La contaminación del aire y la salud de los rumanos
Bucarest es la capital europea más concurrida y ocupa el quinto lugar entre las capitales con el tráfico más denso del mundo.
România Internațional, 03.07.2019, 17:51
Bucarest es la capital europea más concurrida y ocupa el quinto lugar entre las capitales con el tráfico más denso del mundo. Y la contaminación del aire mata cada año a más de 23.000 rumanos, causando enfermedades como el cáncer de pulmón, la enfermedad cardiaca isquémica, el accidente vascular cerebral, las infecciones respiratorias inferiores o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Estos datos son sólo parte de las conclusiones, igual de brutales y dramáticas, de unas recientes investigaciones realizadas por la organización no gubernamental Observatorul Român de Sănătate (Observatorio Rumano de Salud) sobre la situación en la que está la lucha contra la contaminación en las mayores 10 ciudades de Rumanía. Una lucha que, como se ve, no se lleva de una manera muy eficiente. Por lo demás, la Organización Mundial de la Salud ha confirmado estos datos y los ha completado mostrando que el tráfico muy intenso de las grandes ciudades rumanas se ha convertido en un grave problema de salud pública a causa de la contaminación con partículas en suspensión, las ya célebres PM10 y PM2,5 procedentes de los motores diesel.
Por lo demás, en 2017, Rumanía importó casi 520.000 coches de segunda mano, sin ninguna restricción legal desde que el impuesto medioambiental aplicado anteriormente fuera declarado ilegal por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. El impuesto no ha sido sustituido por otra medida destinada a reducir la importación de coches usados contaminantes, según ha afirmado también Ştefan Voinea, representante del Observatorio Rumano de Salud.
“En dos o tres años nos hemos convertido en un cementerio de coches antiguos de Europa porque algunos países como Alemania o Francia se deshacen de los coches contaminantes, y llegan aquí porque los compramos muy baratos y no hay ningún tipo de estrategia para bloquear estas cosas. Aproximadamente un tercio de los casos de cáncer de pulmón son causados directamente por la contaminación de los motores diesel. El problema es que en todos los casos, la contaminación es considerada una causa que contribuye, y no que determina directamente la enfermedad o la muerte. Pero hay metodologías mediante las cuales se muestra muy claramente el impacto sobre la salud y el número de años de vida perdidos como consecuencia directa de la contaminación. La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud ha clasificado las emisiones de gases de los motores diesel como elementos cancerígenos de tipo I, es decir el cancerígeno más peligroso.
La toxicidad del aire en Bucarest ha llamado sobre todo la atención de los bucarestinos. Recientemente, 4600 de ellos han iniciado una petición que se ha convertido en un demanda presentada en el tribunal el 9 de mayo. Titulada El derecho al aire, la petición invoca el derecho constitucional al aire limpio, pero también la legislación europea a la que también se ha adherido Rumanía, y según la cual, de todas formas, la Comisión Europea ha iniciado un procedimiento de infracción contra nuestro país. El abogado Marius Petroiu, iniciador de la petición y de la acción jurídica contra el Ayuntamiento de la Capital, ha ofrecido más detalles, mostrando que las autoridades conocen desde hace mucho tiempo la situación deplorable del aire en Bucarest debido a los informes procedentes del Ministerio de Medio Ambiente y enviados a partir de 2007 a la Comisión Europea basándose en el acervo comunitario. Marius Petroiu.
“Tras estos informes se constata que algunas municipalidades de Rumanía están muy contaminadas con ciertas sustancias cancerígenas. Uno de estos contaminantes muy peligrosos es el óxido de nitrógeno, bajo la forma del dióxido de nitrógeno que es cuatro veces más contaminante y más peligroso, siendo responsable tanto del efecto invernadero, como del llamado «smog» de ciertos municipios. En estas condiciones, el Ayuntamiento de Bucarest, como autoridad local, tiene que aprobar un plan de calidad del aire con medidas eficientes y que pueda proteger a las categorías más vulnerables: a los niños y los ancianos. La respuesta del ayuntamiento ha sido la aprobación de este Plan Integrado de Calidad del Aire. Lo aprobó en junio de 2018, es decir el año pasado, aunque los informes enviados a la Comisión sobre la superación de los niveles normales comenzaran en 2007. Durante 11 años, los ciudadanos de Bucarest respiraron un aire tóxico. Respecto a este plan, el ayuntamiento sostiene que lo aplica y que ha aplicado ya todas las medidas mencionadas en él, sosteniendo incluso que la contaminación ha bajado.
Sin embargo, cualquier ciudadano de Bucarest puede negar esto. En la ciudad la contaminación ha aumentado, cualquier persona lo siente, y cualquier persona puede confirmar que ha aumentado el número de coches en el tráfico de la capital. Por lo tanto, las medidas que han tomado las autoridades no han tenido ningún efecto, y el PICA (Plan Integrado de Calidad del Aire), según han constatado y han pedido los firmantes de la petición “El derecho al aire, se debería anular y sustituir por uno eficiente. Marius Petroiu.
“El plan se debería redactar según un estudio sobre la calidad del aire. Aunque fuera aprobado en 2018, el Ayuntamiento creó este plan según un estudio de 2013 que, naturalmente, no tiene ningún índice que mostrara el número real de coches que había en el tráfico en Bucarest cuando se aprobó el PICA o siquiera un año antes. Todo lo contrario. No resulta cuántos coches hay en el tráfico o están en tránsito en Bucarest y contaminan la ciudad. Sin embargo, incluso en este antiguo estudio de 2013 se menciona que no evaluó, aunque el aspecto es muy importante, la contaminación que se debe a las obras de construcción y demolición. Después de una estimación reciente, un tercio de la contaminación que hay en la capital está determinada por las obras, y los demás dos tercios están determinados por el tráfico vial.
El hecho de que la contaminación causada por el tráfico haya aumentado junto con la degradación de la salud de la gente se conoce en el Ayuntamiento y está mencionado en los documentos, según ha afirmado el abogado Marius Petroiu.
“En Bucarest, en 2013, el nivel de las enfermedades relacionadas con las vías aéreas era muy elevado. Además, en enero de 2018, el Tribunal de Cuentas publicó un informe tras la monitorización de la calidad del aire en las municipalidades de Rumanía en el que se mencionaba que en Bucarest, frente al resto del país, la esperanza de vida es 22 meses más baja a causa de la contaminación. La información más interesante, pero también la más dramática, es otra. Según una solicitud que hemos formulado resulta que, frente a 2013, cuando fue realizado este estudio sobre la calidad del aire, el 31 de diciembre de 2018, el número de casos de cáncer en Bucarest habría aumentado en un 24%. No se sabe si la contaminación es la causa exclusiva de estos casos. Pero el Ayuntamiento, justamente mediante el PICA, admite que los contaminantes que se tienen que combatir son cancerígenos: el nitrógeno, el benceno y el PM10. Y ellos son causados por el tráfico vial y las emisiones de los motores diesel. Por lo tanto, las medidas de lucha contra la contaminación se tienen que centrar en el tráfico causado por estos motores.
Asimismo, la puesta en marcha de estas medidas se debe realizar lo antes posible para reducir cuanto antes una situación que ya es trágica.