La educación escolar a debate
Asumir el papel de formador en el campo de la educación de los niños y elegir las alternativas educativas más adecuadas son temas cada vez más interesantes para la sociedad rumana.
România Internațional, 11.09.2019, 16:37
Asumir el papel de formador en el campo de la educación de los niños y elegir las alternativas educativas más adecuadas son temas cada vez más interesantes para la sociedad rumana. A nivel mundial, el sistema educativo actual a menudo termina agotando a los maestros, estresando a los padres y eliminando a los alumnos de la escuela. La simple transmisión de información ya no satisface las demandas de las nuevas generaciones, y la educación formal parece crear una brecha cada vez más profunda entre las instituciones educativas y los estudiantes.
La librería Humanitas Cişmigiu de la capital ha organizado un debate que quería responder a todas las preguntas importantes relacionadas con las opciones educativas que la sociedad actual propone a los estudiantes y padres por igual. Lila Vasilescu, directora de la Fundación Verita, sobre las diferencias cada vez más fáciles de ver entre la educación formal y no formal.
He procurado ver dónde aparecen las discrepancias y por qué, cuando tratamos de llegar a los niños, a través del modelo formal con el que crecimos, hay problemas y por qué la resistencia es alta entre los niños, pero también entre los educadores. Admito que, al comienzo, trabajando en la escuela, la atención estaba muy centrada en los niños, es decir, qué debemos hacer con estos niños, qué programa y conceptos debemos enseñarles. No nos llevó mucho tiempo darnos cuenta de que, de hecho, para llegar a estos niños, primero debemos trabajar con los adultos de su alrededor .
Los estudiantes de hoy a menudo se sienten abrumados no solo por la densidad curricular, sino también se sienten atrapados en un sistema que no les permite reconocer sus propias capacidades intelectuales. Y esto también lo sienten los educadores o los padres. Lila Vasilescu vuelve con detalles.
Tenemos que comenzar con estas personas, ya sean educadores o padres, e invitarlos a tratar de simplificar las cosas, para volver a la simplicidad. Comenzamos con necesidades básicas, comenzamos con ciencia, comenzamos con sentido común. Yo también me he sentido, en los últimos años, atrapada en esta avalancha de conocimiento proveniente de tantas direcciones, en este deseo de acumular mucha información, útil, por supuesto, pero sólo hasta un punto, porque llega un momento en que te das cuenta de que todo gira en torno a las mismas cosas. Entonces es cuando hay que parar y empezar contigo mismo, para ver cuál es tu intención y por qué quieres estar allí, con los niños o con los educadores. Es muy fácil perderte en este mar de informaciones.
¿Cómo elegir la opción de educación más adecuada para el futuro estudiante? Trata de responder a esta pregunta Andreea Puiu, maestra y promotora de La pedagogía de la felicidad.
Me gustaría, cuando desde todas las oportunidades de la vida elijo algo, ponerle precio a la felicidad, porque solo así nuestros ojos están vivos, nuestros corazones son cálidos, nuestro pulso es el correcto para la acción. Cuando elegimos para nuestra familia lo que la escuela trae, porque vamos juntos a la escuela, no solo el niño, es importante como padres permanecer, hombro con hombro, con el niño, para ver cuál es su energía, cuáles son sus necesidades y sus intereses. Por lo tanto, elegimos, de hecho, un camino para nuestros hijos y debemos acompañarles por este camino. Es muy difícil estar con un niño que experimenta desilusiones, ira u otras emociones negativas. Como educadores, es importante sentarnos en el mismo banco con el niño y observar su respiración, cómo se mueven sus manos, cómo me percibe a mi, su maestro. Al trabajar en muchas escuelas, me he dado cuenta de que cada aula trae un patrón de felicidad.
¿Hasta qué punto nos preocupa el impacto que tendrá la educación en la sociedad en el futuro? Sabina Strugariu es psicoterapeuta y cree que una vida feliz se basa en la integración de los futuros adultos en la sociedad.
“La competitividad es una de las principales formas en que los niños se ven obligados a actuar porque los comparamos con los demás. Es muy difícil construir un mundo mejor o más humano si siempre estás influenciado por lo que tu vecino hace o deja de hacer. Para tener una vida feliz, se requiere integración, hace falta que el niño sepa quién es y que pueda prestar atención al mundo que lo rodea. Pero si lo educas para ganar dinero o estatus, no tendrá mucho tiempo para mirar el mundo que le rodea, para descubrir quién es, qué talentos o vocaciones tiene. Es algo esencial y, desafortunadamente, noto que la escuela uniformiza a los individuos. Todos aprenden las mismas cosas, al mismo ritmo.
¿Hasta qué punto la educación actual asegura al autoconocimiento del niño? Andreea Neagu, psicóloga:
“En cada interacción con el niño, de menor o mayor edad, trato de ver en qué es bueno. Incluso en sesiones de educación parental, durante los cursos, cuando enseño o en el aula, trato de ayudarlos a ver estas cosas buenas sobre sí mismos. Pero para llegar allí, necesitan todo un proceso de autoconocimiento. Desde mi punto de vista, a nivel internacional se desea que el estudiante se beneficie de este proceso también dentro de la educación formal. Por eso, en los sistemas internacionales, se introducen programas de aprendizaje social y emocional, que también tienen esta parte de autoconocimiento, de conocimiento de sí mismo que posteriormente facilita el conocimiento de los demás .
En el sistema de educación pública, en los últimos años, se han introducido cursos de desarrollo personal dedicado a los niños, a través del cual los estudiantes de las clases primarias pueden atender sobre temas centrados en conocerse a sí mismos y a los demás, a partir de la identificación de las emociones, lo que representa un proceso básico en la inteligencia emocional.