¿Trabajo tóxico? Aprende a reconocerlo y a combatirlo.
Nos ha pasado muchas veces despertar sin ganas de ir al trabajo. Una vez que llegamos allí, entramos en un tipo de comportamiento que a menudo nos lleva a preguntarnos quiénes somos realmente, los que somos en casa o los que somos en el trabajo.
Luiza Moldovan, 07.06.2023, 10:18
Nos ha pasado muchas veces despertar sin ganas de ir al trabajo. Una vez que llegamos allí, entramos en un tipo de comportamiento que a menudo nos lleva a preguntarnos quiénes somos realmente, los que somos en casa o los que somos en el trabajo. A veces tenemos miedo, a veces estamos excesivamente irritables, contando las horas y minutos que tenemos hasta que llegue la hora de salir del trabajo.
Luego entramos en un tipo diferente de comportamiento: la descompensación, cuando desahogamos nuestras frustraciones en los que están en casa o en nosotros mismos. Para que al día siguiente podamos empezar de nuevo. ¿Qué está pasando realmente? En realidad, trabajamos en un ambiente tóxico, que deja su huella en todo nuestro ser. Humanamente, ese dicho de dejar tus preocupaciones del trabajo en la puerta de casa no funciona, siendo serios. Nos llevamos nuestra toxicidad del trabajo donde quiera que vayamos.
Hablamos del lugar de trabajo tóxico con Andra Pintican, consejera de carrera y experta en recursos humanos. ¿Cómo se reconoce la toxicidad en el lugar de trabajo?
“Hay algunos indicadores de un ambiente tóxico. Tenemos gerentes muy autoritarios, que microgestionan, no ofrecen libertad y autonomía a los empleados para lograr sus metas y objetivos; no hay un espacio psicológico seguro, tenemos miedo de expresarnos, porque estamos convencidos de que, si contamos nuestra opinión, habrá repercusiones; hacemos las cosas porque tenemos que hacerlas, incluso cuando sabemos al 100 % que están mal, pero respetamos siempre lo que se nos dijo que hiciéramos, porque nuestra opinión en la organización no importa; no tenemos gerentes o personas que asuman la responsabilidad cuando se cometen errores, más bien se juega al juego de buscar culpables, antes que buscar la solución; no confiamos. En un entorno tóxico, de hecho, creo que ese es el mayor problema, que no confiamos unos en otros y siempre tenemos la sensación de que alguien nos va a hacer algo malo y este es el primer y más importante aspecto que hay que considerar, porque en el momento en que alguien tiene este miedo en mente, que está en un lugar donde no está a salvo, va a estar siempre con los sistemas de defensa en tensión y, cuando tenga que usarlos en una lucha de supervivencia, no tendrán un rendimiento real.
Vivimos en tiempos difíciles y estamos dispuestos a hacer enormes compromisos para tener algo que poner sobre la mesa para los nuestros. Aceptar a un gerente tóxico se ha convertido, en nuestros días, en la única forma de trabajar, al menos en algunas organizaciones.
Andra Pintican nos dice cómo reconocer a un jefe tóxico y cómo contrarrestar su comportamiento:
En el momento en que tienes una relación tóxica con tu gerente —y aquí quiero deshacerme de esta idea de jefazo que ya no tiene lugar en 2023—, primero tienes que descubrirlo. Tienes que darte cuenta de que hay algo ahí que está mal, y eso es muy difícil, porque todavía creemos que algún comportamiento tóxico es normal. Así que no, a nadie se le permite gritarte, a nadie se le permite decirte que no puedes tomarte unas vacaciones porque no hay nadie que te reemplace, tienes derechos y éstos deben ser respetados, también tienes responsabilidades y es tu deber cumplirlas, por supuesto. Un jefe tóxico se comportará de manera inapropiada hacia ti, no respetará tus estándares de trabajo, no respetará tu espacio personal, te enviará mensajes en momentos totalmente inapropiados, te pedirá que hagas sacrificios en tu vida personal por la profesional, y probablemente se te pida hacer más cosas de lo que está escrito en la descripción de tu trabajo. En el momento en que tratas con este tipo de personas, necesitas aprender a establecer y comunicar tus estándares de trabajo, conocer las obligaciones de tu puesto de trabajo, saber cuáles son las cosas de las que eres responsable, obviamente, hacer tu trabajo y cumplir con tus deberes contractuales, pero al mismo tiempo pedirle a la persona que sea responsable de ti que te respete en todo el proceso. Dile cómo quieres que se dirija a ti, dile, cuando te grite o use palabras inapropiadas, que no aceptas una relación de colaboración profesional de este tipo y expresa cómo quieres que trabaje contigo, para que las cosas vayan bien, porque siendo realistas, la gente no puede adivinar lo que tú quieres.
El estándar de trabajo, dice Andra Pintican, es una idea que debe ser reiterada todo el tiempo en el trabajo. ¿Sabe mi colega lo tóxico que es para mí?
Un gerente, un colega, una persona tóxica, el 99 % de las veces no sabe que es tóxico. Y él no lo sabe porque nosotros, como cultura, no sabemos qué es la toxicidad. Todavía pensamos que es normal gritarnos el uno al otro, es normal que nos animen a través del desaliento o el terror. Afortunadamente, estas cosas ya no funcionan; desafortunadamente han funcionado durante muchos años, pero las cosas están cambiando en este momento. Algunas personas están empezando a darse cuenta de lo que significa una relación profesional saludable, lo que significa tener una relación profesional con el trabajo, trabajar en un ambiente laboral saludable — todavía no creo que hayamos llegado a tener relaciones laborales muy saludables, pero estamos en ello— y en el momento en que tenemos personas que tienen comportamientos tóxicos, ellas no saben que los tienen y, además, como nosotros no les decimos asertivamente estas cosas, ni siquiera se darán cuenta. Por lo general, o vamos y les gritamos allí y les decimos que esto es lo que nos están haciendo y se ponen a la defensiva y nos ponemos a pelear, o jugamos el papel de víctima y les decimos que esto es lo que nos hacen, que nos hacen sufrir y eso hace que mantengan aun más su comportamiento. Con el fin de salir de tales juegos psicológicos, porque, de hecho, esto es lo que sucede en las relaciones de trabajo, muchos juegos psicológicos y quedamos atrapados en un lugar de drama profesional, necesitamos que cada uno de nosotros trabaje con esta persona y regule la forma en que se relaciona con los demás y, necesariamente, establezca sus estándares de trabajo y los comunique constantemente. Hay que recalcar los estándares de trabajo, ya que son un paso muy importante en la mejora de las relaciones laborales en Rumanía.
Aprendamos a respetarnos a nosotros mismos y veremos magia en todos los demás aspectos de nuestras vidas, incluido el profesional, cree Andra Pintican:
En la mayoría de los casos, la renuncia no es la solución, porque lo que solemos hacer es renunciar a un trabajo tóxico, pero, cuidado, son un trabajo y una situación tóxicos, porque nosotros también hemos contribuido a ello. Y dejamos un trabajo como este y vamos a otro trabajo, donde lo más probable es que cometamos los mismos errores que antes y terminemos, en 2-3 años o incluso menos, en una situación similar. El problema es que cada uno de nosotros contribuye a las situaciones en las que nos encontramos. Podemos decir, mira, estoy siendo intimidado por mi gerente o mi colega, pero la pura verdad es que las personas nos hacen lo que les permitimos que nos hagan. Y hasta que no aprendamos a detectar, incluso en nosotros mismos, los comportamientos tóxicos que fomentan los comportamientos tóxicos de los demás, no saldremos de este juego con demasiada facilidad, ni siquiera dejando el trabajo.
Y la propia organización sufre de la toxicidad de su gente:
“Los efectos a largo plazo de un ambiente tóxico son devastadores. Cuando alguien viene a trabajar en un entorno donde se siente en peligro, en guerra, se ve obligado a mantenerse a la defensiva todo el tiempo; en primer lugar, a nivel individual, por dentro, se producen muchos daños en nuestro cuerpo. Este estado de estrés, que llega a ser estrés crónico, afecta nuestras vidas en muchos niveles, especialmente físicamente, y llegamos al punto en que entramos en el agotamiento. A nivel individual, esto está sucediendo. Colectivamente, cuando tienes un grupo de personas, un equipo de personas que están sufriendo, y a veces ni siquiera saben cómo decir con sujeto y predicado que esto les está sucediendo, que están en agotamiento o en depresión funcional, en el momento en que todas las personas están sufriendo por dentro, la forma en que interactuarán entre sí será cada vez más tóxica. Creo que ni siquiera tiene sentido debatir cuánto daño causará a todo lo que signifique rendimiento, relación con el cliente, innovación… Cuando la gente está súper ocupada sobreviviendo y salvando sus pellejos y estando en juegos de competición, demostrando que son los mejores, no creo que se enfoquen más en el cliente ni en el impacto de la organización, sino solo en la supervivencia.