La comida del futuro, del ADN a la tradición.
¡La comida del futuro será la comida del pasado! Eso es lo que dicen los investigadores que nos aconsejan alimentarnos con productos naturales tanto como sea posible, para volver a los hábitos alimentarios que tenían nuestros abuelos.
România Internațional, 31.10.2019, 10:25
¡La comida del futuro será la comida del pasado! Eso es lo que dicen los investigadores que nos aconsejan alimentarnos con productos naturales tanto como sea posible, para volver a los hábitos alimentarios que tenían nuestros abuelos. Los datos de la Organización Mundial de la Salud muestran que en todo el mundo, una de cada tres personas padece obesidad y otras formas de desnutrición, y para el año 2025, se estima que una de cada dos personas se verá afectada. Más grave es la obesidad entre los niños y los jóvenes, que está aumentando en Europa, ya que se estima que uno de cada tres adolescentes tiene sobrepeso u obesidad.
En comparación con las generaciones anteriores, en toda Europa, igual que en Rumanía, los jóvenes consumen productos de comida rápida y bebidas azucaradas, usan internet durante muchas horas al día, se desplazan en coche y toman el elevador. Todo esto lleva a problemas de salud muy graves, ha dicho Lygia Alexandrescu, especialista en nutrición, que tiene algunos consejos para una vida saludable.
“La solución, en este momento, es la comida completamente natural, la comida consumida en su tiempo, consumida en su temporada. Estábamos acostumbrados a comer tomates en verano, uvas en otoño, melones en agosto y septiembre. Ahora comemos sandía incluso en abril, comemos cerezas en septiembre, y todas estas cosas no son naturales. Nos afectan y nos perjudican muy fuertemente y nos preguntamos por qué estamos enfermos, por qué nuestros hijos están más enfermos que nosotros. Hay niños que tienen problemas de peso, niños con enfermedades que solo nuestros abuelos padecían. Tenemos niños con gota, colesterol alto, niños con problemas en las articulaciones debido al sobrepeso y todo esto porque nos olvidamos de la naturaleza, porque se trata de ese equilibrio que nos mantiene cerca de todo lo que es natural«.
En un futuro cercano, estudiar el genoma de cada persona permitirá obtener información relacionada con la herencia genética y la predisposición a diferentes enfermedades, lo que conducirá a la creación de menús personalizados, ha dicho Lygia Alexandrescu.
«El futuro significa investigación del ADN. Habrá pruebas, trabajaremos en análisis que nos dicen qué necesitamos, a qué hora lo necesitamos, cuántas veces a la semana necesitamos esa comida… Tenemos que comer según lo requiera nuestro cuerpo. Nuestros niños comerán según esta descripción del genoma. Si hablamos de comida local, eso significa ser amigables con nuestra naturaleza, estimulando la producción y la economía local. Hay que tener a una «tía» o un «tío» en el mercado donde podamos ir todo el tiempo y comprar nuestros tomates… Pero en el futuro estamos esperando tener alimentos a base de insectos, alimentos a base de gusanos… proteína de buena calidad… Una cosa es segura: el futuro promete que no tengamos leche, ni carne, porque no habrá producción, ya no existen recursos. Parece que en 2028 comeremos muchos productos que imitan la carne, son alimentos que no conocemos.»
Hasta entonces, el profesor Dr. Gheorghe Mencinicopschi recomienda el retorno a los alimentos locales y naturales. El doctor advierte que debemos ser más conscientes de lo que comemos y los riesgos ocultos.
”Lo que pasa con los gusanos y los insectos, para mí, es una diversión. ¿Por qué pienso eso? Bueno, somos muchos y no podemos tener comida para todos. Pero entonces, ¿es humano, si quieres, hacer mucha comida mala, de baja calidad, para enfermar a la gente? ¿No es mejor tener una cultura de alimentación saludable, para nuestra salud y la de nuestros hijos, en vez de comer mucho, producir comida barata y enfermarnos? Aquí se trata de algunos aspectos de la economía. Todos quieren recuperar su inversión en el menor tiempo posible y no están interesados en la calidad de los alimentos, todos quieren obtener beneficios rápidos y no nos preocupa la salud del consumidor. Entonces, ¿por qué deberíamos creer que las tiendas venden alimentos saludables? El dinero es lo que impone las reglas. Los niños en Rumanía son cada vez más obesos, una enfermedad característica del adulto, hoy detectada en niños de tres años. El desastre comenzó en la década de 1970, cuando la carne, los huevos, la leche y la grasa animal fueron declarados el enemigo número uno de nuestra salud. Y así comenzó la época de los cereales, que ha causado lo que vemos hoy.»
Las estadísticas muestran que el 15% de los rumanos son obesos y un tercio tiene sobrepeso. Muchos jóvenes se enfrentan a este problema, debido a la nutrición de las últimas décadas, que carece de nutrientes y está llena de productos químicos. Teodor tiene 25 años y está muy contento porque se ha curado de la obesidad.
«Fui declarado obeso mórbido a los 11 años. Era alumno de sexto grado y tenía un peso de 80 kilos. ¿Qué ha hecho por mí una nutrición equilibrada? Básicamente, me salvó la vida. Además de hablar sobre una nueva vida para mí, me ha dado algo que nunca pensé que alguna vez lo tendría. Una mejora en el estilo de vida que no creía que pudiera tener.”
Tatiana tiene 36 años y se avergüenza de decir cuánto peso tenía antes de comenzar a adelgazar.
“Un exceso de kilos, mala nutrición y estilo de vida poco saludable, este es el comienzo. Pero después de un año y tres meses, logré perder 40 kilos. Recuperé el equilibrio. No puedo decir que sea una dieta. Es un estilo de vida. Como casi cualquier cosa, pero hay reglas, tengo un horario para comer y lo sigo. Hay dos bocadillos y tres comidas principales. Con la pérdida de peso, logras reequilibrarte perfectamente, recuperas tu confianza, cambias por completo y creo que me he rejuvenecido y parezco unos 10-15 años más joven. Ahora tengo 36, pero antes de eso, parecía tener 46 años».
Según los expertos, a través de programas bien establecidos de educación nutricional en las escuelas, muchos de estos problemas pueden superarse. Además, a partir del 2020, se incluirá un nuevo tema, «Educación para la salud y la nutrición», en los planes educativos en Rumanía.
(versión española: Simona Sarbescu)