¡El trabajo te enseña, el trabajo te eleva!
Uno de los beneficios más inesperados de la pandemia para el hombre de a pie ha sido que se han cambiado las tornas en la dinámica del trabajo.
Luiza Moldovan, 02.03.2022, 14:12
Uno de los beneficios más inesperados de la pandemia para el hombre de a pie ha sido que se han cambiado las tornas en la dinámica del trabajo. Hablamos aquí de un cambio del paradigma laboral, en el sentido de que ahora los empleados prefieren renunciar a su trabajo, incluso sin tener un plan B, antes que aceptar hacer todo tipo de concesiones. Un estudio reciente ha señalado que solo el 3 % de los encuestados quiere regresar completamente a su trabajo de manera física, mientras que la gran mayoría dijo que renunciaría si se vieran obligados a hacer algo que no quieren hacer. El 86 % de los empleados quiere trabajar desde casa al menos dos días a la semana, ¡y estamos hablando de un estudio realizado con 10 000 personas a nivel mundial! Veamos, junto con Raluca Dumitra, directora de marketing de eJobs Group, cómo ha cambiado la pandemia la dinámica del trabajo en nuestro país, es decir, cómo se ve el mercado laboral en Rumanía en el año 2022 y cuáles son las áreas en donde más se contrata.
Y, sí, hablamos también de “La Gran Renuncia (The Great Resignation), un fenómeno que tampoco pasa por alto a Rumanía, aunque todavía de manera tímida.
«En 2021 empezamos a oír hablar de “The Great Resignation, denominado en nuestro país “Marea Demisioneală (La Gran Renuncia), y notamos que, poco a poco, el fenómeno se está acercando también a Rumanía. En un estudio que hemos realizado recientemente, entre los candidatos, el 21 % de ellos confesaron que renunciarían a su trabajo sin tener un plan B. Es un porcentaje que, aunque no es pequeño, sorprende desde la perspectiva de que debemos tener en cuenta que estos empleados ya no están dispuestos a transigir en el lugar de trabajo. Además, 8 de cada 10 rumanos dijeron en la misma encuesta que su principal prioridad este año es cambiar de trabajo y que ya han empezado a buscar. Lo que es aún más sorprendente es que asistimos a un optimismo por los buenos tiempos, porque casi la mitad de ellos piensa que encontraría trabajo en menos de tres meses. Por otro lado, no sé si es más un optimismo o una realidad del mercado, porque actualmente estamos en un déficit de talento extremadamente grande, lo que obviamente pone a los candidatos en una posición privilegiada, en la que pueden elegir el trabajo que quieren, negociar sus beneficios y, al mismo tiempo, les ofrece la confianza de que, si renuncian incluso sin un plan B, encontrarán un trabajo con bastante rapidez. Y es también la realidad del mercado, porque es cierto que los buenos especialistas encontrarán muy rápidamente un trabajo de acuerdo con sus expectativas».
Raluca Dumitra nos cuenta cuáles son las áreas en las que falta talento, quién contrata y dónde:
«En este momento, el mercado laboral rumano se encuentra en un déficit de talento galopante. Desde principios de año hasta ahora (mediados de febrero), se han publicado 60 000 nuevos puestos de trabajo en la plataforma. Se contrata mucho en Bucarest y en las grandes ciudades, y las áreas que más contratan son el comercio minorista, los servicios, los call centers, departamentos de producción, de informática y telecomunicaciones, el transporte logístico, la industria alimentaria y la construcción. Hemos realizado, hace solo unas semanas, otra encuesta, esta vez entre los empresarios, y les preguntamos cuáles son las áreas en las que creen que se va a contratar más este año, y las primeras áreas que mencionaron fueron ventas, producción y construcción. Hay áreas que tradicionalmente necesitan o tienen una fluctuación bastante grande (ventas), o áreas donde es difícil encontrar mano de obra como producción o construcción (esta última área tiene un gran auge, especialmente en los últimos dos años). Por otro lado, todavía hablamos de una gran escasez de talento en el sector informático. Antes de la pandemia hablábamos de un déficit de 20 000/30 000 especialistas que el mercado podría haber absorbido en cualquier momento, y ahora, con todo el impulso que ha tomado la digitalización con la pandemia, seguro que ese déficit se ha profundizado hasta los 50 000 especialistas».
La pandemia nos ha ayudado a descubrir el trabajo en el sistema híbrido y este ha llegado para quedarse, incluso después de que esta termine. Raluca Dumitra:
«Una de las únicas cosas buenas que nos ha traído la pandemia es esta flexibilidad. Debido a que todos nos hemos visto obligados a trabajar desde casa, hemos ganado esta libertad de trabajar desde casa o desde cualquier lugar, algo a lo que es natural que los empleados no quieran renunciar. Es cierto que en 2022 vamos a hablar más de un programa híbrido que de teletrabajo, porque existe esa voluntad tanto por parte de los empleados como de las empresas de volver a la oficina (pero, ojo, no estamos hablando de volver a lo que era antes de la pandemia, a cinco días de trabajo en el puesto laboral —algo que probablemente no volveremos a ver pronto o tal vez nunca—), estamos hablando de un deseo de volver, pero bajo la clave de esta flexibilidad. Básicamente, los empleados quieren regresar a la oficina bajo sus propias condiciones, por varias razones: socializan, quizás algunos se concentran mejor en la oficina algunos días, pero no es un deseo de regresar permanentemente. Es más, aquellas empresas que quieran volver a la oficina bajo unos parámetros fijos (por ejemplo, si obligas a todos los empleados a volver tres días a la semana a trabajar desde la oficina los lunes, martes y miércoles, prácticamente no les dejas ningún tipo de flexibilidad a los empleados), esas empresas sufrirán, especialmente en estos tiempos en los que la lucha por el talento es feroz. Aquellas empresas que no entiendan la necesidad de flexibilidad de sus empleados sufrirán y probablemente se enfrentarán a una ola de renuncias, en el contexto de esta Gran Renuncia. Por otro lado, el deseo de los empleados de tomarse el mayor número posible de días libres en 2022 es absolutamente natural. Hay que tener en cuenta que durante unos dos años aproximadamente todos hemos operado en un sistema defectuoso, en mayor o menor medida, no hemos tenido libertad para viajar o, cuando hemos viajado, también lo hemos hecho con la guardia alta, hemos viajado menos que en anteriores años y no todos hemos tenido las vacaciones que conocíamos. En vista de que se ha trabajado predominantemente desde casa, el espacio profesional se ha fusionado mucho con el personal, se ha trabajado mucho (en muchos casos hablamos de burnouts o desgaste profesional), y entonces esta necesidad de descanso es una necesidad natural».