Un plato de comida caliente, en el espacio real y virtual
Para las personas de la calle, los ancianos solos y enfermos o los niños desfavorecidos, una comida caliente ofrecida diaria o semanalmente es casi siempre solo un sueño difícil de alcanzar.
România Internațional, 25.04.2018, 16:56
Para las personas de la calle, los ancianos solos y enfermos o los niños desfavorecidos, una comida caliente ofrecida diaria o semanalmente es casi siempre solo un sueño difícil de alcanzar. Para hacer que este sueño se convierta en realidad, una realidad normal para la mayoría de la gente, un grupo de voluntarios de Cluj creó en 2013 un proyecto ”Una Comida Caliente”. Hoy, 5 años después, su idea ha sido ”importada” también a otras ciudades y así se ha llegado a 900 platos de comida ofrecidos semanalmente a los indigentes, a las personas más necesitadas. Raimonda Boian, una de las iniciadoras del proyecto, nos amplía más detalles:
”El proyecto se ha desarrollado mucho, y los que se han beneficiado proceden de todas las categorías sociales que necesitan comida, alimentos y no los tienen. El comedor donde yo trabajo como coordinadora, recibe a gente que viene a la Plaza del Museo en Cluj-Napoca y piden un plato de comida. Entre ellos hay indigentes y también personas que tienen hogar, pero que pasan hambre porque no tienen nada que comer. Pero nosotros no somos asistentes sociales, no hacemos ninguna investigación social, no controlamos a estas personas que piden ayuda, ya que lo importante es que ellos reciban comida.”
Aunque ”Una Comida Caliente” es un proyecto independiente, que no pertenece a ninguna institución administrativa, su aplicación no hubiera sido posible sin el apoyo de los ayuntamientos locales o las Direcciones de Asistencia Social. Así, hemos desarrollado el proyecto ”Una Comida Caliente” en Cluj, Constanza, Adjud, Bistriţa, Satu-Mare y Bucarest. Los alimentos proceden solo de donaciones. En Cluj, tenemos el mayor número de comedores que ofrecen comida caliente con la ayuda de los voluntarios. Sorprendentemente o no, tenemos muchos voluntarios que proceden de todas las categorías sociales y todas las edades. Raimonda Boian:
”Para el comedor de Cluj se han apuntado equipos de voluntarios incluso hasta enero de 2019. Me da mucha pena porque ya no podemos recibir más solicitudes de voluntariado antes del próximo mes de enero. También les encanta cocinar. Aunque no seas un maestro en la cocina, es muy bonito participar en estas actividades. Es un elemento que atrae, una actividad muy agradable que no requiere mucho esfuerzo por parte de los voluntarios. Muchos de ellos se dedican a preparar solo bocadillos.”
En Bucarest, el proyecto ”Una Comida Caliente” está dirigido por una de las voluntarias, Monica Abagiu:
”Estoy trabajando en este proyecto desde el pasado mes de octubre. Me había registrado como voluntaria en mayo de 2017 y luego junto con Raluca Apostol, hemos coordinado el proyecto en Bucarest. Desde hace mucho tiempo quería participar en este tipo de proyectos. Hemos optado por ”Una Comida Caliente” porque nos encanta cocinar y además me gusta la idea de ayudar a otras personas. Ya habíamos participado en otras acciones de voluntariado.”
El voluntariado es una actividad que Monica Abagiu desarrolla junto a otros aspectos de su vida.
Para ella no ha sido nada difícil dedicarse a su familia y también al voluntariado en el marco del proyecto ”Una Comida Caliente” desarrollado en dos zonas de Bucarest. Uno de estos lugares es el comedor Ominis ubicado en el sector 4, una zona desfavorecida de la capital. El segundo comedor se ha abierto en Ferentari, un barrio con muchos problemas. Monica Abagiu:
”Tenemos un comedor móvil, de hecho una ambulancia dotada con cocina y ubicada en el patio de una escuela del barrio Ferentari. A la Cantina Ominis, acuden en primer lugar adultos, entre 70 y 100 personas. Vienen al comedor todos los días, pero nosotros preparamos la comida solo durante el fin de semana. Y en cuanto a la escuela, ofrecemos comida a los niños que son alumnos ahí. Junto con otros voluntarios, el activista cívico Valeriu Nicolae ayuda a los niños con las tareas escolares, y a nosotros nos ayuda a cocinar. Se trata de niños con problemas, casos sociales. Hay unos 70-100 que reciben ayuda. Todos los sábados y domingos preparamos la comida para ellos.”
La comida caliente se ofrece a las personas pobres solo dos veces a la semana, pero Monica Abagiu quiere ampliar el proyecto, abriendo nuevos comedores en otros lugares de Bucarest. Un elemento que podría contribuir a la ampliación es la aplicación ShareFood. George Jiglău, uno de los iniciadores en Cluj, ha participado en la creación de la aplicación cuyo objetivo es combatir el desperdicio alimentario. George Jiglău:
”Se trata de una aplicación a través de la cual intentamos mejorar la comunicación entre los que producen y comercializan la comida y los miembros de la comunidad que la necesitan. Durante los 5 años de existencia del proyecto ”Una Comida Caliente”, primero en Cluj, luego también en otras ciudades, hemos conocido a los que hacen donaciones. Son personas que pueden ofrecer alimentos, comida que no han podido vender y que en muchas ocasiones se tiraba a la basura, aunque nadie quiera desgastar la comida. (…)la aplicación puede ayudar a todos. Es una herramienta que tiene como objetivo combatir el desperdicio alimentario, y que además es fácil de utilizar y puede mejorar la colaboración entre potenciales donantes y las personas necesitadas.”
La aplicación ShareFood está destinada solo a personas jurídicas: por un lado, potenciales donantes como compañías, y por el otro, las instituciones públicas, las ONG o las comunidades religiosas que pueden enviar la comida directamente a los beneficiarios. Los autores de la aplicación son 2 expertos en informática de Cluj que, tras haber cocinado para el proyecto ”Una Comida Caliente”, se han implicado más como voluntarios. Hoy, casi 2 meses desde su creación, la aplicación ShareFood está disponible en todas las ciudades del país y ya cuenta con decenas de páginas web activas utilizadas tanto por los donantes, como también por los beneficiarios.