Profesores y valores de la democracia
Sobre un reciente estudio sociológico dedicado a los valores democráticos a los que se adhiere el personal docente de Rumanía.
România Internațional, 21.11.2018, 18:16
«Es preocupante la proporción de docentes que tienen un bajo apego a un régimen democrático en el país. El nivel de tolerancia social de los docentes es bajo, incluso más bajo que en el resto de la sociedad». Estas son dos de las conclusiones de un reciente estudio sociológico dedicado a los valores democráticos a los que se adhiere el personal docente de Rumanía.
Además de ser preocupantes, estas conclusiones han provocado disputas en el espacio público, y muchos se han apresurado a desprestigiar aún más un sistema educativo muy criticado últimamente. Incluso los autores del estudio, un grupo de sociólogos y psicólogos de renombre que trabajaron bajo los auspicios de la Fundación Friedrich Ebert, reconocieron que «la educación escolar es importante para el desarrollo de una cultura política conducente a la democracia».
Los valores de los docentes pesan mucho desde esta perspectiva, especialmente en un momento en el que parte de Europa parece atraída por corrientes autoritarias que cuestionan la democracia. ¿Qué buscaban y qué descubrieron los autores del estudio?
Gabriel Badescu, jefe del Departamento de Ciencia Política de la Universidad Babeş-Bolyai en Cluj-Napoca, es uno de los autores del estudio:
Queríamos ver en qué medida creen los docentes que la sociedad debería ser gobernada de acuerdo con las reglas democráticas. En general, alrededor del 90% contestó que disfrutaba de los sistemas democráticos y eso parece tranquilizador. El problema es que las respuestas a las preguntas algo más detalladas muestran un porcentaje bastante alto, alrededor del 40%, que cree que incluso en una democracia sería bueno tener un líder fuerte que haga caso omiso de las elecciones libres y del Parlamento.
Además, un 14% de los docentes cree que la salida de Rumanía de la Unión Europea sería algo positivo. El mismo porcentaje aprobaría la existencia de un régimen militar, y el 11% favorecería la presencia de un sistema regido por la ley religiosa (que implicaría la falta de partidos políticos y la ausencia de mecanismos electorales). Aunque este estudio muestra que los valores de los docentes son menos democráticos de lo que hubiéramos esperado, el sociólogo Claudiu Tufis, cree que estos datos deben ser analizados en el contexto más amplio de las opiniones de la población en general. Analizando las opiniones de las sociedad en su conjunto, los docentes no están tan mal. El sociólogo Claudiu Tufis:
Se han interpretado solo los datos sobre los docentes de la educación preuniversitaria. No se ha realizado ninguna comparación con la población en su conjunto ni con otras categorías de personas con educación superior. Hay datos similares recopilados a principios de 2018 en Rumanía en investigaciones internacionales. De estos datos resulta que los profesores del sistema preuniversitario en Rumanía, incluso si son relativamente intolerantes y menos democráticos, en comparación con la población de educación superior son más abiertos y son más democráticos que la sociedad rumana en general. El problema no es que los maestros sean antidemocráticos, sino que nosotros, como población, lo somos. En los 30 años transcurridos desde la caída del comunismo, no hemos internalizado los valores asociados con la democracia.
A esta conclusión se añade el contexto europeo actual. Claudiu Tufiș.
El problema desde este punto de vista es que en Rumanía la tendencia a disminuir el apoyo a la democracia se ha superpuesto al problema de una población que aún no ha aprendido qué significa la democracia y cuáles son sus valores. En contraste, en países con una tradición democrática de más de 50 años, aunque la confianza en la democracia ha disminuido, esta caída se produce en sistemas democráticos funcionales.
Sin embargo, en cuanto al nivel de tolerancia social, los rumanos no se alejan mucho de la tendencia europea. Los grupos más rechazados por los profesores son los drogadictos (58.7%) y los alcohólicos (53.6%). Luego, el tercer grupo menos deseable está representado por los romaníes (42.5%) y otras categorías que acumulan altos porcentajes de actitudes negativas son los homosexuales (38.3%), los hablantes de otro idioma (33.7%) y las parejas que no están casadas (33.1%).
Gabriel Bădescu, uno de los autores del estudio:
Tenemos una pregunta en que pedimos la opinión de los docentes sobre la educación de los niños romaníes. ¿Es apropiado que se eduquen con los demás alumnos o sería deseable que estuvieran en aulas separadas? En este caso, las respuestas han generado polémicas y son realmente preocupantes porque aproximadamente uno de cada ocho de los que han expresado su opinión creen que los romaníes deberían estudiar por separado en aulas segregadas. Hay un consenso general en las ciencias de la educación que los alumnos deben aprender juntos sin importar la etnicidad o el género, las diferencias o las discapacidades físicas. La escuela debe ser inclusiva.
Pero quizás lo más preocupante es la posición de los jóvenes docentes menores de 35 años. El 54,5% de ellos cree que Rumanía debería tener un líder fuerte y el 17,9% piensa que sería positivo para nuestro país no ser miembro de la UE. El sociólogo Claudiu Tufis concluye.
Las personas menores de 35 años tenían entre 5 y 6 años en el momento de la caída del comunismo y no recuerdan nada de lo que era antes. Crecieron en el difícil período de la transición poscomunista. Han tenido experiencias económicas desagradables, han experimentado desigualdad, pero no han tenido problemas con la falta de libertades políticas, la violación de los derechos fundamentales. Esta puede ser una explicación, junto con la decepción con la forma en que funciona la democracia ahora en Rumanía.
(Versión española por Irina Calin)