusia. Son los Estados Unidos y China, y para llegar a estar en esta situación con el nivel de ambición de Putin y del pueblo ruso que siempre ha sido alimentado con esta excepcionalidad, con la superioridad absoluta y con la esfera de influencia en la que debe dominar, por supuesto que, a partir de allí, hay un problema. Xi Jinping tiene otro peso. Es una potencia en crecimiento, tiene aspiraciones de índole global, quiere influir en el mundo. Para él, Putin es un adyuvante, un socio júnior y, además, le perjudica muchos negocios. Cuando China produjo el proyecto de una solución, no es justamente una solución, pero son algunos principios de una solución en Ucrania, tenía, de hecho, dos mensajes: el primero: ni se te ocurra usar el arma nuclear, y el segundo: termina la guerra cuando antes».
¿Por qué? Porque, indirectamente, esta guerra afecta a China, según afirma Iulian Chifu. Y lo explica: de hecho, hay dos procesos distintos: Putin tiene que hacer mucho ruido para ser invitado a la mesa donde se habla sobre la gestión global, y Xi Jinping basa su fuerza, su poder, en la economía. Y él necesita tener estabilidad, tranquilidad, para que el crecimiento del poder funcione de forma desapercibida, sin ser visible. Si Putin crea agitación, tiene un problema. Por lo tanto, son dos personalidades y dos países que tienen necesidades opuestas.
Traducción al español: Monica Tarău