¿Quién va a la Universidad ?
En Rumanía hay la menor tasa de graduados en educacion superior de toda la UE inclusive en el caso de los que tienen entre 30-34 años de edad
Christine Leșcu, 27.09.2017, 07:02
Durante el comunismo no se fomentaban mucho la educación superior porque concedía más atención al proletariado, al menos al nivel ideológico. Había pocas plazas en las facultades, los exámenes eran muy difíciles y la competencia muy grande. No es de extrañar que a comienzos de los años 1990, Rumanía tenía un déficit muy grande de graduados universitarios (en 1992, solo el 5,8% del total de la población se había graduado por una facultad). 25 años más tarde, aparecieron varias facultades privadas, las facultades públicas han aumentado el número de plazas de ingreso y la situacion ha mejorado de forma significativa. Sin embargo sigue siendo insuficiente si comparamos con el resto de los países europeos. En Rumanía hay la menor tasa de graduados en educacion superior de toda la UE inclusive en el caso de los que tienen entre 30-34 años de edad: el 25,6% del total de la población de esta edad se graduaron por una institución de educación superior, mientras la media europea es de un 39,1%. Entre las causas mas evidentes conviene destacar la situación económica precaria de la mayoría de la población y las características del sistema educativo de Rumania, considera Mihai Dragoş, presidente del Consejo de la Juventud de Rumania :
Hace falta ver qué es lo que está pasando en el ámbito unviersitario. Tan sólo un 48% de los jóvenes aprueban el examen de bachillerato. También hay que tomar en consideración la tasa de abandono escolar que ha subido estos ultimos años hasta un 18%. Hay abandono también entre los estudiantes de unviersidad que dejan su carrera sin terminar. Casi un 35% … 40% de los jóvenes que entran en la universidad no terminan sus estudios. Muchas veces porque no siguen la carrera más adecuada para ellos, sino que van a una facultad que sus padres o sus cercanos consideran que es adecuada para ellos. Cuando comienzan los cursos, algunos se dan cuenta que de hecho quieren estudiar otra cosa y entonces, sea camiban la facultad, sea consiguen algún trabajillo durante los estudios y ya no tienen tiempo para estudiar. También es cierto que algunos estudiantes no pueden cubrir los costos de educación.
Las razones financieras y económicas influyen inevitablemente las decisiones realcionadas con la continuación de los estudios. Hay familias que no pueden cubrir los costos de la educación. Pero también existe la percepción según la cual no vale la pena esforzarte para terminar una carrera unviersitaria porque esto no te faciita el éxito profesional. Es una percepción errónea porque las estadísticas demuestran que la mayoría de los desempleados son personas sin estudios superiores, los graduados de universidad logrando en mayor medida encontrar empleo, destaca Victoria Stoiciu, representante de la Fundacion Friedrich Ebert:
La pregunta es si realmente la educación superior trae beneficios. Es una inversión costosa para todos. Hay muchos jóvenes que no han tenido la suerte de nacer y de vivir en ciudades que son centros universitarios. La educación supone costos, aparte de las tasas escolares, como por ejemplo costos de alquiler, de transporte, de mantenimiento que no todos se permiten, desgraciadamente. Entonces se analiza la realción costo – eficienca: ¿es eficiente invertir en mi educación durane cuatro años para obtener un diploma que me sirve para conseguir luego un puesto de trabajo con un salario mediocre, o mejor salir para Italia o España donde sin diploma alguno podré conseguir un sueldo mínimo de unos 800-900 de euro al mes? Para muchos rumanos, la respuesta a este dilema es: no resulta rentable invertir en la educación.
La realidad contradice estas percepciones que deberían ser corregidas por el sistema educativo y por la familia, considera Mihai Dragoş.
A los alumunos y los jovenes no se les ayuda a entender muy bien la dinámica de la sociedad. Las estadísticas europeas demuestran que la demanda de puestos de trabajo no cualificado o de calificación media está a la baja. Pero la demanda de personas con estudios superiores está en alza. El mundo tiende hacia la autoriatizción de varias actividades. En algunas fábricas ya esta pasando esto. Desaparecerán determinados oficios o bajará la demanda de ciertas cualificaciones profesionales. El mercado laboral tendrá más puestos para las personas con estudios superiores. Esta debería ser una estrategia a largo plazo de Rumania si quiere hacer frente a estas tendencias. De lo contrario, el paro de los jóvenes que ya esa alto, subirá aún más y es posible que no podamos hacerle frente dentro de 20-30 años.
Al intentar identificar las causas del número bajo de graduados en estudios superiores Fundaţia Friedrich Ebert România, inició el proyecto Monitorul Social, y analizó también el llamado fenómeno de la fuga de cerebros. Por muy significativo que fuese este fenónemno, no ofrecer suficientes explicaciones. En Rumanía se conceden anualmente tan sólo 10 títulos de educación superior para 1000 persoanas con edades comprendidas entre 15-64 años, la mitad de cuantos hay en Polonia y muy por debajo de la media europea. Además, en Rumanía conocer por el amor al conocimiento parece haber perdido su encanto , considera Victoria Stoiciu.
Educación está enfocada estrictamente desde esta perspectiva de la eficiencia y de la medida en que ofrece respuesta a la demanda laboral. Este no es un planteamiento equivocado, pero empobrece el significado de la educación en un sentido más amplio, el significado de estudios universitarios. La educación no se hace solo para formar fuerza laboral. Este es solo uno de los papeles que desempeña la educación, pero no el único . La Educación tiene también el papel de formar ciudadanos, de formar personas con pensamiento crítico, de enseñarnos como nos podemos autoeducar, o como desarrollar nuestras capacidades. Esta dimensión idealista de la educación está en el descuido hoy en día. Se enfatiza demasiado la dimensión práctica y esta dimensión práctica no está a la altura de las expectativas.
Para que esta situación cambie, los expertos que coordinan Monitorul Social recomienda un crecimiento del presupuesto asignado a la educación. El los últimos 10 años, el porcentaje del PIB de los gastos para la educación nunca ha superado el 5%, siendo el menor de Europa.