Comunidades cívicas informales
La recuperación del espíritu cívico y la movilización alrededor de causas comunes han estado presentes en Rumanía sobre todo en los últimos tres o cuatro años.
România Internațional, 16.05.2018, 18:21
La recuperación del espíritu cívico y la movilización alrededor de causas comunes han estado presentes en Rumanía sobre todo en los últimos tres o cuatro años, desde que cada vez más ciudadanos se han unido alrededor de temas de interés público, ya sean locales o nacionales. Las personas se animan a expresar sus deseos, a enviar peticiones, a colaborar para llamar la atención de las autoridades y mejorar así las condiciones de vida en la comunidad. Desde hace tres años, muchos de ellos reciben la ayuda de la Comunidad Declic. Muy activa en las redes sociales y en internet mediante los mensajes electrónicos, esta asociación no gubernamental da a la gente el impulso de movilizarse alrededor de unas peticiones, pero también la posibilidad de organizarse para obtener sus derechos, según ha afirmado Tudor Brădăţan, director ejecutivo de la Comunidad Declic.
“La Comunidad Declic es la mayor comunidad de ciudadanos implicados activos de Rumanía. Durante los tres años de actividad hemos conseguido llegar a un número de 370.000 personas que reciben constantemente información de nosotros y llamamientos a la acción. La acción puede ser el hecho de firmar una petición en internet, la participación en una actividad o en un acontecimiento, una manifestación o protesta, o en una reunión con los representantes de las autoridades. Además, hay también una manera de recaudar dinero, mediante la cual nuestros miembros son invitados a contribuir financieramente a las causas en las que creen.”
Tudor Brădăţan tuvo la idea de crear esta plataforma hace muchos años, cuando comenzó la acción Salvad Roşia Montană, que tuvo por objetivo impedir la explotación intensiva del oro mediante el uso de cianuros que afectaban al medio ambiente en la localidad de Roşia Montană situada en los montes Apuseni. Por entonces, el sentido de la unión alrededor de causas comunes y locales se manifestaba menos, según recuerda Tudor Brădăţan.
“Me preguntaban muchas veces por qué no presentábamos una petición ante las autoridades, porque ellas deberían conocer los problemas que había en Roșia Montană. Al ver el éxito que tenía la idea de la petición entre los ciudadanos, quisimos tener una gran comunidad de personas que se pudieran movilizar rápidamente, se pudieran informar rápidamente sobre ciertos asuntos, de tal manera que una campaña social se pudiera convertir en un éxito de los ciudadanos. Si las autoridades hacen algo que a nosotros no nos conviene, es bueno que nosotros, como ciudadanos, tengamos el formato en el que nos podamos unir y poner presión sobre las autoridades para que tengan en cuenta nuestros deseos.”
No sólo las grandes causas, de interés nacional, reciben el apoyo de la Comunidad Declic, sino también los temas de interés estrictamente local, según ha afirmado Olga Popescu, organizadora de las acciones locales dentro de esta comunidad en internet.
“Ayudamos muchísimo en su campaña a aquellos que lanzan sus peticiones en la página web y abren temas que consideramos relevantes. Les enseñamos a movilizar a la gente, a llegar al mayor número de personas posible, y no sólo en internet, sino también fuera de ello. Actualmente, hay aproximadamente 800 peticiones presentadas. Pero el número es fluido. Algunas de estas personas no han creado campañas para sus ideas. Otras han reaccionado rápidamente y han pensado ciertas campañas para que se solucionen sus problemas. El porcentaje es aproximadamente mitad y mitad, pero nos alegra porque hay también éxitos reales.”
Olga Popescu ha presentado también algunos ejemplos de campañas iniciadas por los ciudadanos y que han tenido éxito.
“Hemos obtenido el más reciente éxito tras una campaña mediante la cual algunos ciudadanos han insistido ante las autoridades de Piatra Neamț en trasladar a un oso del parque zoológico de la ciudad a una reserva de Brașov. Lo consiguieron después de dos años en los que pusieron presión sobre el alcalde, porque los trámites eran muy lentos. Se empeñaron y consiguieron trasladar al oso que vivía en una jaula, en condiciones impropias. Ahora está en un bosque de Brașov, donde cuidan de los animales salvajes en cautiverio.”
Pero la acción que tal vez ha tenido el mayor éxito entre las actividades apoyadas o iniciadas por la Comunidad Declic ha sido la movilización de las amplias manifestaciones desarrolladas el año pasado en varias ciudades y que fueron dirigidas contra algunas iniciativas legislativas sobre la organización de la Justicia. Tudor Brădăţan.
“Una de las más conocidas campañas de Declic es #REZIST. Lanzamos este símbolo e invitamos a los miembros de la Comunidad Declic a cambiar su foto de perfil en las redes sociales para añadir este lema. Después continuamos. Después de la ordenanza 13, siguieron las leyes de la Justicia. Entonces nos movilizamos de nuevo y creamos unas manitas amarillas como pancartas: Todos para la Justicia. Fueron financiadas con las pequeñas donaciones de los miembros de Declic. Un asunto del que no es consciente mucha gente no será un asunto que las autoridades solucionen o al que den prioridad. Esto fue muy evidente en el caso de las leyes de la Justicia. La presión pública hizo que los parlamentarios dieran marcha atrás. Desde la propuesta del Gobierno sobre estas leyes formulada el pasado verano, hasta la versión adoptada finalmente por el Parlamento se recorrió mucho camino. Muchísimas de las normas consideradas tóxicas no llegaron al texto final de la ley.”
Desde las primeras campañas como la que fue denominada Salvad Roşia Montană ha pasado bastante tiempo, suficiente para que se fortalezca el espíritu cívico, según considera Tudor Brădăţan.
“Está claro que la tendencia es muy buena frente a lo que ocurría hace 10 años, cuando no había muchas manifestaciones, cuando no había muchos ciudadanos que se opusieran a los planes del poder político. Desde entonces se ha desarrollado una sociedad civil cada vez más auténtica y más implicada. En general, se nota un cambio de actitud: desde el ciudadano que actuaba sólo para que él estuviera bien, al ciudadano que colabora con los demás para que todos estemos bien. Cuando lanzamos la Comunidad Declic, ni soñábamos con esto. Nuestra primera petición fue firmada por 25.000 personas durante el periodo de los debates sobre el Código Forestal. Ahora hay peticiones con 150.000 firmas.”
El nivel de implicación cívica ha aumentado también porque la gente se ha dado cuenta de que su voz se puede hacer escuchar mediante la cooperación y la insistencia, y la petición es el primer paso mediante el cual los simples ciudadanos pueden influir en la agenda pública, han afirmado los miembros de la Comunidad Declic.