La salud de la mujer y la lucha contra la violencia doméstica
En Rumanía, la información sobre la salud de las mujeres y la lucha contra la violencia doméstica llega difícilmente a las personas interesadas.
România Internațional, 20.02.2019, 18:33
En Rumanía, la información sobre la salud de las mujeres y la lucha contra la violencia doméstica llega difícilmente a las personas interesadas. Una prueba de esto son también las estadísticas sobre los efectos de la falta de información. Por ejemplo, una de cada cinco mujeres nunca ha acudido a un médico para el control, y un 20% de las mujeres embarazadas en Rumanía no han tenido ningún médico hasta el parto, ya que anualmente un 10% de las mujeres que dan a luz en nuestro país son menores de edad, y la mortalidad causada por el cáncer de mama y el de cuello uterino se sitúa entre los primeros lugares en las estadísticas europeas.
Para solucionar esta situación, la organización feminista Centro Filia se ha propuesto desarrollar el proyecto Bona Dea para la salud y la seguridad de las mujeres. Andreea Rusu participa en este proyecto como representante del Centro Filia, y nos amplía más detalles sobre lo que han logrado, desde agosto del año pasado. Andreea Rusu:
A través de nuestro proyecto, nos comprometemos a proporcionar a las mujeres un espacio seguro donde puedan hablar sobre sus problemas, pero también encontrar información útil para ellas. Por lo tanto, hemos estado en 18 localidades para hablar sobre la salud de las madres y la lactancia materna, sobre la prevención del cáncer de mama y el cáncer de cuello uterino, la prevención y la lucha contra la violencia de género. También hemos ido a seis ciudades donde hemos debatido los mismos temas y además hemos hablado sobre la discriminación de las mujeres en el mercado laboral y la lucha contra el acoso sexual.
En seis meses, hemos hablado con casi 1.700 mujeres y hemos recorrido unos 11.000 kilómetros celebrando 85 reuniones. Desafortunadamente, se nota que en las zonas rurales desfavorecidas la información es muy escasa, pero la misma situación ocurre incluso en las ciudades. Por ejemplo, la prevención del cáncer de mama y de cuello uterino. Rumanía ocupa los últimos puestos en la UE desde el punto de vista de la prevalencia de estas enfermedades. Nos situamos en la primera posición en cuanto a las muertes causadas por estos tipos de cáncer. Esto también se debe a que las mujeres no saben cómo prevenir o cómo detectar los primeros signos de estas enfermedades.
En el marco del proyecto Bona Dea, las representantes del Centro Filia han podido confirmar las estadísticas y entender la mentalidad y los hábitos que se encuentran detrás de ello.
Andreea Rusu:
En Rumanía, también tenemos esta mentalidad de nunca hablar de temas como sexualidad, anticoncepción e incluso educación sexual. Es todo un tabú. Esto sucede, según UNICEF, en las condiciones en que la edad media de inicio de la vida sexual es de 15 años y medio. Pero muchas mujeres no tienen la posibilidad de informarse. Por ejemplo, nadie les ha explicado sobre el embarazo extrauterino. Algunas han escuchado hablar sobre el tema y se han asustado. Tampoco entienden por qué tienen que ir al médico durante el embarazo. En muchas ocasiones esas mujeres lo ven como un lujo y no entienden que la salud del niño depende del control médico. Se esconden detrás de los mitos.
Tal vez por eso los primeros contactos en el proyecto de Bona Dea han sido más difíciles, recuerda otra participante en el programa, Elena Samoila.
La comunidad de mujeres era muy reticente al principio. Así me parecía… Todo les parecía extraño, ni siquiera nos conocían… No sabían qué esperar y por qué perder algo de tiempo para acudir a nuestras reuniones. Pero después de la primera reunión, sobre la salud y la lactancia materna, vimos que estaban interesadas en la información. Así han vuelto a acudir a nuestras reuniones, donde hicieron preguntas y participaron de manera activa en los debates.
Pero la situación ha sido diferente al hablar con los representantes de la administración local y la Policía. Andreea Rusu.
Desafortunadamente, en algunos casos, las autoridades son incompetentes o nos niegan su apoyo. Sin embargo, una cosa positiva ha sido que también hemos encontrado personas excepcionales: asistentes sociales y mediadores sanitarios que todos los días van a las comunidades y conocen los problemas de cada persona y saben cómo ayudarlas. También me encontré con policías mujeres, muy buena gente, que nos han apoyado. Es cierto que también hemos tenido malas experiencias con las autoridades, pero creo que han sido pocas en comparación con las buenas, de las cuales hemos podido aprender mucho.
Sin embargo, la participación de la policía local es crucial en la aplicación de la legislación sobre la violencia doméstica. En Rumanía, una de cada cuatro mujeres ha sido agredida física o sexualmente por su pareja o expareja. En 2017 se registraron en la Policía más de 20.000 actos de violencia u otros actos de violencia entre familiares, pero la situación ha mejorado con la introducción de la orden de protección provisional en julio de 2018: en los primeros 10 días después de la aplicación de esta medida se emitieron 150 órdenes.
En primer lugar estas medidas deben ser respetadas por las propias autoridades. Andreea Rusu.
Si las autoridades mantienen la mentalidad tradicional según la cual el lugar de la mujer es en el hogar donde tiene que limpiar y cuidar a sus hijos, entonces la información que deben transmitir está distorsionada. Si un policía cree que una mujer merece ser golpeada porque no ha hecho la limpieza, no dará órdenes de protección ni tampoco protegerá a la mujer y sus derechos.
Elena Samoilă:
Por esta razón, la mujer tampoco se atreverá siempre que pase por la violencia doméstica a llamar al policía para obtener la protección a la que tiene derecho. Esta medida se ha introducido para otorgar una orden de protección provisional que puede ser emitida por el oficial de policía en el lugar del suceso sobre la base de un formulario. Si se emite esta orden, el agresor puede ser obligado a salir de la casa durante cinco días. Durante este tiempo, la víctima tiene la oportunidad de tomar medidas para ir al tribunal y obtener una orden de protección extendida.
Iniciado el verano pasado, el proyecto Bona Dea se desarrollará hasta fines de este mes cuando los representantes del Centro Filia esperan poder anunciar un avance significativo en este ámbito.
(versión española: Simona Sarbescu)