Los rumanos y las alergias estacionales
Entre las enfermedades cada vez más frecuentes de un año para otro, en las últimas decenas de años, está también la alergia con su tipología extremadamente variada.
România Internațional, 16.10.2019, 19:01
Entre las enfermedades cada vez más frecuentes de un año para otro, en las últimas decenas de años, está también la alergia con su tipología extremadamente variada. Desde este punto de vista, en Rumanía la situación no es distinta a la del resto de Europa, donde la prevalencia de la rinitis alérgica es de aproximadamente un 21 — 23%, y de la urticaria de un 30%. También hay estudios que muestran que en los próximos 5 – 7 años, uno de cada dos niños mostrarán evidencia de alergia. Además, en Rumanía, desde aproximadamente tres años, durante el verano, se ha extendido un tipo de alergia que molesta mucho: la alergia a la ambrosía. Causada por la planta con el mismo nombre, esta alergia combina la rinitis, la conjuntivitis y el prurito afectando mucho la vida normal del paciente. En las ciudades muy contaminadas como es Bucarest, los casos de alergia y su gravedad se convierten en un problema cada vez mayor. Violeta Perla, alergóloga, ha contado más detalles sobre el reciente crecimiento de los casos de alergias y sus complicaciones :
“La contaminación mediante sus partículas no genera alergias, pero las partículas Diesel que han invadido Bucarest y cada ciudad afectada por la sobrepoblación de coches aumentan sobre todo la potencia alergénica de los tipos de polen. Su alergenicidad aumenta de 400 a 600 veces, y esto explica porqué en el medio urbano la gravedad de las alergias es mucho mayor que en el medio rural. Sería de esperar que fuese al revés : uno vive en el campo, por lo tanto las alergias son más graves, porque allí hay mucho polen. De hecho, las alergias son más graves en la ciudad, donde la cantidad de polen está tal vez en el nivel más bajo, pero está siendo potenciado también por la presencia de otros factores como las partículas Diesel y las emisiones de todo tipo. Esta caja de Pandora se ha abierto junto con la alergia a la ambrosía. En Rumanía, es una alergia que todavía no está bajo control. Está aumentando el número de pacientes afectados y la gravedad de la enfermedad es especial. Normalmente, la mayoría de los pacientes tienen al principio rinoconjuntivitis alérgica estacional, y dentro de unos años se añade el asma, también estacional, pero posteriormente puede llagar a ser crónico. Finalmente, nada agradable, ocurre un síndrome de alergia a ciertas verduras y frutas, especialmente crudas.”
Naturalmente, la gente va al médico buscando el remedio para combatir las alergias, porque aunque no son completamente curables, se pueden mantener bajo control mediante la terapia farmacológica, según ha afirmado la doctora Violeta Perlea:
“Pero esta terapia clásica, normal, sólo controla las manifestaciones de la enfermedad y no interviene en el mecanismo que produce la enfermedad. Lo único que podemos hacer para que haya un cambio satisfactorio en la vida del paciente es generado por el uso de la inmunoterapia típica alergénica, es decir un tipo de vacunas terapéuticas que nos permiten tener una vida normal, a pesar de exponernos al polen. Estas vacunas hacen que los síntomas sean mínimos, que la enfermedad no avance, que no haya complicaciones y que consigamos desarrollar las actividades que queremos.”
Desgraciadamente, el coste de la vacunación, como el de toda la serie de análisis y tratamientos obligatorios en el caso de las alergias, es muy elevado y ha llegado a pesar demasiado en el presupuesto de los rumanos. El reciente estudio de una compañía de seguros se ha centrado en los gastos realizados durante un año por los pacientes con síntomas de alergia. Marius Constantinescu, director de daños, ha presentado las conclusiones:
“En el Departamento de Daños hemos analizado el difícil camino de nuestro asegurado, de hecho, el paciente alérgico. Primero va al médico de cabecera con los síntomas y una sospecha. El médico de cabecera analiza la situación, diagnostica y dirige al paciente a otra especialidad: otorrinolaringología, dermatología o alergología. Cada médico prescribe una serie de análisis. El médico de cabecera da ciertas recomendaciones, la situación se complica al llegar al médico especialista, quien completa la lista de análisis para realizar una imagen total y para llegar a una conclusión respecto al diagnóstico. Todo este camino es también caro, teniendo en cuenta que la mayoría de los análisis se realizan en las clínicas privadas o suponen costes suplementarios. Por ejemplo, la consulta cuesta como mínimo 200 lei. En total, todos los análisis, las consultas y los tratamientos alcanzan 4.000 lei anualmente (aproximadamente 900 euros), dinero que el paciente debería pagar si no tiene póliza de seguro.”
El paciente soporta gran parte de los costes, aunque contribuya al sistema de seguros públicos, como la mayoría de los empleados y los contratistas de Rumanía. Sin embargo, el número y la complejidad de las inversiones y los tratamientos pagados mediante las casas de seguros médicos públicos son muy limitados. A su vez, los alergólogos confirman el coste elevado de los análisis y también admiten que, muchas veces, los pacientes no tienen otra opción que pagarlo. Violeta Perlea.
“Quisiera mencionar que el pago realizado mediante las casas de seguros médicos es posible sólo para las pruebas cutáneas, y todo lo que supone diagnosticar mediante la sangre son análisis que se pagan. A estos costes se añade el precio de las vacunas terapéuticas. Los pacientes con cierta gravedad de los síntomas no se pueden pasar a las consultas pagadas mediante la Casa de Seguros Médicos del Municipio de Bucarest (CASMB, por sus siglas en rumano) porque necesitan un diagnóstico exacto, al que se debe añadir un tratamiento adecuado. Si se para en la mitad, está en desventaja. Esto ocurre sobre todo en el sector pediátrico, en el que es posible que las pruebas en la piel no se puedan realizar, sobre todo en los niños de corta edad. En este caso, los padres usan los sistemas privados porque es necesario tratar de alguna manera a estos niños, algunos de ellos con graves problemas como alergias o intolerancia alimentaria múltiple.”
Además del sistema público, hay también compañías privadas de seguros médicos que firman pólizas optativas. Sin embargo, los costes de estas pólizas son accesibles para las personas cuyos ingresos superan el nivel promedio. En estas condiciones, los aseguradores han empezado a desarrollar paquetes de seguros accesibles para los pacientes que sufren de alergias. Los paquetes pueden partir de 1.600 al año y cubren los costes de numerosos análisis, incluida la hospitalización en cualquier ciudad del país, y no sólo en Bucarest. Alexandra Durbacă, directora adjunta de una compañía de seguros, ha ofrecido más detalles :
“En mi opinión, hoy un padre paga más de 1.600 lei al año en las investigaciones médicas en el caso de un niño sano, con enfermedades ocasionales. En el caso de un niño enfermo, los costes son aún mayores. En los últimos años, he notado que un número cada vez mayor de padres se dirigen al sistema de sanidad privado. Los costes de una póliza de seguro no son tan prohibitivos como antes o como piensa gran parte de la población. Lo importante es que la gente busque información y soluciones financieras porque ellas de verdad existen en Rumanía.”
Actualmente, en el Parlamento de Rumanía se ha sometido a debate una propuesta legislativa sobre la protección de las personas con enfermedades alérgicas.
Versión española: Monica Tarău