La seguridad vial y la necesidad de tener autopistas
Rumanía ha llegado a ser célebre por la falta de autopistas. A finales del año pasado, solo un 4,8% de las carreteras nacionales eran autopistas y sumaban 866 kilómetros, en el contexto en que Rumanía es el noveno Estado más grande en la UE.
România Internațional, 14.10.2020, 18:50
Nos guste o no viajar frecuentemente por el país, nos veamos obligados o no a viajar por las carreteras de Rumanía debido a nuestro trabajo, se conoce muy bien la mala situación en la que está la infraestructura vial: muchas carreteras nacionales o provinciales que cruzan aldeas y carreteras con baches y parapetos dañados o inexistentes. Desgraciadamente, estos problemas viales provocan víctimas humanas: en 2019, más de 1.800 personas murieron en aproximadamente 32.000 accidentes de tráfico, y 729 víctimas eran peatones. Pero estas cifras no hablan de las tragedias de miles de familias cuyos seres queridos murieron o se quedaron discapacitados para toda la vida a causa de los accidentes. Oana Baciu, presidenta de la Asociación Nacional para el Apoyo a las Víctimas y la Prevención de los Accidentes de Tráfico:
“En los últimos diez años ha bajado el número de accidentes debido a las campañas de prevención y a las campañas que desarrollan de manera estratégica las Inspecciones de Policía. Desde 2008, el año en que se registró el peor récord (más de 3.000 muertos en accidentes de tráfico), actualmente estamos hablando de un promedio de 1.800 personas que mueren anualmente a nivel nacional. Es decir que el número de víctimas ha bajado, pero desde hace unos años nos hemos quedado en estas cifras y no conseguimos dar ningún paso hacia adelante. Desgraciadamente, estamos en un lugar triste a nivel europeo: el primer lugar respecto al número de muertos o de lesionados en toda la UE.”
Pero ¿cómo nos pone en peligro la vida un camino malo, no reparado, estrecho o que está en un sitio inadecuado? Lo hace de forma casi inevitable, según ha afirmado Oana Baciu.
“En muchísimos casos, sobre todo si eres conductor de profesión, la situación te obliga a llegar a un sitio en poco tiempo. O simplemente quieres recorrer una distancia en un tiempo decente. Si vas por un camino estrecho, no puedes adelantar en absoluto o no lo puedes hacer de forma segura. Entonces te ves obligado a hacer todo tipo de maniobras para llegar a tiempo. De esta manera, te expones y eres totalmente responsable si provocas un accidente con o sin víctimas. También eres directamente responsable si provocas un accidente por haber intentado evitar un bache en la carretera. Es difícil demostrar que es también culpa de la institución que debería gestionar mejor aquel tramo. Por ello, desde hace años intentamos hacer entender a las personas que la infraestructura no nos ayuda y que deben protegerse. Para los conductores, a causa de los caminos estrechos y con mala iluminación, evitar cualquier obstáculo se convierte a veces en una misión imposible.”
A lo largo de los años, ha habido solo algunos casos de personas que han demandado a varias instituciones públicas porque el mal mantenimiento de las carreteras que deberían gestionar ha causado accidentes. Pero la mayoría de las víctimas ni conocen sus derechos, ni siquiera pueden pensar en un juicio. Oana Baciu, presidenta de la Asociación Nacional para el Apoyo a las Víctimas y la Prevención de los Accidentes de Tráfico:
“El mayor problema que tenemos en la lucha por la justicia es el miedo de la gente. Tienen miedo de luchar por su justicia, piensan que siempre es en vano. A la gente le cuesta entender un juicio de este tipo, y para iniciarlo es necesario tener recursos financieros significativos para recibir asistencia jurídica. Y las personas que lo pueden hacer se embarcan en un camino largo y difícil. Y, que yo sepa, a nivel nacional no hay muchos juicios que responsabilicen a las autoridades por los accidentes causados por la mala situación en la que están las carreteras.”
Las autopistas serían más seguras, porque rodean las localidades y contribuyen a descongestionar el tráfico. Pero Rumanía ha llegado a ser célebre por la falta de autopistas. A finales del año pasado, solo un 4,8% de las carreteras nacionales eran autopistas y sumaban 866 kilómetros, en el contexto en que Rumanía es el noveno Estado más grande en la UE, con 238.397 kilómetros cuadrados. En estas condiciones ¿qué es lo que puede hacer la gente normal? Por ejemplo, puede intentar construir su propia autopista, como lo hizo el empresario Ștefan Mandachi en 2019. Entonces, el 15 de marzo, éste inició también una huelga insólita: 15 minutos de descanso a partir de las 15:00 horas. Se pararon muchas actividades, sobre todo el viaje en coche, para que la gente pudiera protestar a causa de la falta de autopistas en Moldavia, pero también de la mala situación en la que están las carreteras nacionales en general. Ștefan Mandachi, oriundo de Suceava, había construido ya un metro simbólico de autopista en el municipio de Cumpărătura de su Moldavia natal, en la que no hay ningún tipo de autopistas. A pesar del éxito de este enfoque de concienciación sobre la importancia de las autopistas, actualmente, más de un año después, Moldavia todavía no tiene autopista, ni siquiera como proyecto. Pero Ștefan Mandachi no se ha quedado sin hacer nada. Ha continuado su acción cívica a través de un documental titulado “30 años y 15 minutos”. Ștefan Mandachi:
“Este documental es también una protesta. Estoy protestando porque no hay autopistas en Moldavia. Por ejemplo, Suceava está totalmente desconectada de la capital de Ardeal, de Cluj, y de la capital de Rumanía, de Bucarest. Para viajar entre Suceava y Cluj, Suceava y Bucarest, o Suceava y Timișoara, por negocios, tengo que usar un avión deportivo, y así llego a Cluj en una hora y media, en vez de seis horas en coche u ocho horas, si viajo a Bucarest en coche. Nosotros, los empresarios, nos vemos obligados por las circunstancias a buscar nuevas maneras de viajar, porque el tiempo es muy precioso. Además, en Rumanía, las vías terrestres son mucho más peligrosas que las aéreas.”
El documental “30 años y 15 minutos” se basa más en los dramas de varias familias que se vieron afectadas por los accidentes. Por lo demás, este es también el caso de la familia de Ștefan Mandachi.
“Estuve a punto de morir varias veces cuando viajaba por las carreteras de Rumanía. Mi familia tuvo accidentes, mi madre estuvo implicada en un accidente, y también mi hermano. Toda la gente a mi alrededor conoció de una manera u otra víctimas de los accidentes de coche o estuvo afectada por la falta de carreteras modernas en Rumanía. Quisiera vivir en una Rumanía que tenga una infraestructura normal. No queremos tener ovnis, no queremos tener autopistas suspendidas, queremos tener unas carreteras decentes, que no nos pongan la vida en peligro cada día. Desde pequeño he viajado muchísimo con mis padres. Para ir al mar, he viajado muchísimo entre Suceava y Constanza, y vi muchísimos accidentes. He querido contar mi historia en el documental, junto a las historias de las víctimas y de los padres que se quedaron sin sus hijos. He querido incluir a todo el mundo y crear juntos una historia.”
Es una historia que, según opina Oana Baciu, quien también participó en el documental de Ștefan Mandachi, se debe seguir contando para sensibilizar a las autoridades, pero también para que la gente conozca el poder de su propia voz cuando lucha por sus derechos.
Versión española: Monica Tarău