¿Quiénes son los cuidadores a domicilio?
Cuidar a domicilio a los ancianos resulta ser igualmente importante que cuidar a los niños y en semejantes condiciones, optar por semejante persona en la ausencia de una familia es crucial.
România Internațional, 11.01.2017, 17:10
Cuidar a domicilio a los ancianos resulta ser igualmente importante que cuidar a los niños y en semejantes condiciones, optar por semejante persona en la ausencia de una familia es crucial. Igual de importantes resultan ser a la vez las condiciones en que despliegan la actividad estas personas que se desplazan al domicilio de un anciano. Es al fin y al cabo, una profesión en sí misma que entra en la categoría de los servicios domésticos, definida mediante la Convención 189 de la Organización Internacional del Trabajo, ley que trata de ofrecer protección a este tipo de empleados y de defender su derecho a un trabajo decente. Anisoara, una mujer que lleva 18 años de experiencia en este sector de actividad, nos describirá una jornada de trabajo a domicilio. En el presente, Anisoara cuida de tres personas ancianas. Escuchémosla:
“Les ayudo a tomar sus medicinas, voy de compras en su lugar, les acompaño al médico y además hago la limpeza de la casa, cocino y hasta les ayudo a lavarse.”
Pese a la existencia de la Convención 189 de la Organización Internacional del Trabajo, la profesión de Anisoara no ha sido legalizada en todos los Estados europeos y allí donde determinados aspectos están bajo la protección de la ley, la realidad evita las reglas. Anisoara nos amplía detalles al respecto:
“He trabajado con una empresa que tenía contrato con el ayuntamiento del respectivo sector. Tenía carné laboral pero el ayuntamiento se quedó sin fondos y dejó de pagar a los empleados de esta empresa. Me quedé sin un lugar de trabajo y en el presente trabajo de manera privada. Por otra parte, los ancianos que no se pueden dar el lujo de pagar un cuidador se quedan sin ayuda.”
Esta situación saca a la luz tanto la vulnerabilidad de los empleados domésticos, como la vulnerabilidad de la persona que se beneficia del cuidado a domicilio. Las personas cuya familia no se pueden permitir el lujo de pagar de sus fondos propios a un cuidador dejarán de ser apoyadas si las autoridades locales no les ofrecen ayuda financiera mediante las empresas que a su vez emplean a estos cuidadores. Y estos se verán obligados a trabajar en negro sin beneficiarse de los derechos previstos por la ley mediante un contrato laboral. Escuchemos a Anisoara:
“No tengo carné laboral y no puedo pagar los seguros sociales y de salud y aunque tengo problemas de salud, desde hace años no he ido al médico.”
Más detalles sobre la situación legal y menos legal de los cuidadores a domicilio nos ofrece la vicepresidenta de la asociación humanitaria “Habilitas” que prepara personal habilitado para cuidar de los ancianos, Rodica Caciula:
“La profesión de cuidador a domicilio figura en el Código Nacional de Ocupaciones y lleva precisamente esta denominación “cuidador de ancianos a domicilio”. Para este oficio existe un primer nivel de cualificación adquirido a raíz de 360 horas de preparacion, de las cuales 240 son de práctica y 120 de teoría. Existen al mismo tiempo numerosas personas no cualificadas que ayudan a domicilio en régimen privado por no ser empleadas de alguien, ni de una empresa privada ni de una autoridad estatal o local. No se sabe a ciencia cierta su número pero parece que muchas de ellas trabajan en esta zona gris del mercado laboral.“
Una solución para proteger los derechos de los trabajadores a domicilio y a sus beneficiarios sería la de ratificar la Convención 189. Por lo menos así lo considera el Consejo Económico y Social Europeo, que recientemente, ha adoptado un dictamen mediante el cual se solicita a los Estados miembros de la UE que ratifiquen dicha convención. Dumitru Fornea, miembro del mencionado Consejo nos habla de las ventajas de una legislación más estricta referente al cuidado a domicilio:
“Es una convención muy importante ratificada hasta ahora por un número reducido de países:Bélgica, Irlanda, Portugal, Alemania, Finlandia y Suiza. Este sector parece ser marginal pero si analizamos la situación del nivel de envejecimiento de la población y la necesidad de la asistencia médica, el sector adquiere cada vez más importancia. Todos estos aspectos son considerados marginales de la reglamentación social y nosotros tratamos de devolver la dignidad a los que trabajan en este campo de actividad.”
Además, una legislación más estricta y especialmente su aplicación protegerá mejor a las personas ancianas. Escuchemos a Rodica Caciula:
“Es importante que el cuidador a domicilio sea empleado de una empresa privada o de las autoridades locales, porque pueden surgir casos de abusos cometidos contra los ancianos. Sin documentos nadie puede intervenir, ni la inspección laboral ni la inspección sanitaria. Existe la posibilidad de que un cuidador a domicilio resulte agotado por el trabajo prestado dada la inexistencia de una una regularización de actividad. En otros casos, el cuidador puede abusar de una persona anciana sola, que no se puede defender, y por ello es importante ratificar dicha convención. Si todos estos cuidadores que trabajan en negro tuvieran un contrato laboral ellos representarían una mano de obra muy importante en Rumanía.”