Amenazas informáticas
Los ataques informáticos se han transformado en amenazas reales y cada vez más serias.
Corina Cristea, 14.06.2013, 19:18
Los ataques informáticos, que antaño representaban un riesgo, aunque limitado en cuanto a envergadura y potencial destructivo, se han transformado en amenazas reales y cada vez más serias. Solo el año pasado, dichos atauqes causaron pérdidas cuyo valor total asciende a 90.000 millones de euros, según la presidenta de Interpol, Mireille Ballestrazzi. Los hackers permanecen en el anonimato y no conocen límites, ha puntualizado Ballestrazzi, y ha añadido que la difusión del pago electrónico y de los documentos electrónicos, así como la dificultad de identificar a los delincuentes, estimula la criminalidad informática.
Los países de la OTAN, fuertemente dependientes de las comunicaciones electrónicas, han llegado a ser vulnerables a este nuevo tipo de reto de seguridad y ahora están buscando soluciones. Una de estas es la creación, en 2010, de una división para los riesgos de seguridad emergentes. En el marco de esta división se gestiona la problemática de la defensa informática, la seguridad informática, la no proliferación de las armas de destrucción masiva, la lucha contra el terrorismo y la capacidad de análisis estratégica de la Alianza. El embajador de Rumanía en la OTAN, Sorin Ducaru, quien a partir del próximo otoño ocupará el cargo de asistente del secretario general de la Alianza para los riesgos de seguridad emergentes, habló en una entrevista concedida a la emisora de Radio Rumanía de los incidentes informáticos:
“Claro que los incidentes informáticos son muy variados. Un nivel es el del delito informático, por ejemplo, que lleva al fraude, al robo de recursos, de dinero en Internet. Otro nivel es el del espionaje informático y, desde luego, el más alto nivel es el que podría afectar la infraestructura crítica en distintos países. La dificultad es que, en el sector informático, encontrar la fuente es un proceso complejo que normalmente dura mucho tiempo, mientras que en el marco de la OTAN nos encontramos en una etapa en que organizamos nuestras prioridades; la primera es asegurar la seguridad de los sistemas propios de la Alianza. Me refiero a la estructura de mando, a las agencias de la Alianza y a la Sede Central. Prácticamente, a finales del año, la capacidad de proteger los sistemas de la OTAN debería estar completamente operativa. Cada país debe invertir en equipos y en tecnología. Sin embargo, el hecho de que formemos parte de una Alianza hace que la defensa sea aún más eficiente y, si quieren, más barata desde el punto de vista económico.”
Poco tiempo después de los acontecimientos del 11 de septiembre, la OTAN se pronunció por la mejora de sus capacidades de defensa contra los ataques informáticos. Sin embargo, se concentró más en la puesta en práctica de algunas medidas pasivas de protección, exigidas por la parte militar. Los acontecimientos que ocurrieron en Estonia en 2007, cuando los ataques informáticos paralizaron casi toda la infraestructura informacional del país, instaron a la la OTAN a cambiar radicalmente su política en el sector de la defensa informática.
En enero de 2008, la Alianza elaboró por vez primera una “Política informática de defensa de la OTAN”. Uno de los ataques más serios registrados hasta ahora fue perpetrado en el mismo año en EEUU cuando, en una base militar en Oriente Medio, un programa espía se propagó a toda una serie de sistemas clasificados, así como no clasificados. Desde entonces, el espionaje informático se convirtió en una amenaza casi constante, según apunta la revista de la OTAN publicada en Bucarest. La publicación hace hincapié también en la influencia que los ataques informáticos masivos tuvieron sobre las páginas web y los servidores del Gobierno georgiano durante el conflicto con Rusia. Se estima que dichos ataques deshabilitaron al gobierno georgiano durante una fase de importancia crucial del conflicto.
En 2012, la red de la Alianza tuvo que afrontar “más de 2.500 casos de actividad informática anormal o con tentativas de intrusión”, lo que significa “cada 3 horas, día y noche, cada día del año”, ha puntualizado el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen. El sector informático está vinculado también el terrorismo. Nuevamente ante nuestros micrófonos, Sorin Ducaru:
“Se sabe que cierta información sobre un aeropuerto, el desplazamiento de una persona o de un grupo puede tener efecto en otro país. El sector del terrorismo está vinculado también al sector informático, porque en muchas situaciones la comunicación se hace a través de sistemas informáticos y, por tanto, el esfuerzo y el reto es reunir todos estos recursos que los aliados tienen para dar una respuesta eficiente y para prevenir las situaciones de crisis. En este sentido, desde hace tres años funciona lo que llamamos la Unidad de Inteligencia dentro de la Alianza. Uno de los principales objetivos es que todos los aliados tengan la capacidad de evaluar la situación.”
Con este sistema de monitorización, señala también Sorin Ducaru, cualquier movimiento en cierta región puede anticipar los posibles ataques terroristas o incidentes que no podrían anticiparse de otra manera.