Políticas monetarias
Europa está, desde el pasado verano, bajo el signo de la recuperación económica y, aunque la situación se ha mantenido difícil para muchos ciudadanos comunitarios, en 2014 los europeos cuentan con más motivos para sentirse más seguros y aliviados
Corina Cristea, 17.01.2014, 14:39
Europa está, desde el pasado verano, bajo el signo de la recuperación económica y, aunque la situación se ha mantenido difícil para muchos ciudadanos comunitarios, en 2014 los europeos cuentan con más motivos para sentirse más seguros y aliviados. Esta es también la opinión expresada por Viviane Reding y Olli Rehn, vicepresidentes de la Comisión Europea, que han presentado tres soluciones para la salida de la crisis económica. La primera es que Europa debe continuar las reformas estructurales, la segunda, que Europa necesita un sistema bancario que funcione y, por último, pero no menos importante, que la política económica y presupuestaria en el ámbito europeo requiere un marco más firme.
Si miramos las agendas de la Comisión Europea y del Parlamento comunitario, vemos que la recuperación del crecimiento económico es el tema dominante. Bruselas ya ha anunciado que probablemente este año presentará un total de 30 iniciativas, la mayoría destinadas a revisar las normativas comunitarias existentes con el fin de impulsar los sectores que pueden generar crecimiento. Rumanía terminó el año pasado con un déficit presupuestario de casi un 2,5% del PIB y un crecimiento económico de un 2,7%, lo que superó las estimaciones anteriores.
El Gobierno de Bucarest, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea habían anticipado un crecimiento económico de un 2,2%, tras haber establecido anteriormente un objetivo de un 1,6%. Los datos más recientes publicados por el Instituto Nacional de Estadística indican una disminución inesperada, el pasado noviembre, de la cifra de negocios de la industria en comparación con el mes anterior. Según el analista económico Constantin Rudniţki, aunque es demasiado temprano para hablar de una tendencia opuesta, las señales llegadas desde las exportaciones indican que 2014 no será un año fácil.
“Si me refiero solo al mes de noviembre, no podría decir que hayamos tenido un descenso de la industria. Esta podría haber sido solo una coyuntura, que seguramente debemos verificar para ver si es un problema real de la industria a largo plazo. Y aquí me refiero al mes de enero de 2014. Según dicen los exportadores, este año no va ser fácil. Hay que ver si los elementos positivos de los últimos años, es decir, los crecimientos registrados en sectores como las exportaciones y las demandas, se manifiestan también en 2014. Por otro lado, tenemos un nuevo calendario para la liberalización del mercado energético tanto para el gas como para la energía eléctrica y además se han aplicado algunos impuestos nuevos en la economía y la fiscalidad rumana. Tenemos un año en que las deudas aumentan o se negocian otra vez. También es un año en que los impuestos especiales se calculan de manera distinta y además han aumentado. Por consiguiente, los productos rumanos serán menos competitivos en el extranjero, dado que aumentan los costes de las compañías.”
Por otro lado, se han adoptado decisiones importantes con posible impacto económico en la primera reunión del Banco Nacional de Rumanía. Los analistas han valorado positivamente la reducción del tipo de interés de la política monetaria así como del nivel de la reserva mínima obligatoria para los pasivos en lei y divisas y opinan que estas decisiones del BNR abrirán el camino a la financiación de la economía. El analista económico Radu Soviani ha declarado lo siguiente para Radio Rumanía:
“En los próximos meses, el mercado nos indicará si estas decisiones han sido correctas. Por ahora, solo podemos analizar la dimensión de estas decisiones y decir que se trata del paquete más amplio de medidas de política monetaria que el Banco Nacional de Rumanía ha tomado desde el comienzo de la crisis. Es como si el Banco Nacional estuviera utilizando tres instrumentos simultáneos, lo que nunca había hecho durante la crisis: el instrumento de los intereses, que han disminuido, el de las reservas mínimas obligatorias en lei, que también se reducen, y el de las reservas mínimas en divisas que van para abajo. Podemos hablar sobre la oportunidad de este momento y nos podemos preguntar si acaso hubiera sido mejor si el BNR lo hubiera hecho hace dos o tres años. Por ahora, esperamos que el mercado nos indique si las medidas son justas y sobre todo si son eficientes, dado que dichas medidas tendrán un único efecto, es decir, disminuirán el precio de los créditos en lei. Un interés más pequeño del banco central representa un impulso para que los bancos comerciales bajen el interés de los créditos en lei, lo que no es un elemento singular, sino es la quinta disminución consecutiva del tipo de interés.”
El tipo de interés cayó del 5,25 % el año pasado al 3,75 % este año.
(Trad. S. Sarbescu)