¿Qué significa el analfabetismo funcional?
¿Qué significa saber escribir, leer, calcular y sin embargo, no poder comprender un texto literario o científico de nivel medio? Según los expertos en educación, esto es el analfabetismo funcional.
România Internațional, 14.12.2016, 12:28
El problema es tan grave y extenso que las autoridades de la Unión Europea han decidido reducir el analfabetismo funcional al 15% para el año 2020, teniendo en cuenta que en los últimos años, el promedio del bloque comunitario asciende al 20%. Sin embargo, en Rumanía el nivel de analfabetismo funcional supera mucho este promedio, y alcanza el 42% entre los alumnos de 15 años, según la Organización para Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Este porcentaje es el valor del 2015, cuando se tomaron en cálculo los resultados obtenidos por los alumnos rumanos en los test PISA, TIMSS, PIRLS, etc. Según los test PISA del año pasado, que evalúan el nivel de los conocimientos linguísticos y científicos de los alumnos, el analfabetismo funcional de los alumnos rumanos sería solo del 38%. Pero, ¿qué significan concretamente estas cifras? ¿Cómo se caracterizan los alumnos considerados analfabetos funcionales? Nos responde Cristian Hatu, miembro fundador del Centro de Evaluación y Análisis Educacionales:
“No tienen la capacidad de pensar de manera estructurada, ni de hacer un análisis a nivel elemental. En cuanto a las matemáticas, por ejemplo, saben sumar y multiplicar, pero en una situación concreta no saben qué operaciones aritméticas deben usar. Si les enviáramos a comprar una alfombra, no sabrían calcular las dimensiones. Tampoco saben interpretar un gráfico sencillo.”
A su vez, los alumnos toman nota, aunque solo sea de forma empírica, de esta situación y encuentran explicaciones. Vlad Ştefan, presidente del Consejo Nacional de Alumnos, y estudiante del Colegio Nacional “Andrei Şaguna” de Braşov, señala:
“Desgraciadamente, el sistema de educación de Rumanía ha quedado anclado en el pasado y no ha conseguido reformarse, como han hecho otros sistemas de educación de Europa que intentan desarrollar ciertas competencias de los niños: competencias de análisis, de estudio, de observación por cuenta propia. Desgraciadamente, la escuela rumana solo fomenta la idea de memorizar la información y reproducirla, sin que el alumno la comprenda en detalle y sin que sea capaz de seleccionar lo que necesita, ya que muchos requisitos del actual currículum son inútiles y solo lo cargan.”
Por lo tanto, por ser un problema vinculado al método de enseñanza y al contenido del currículum escolar, el analfabetismo funcional se ha extendido de manera “democrática” en la sociedad, tanto en las ciudades como en las aldeas, según opina Cristian Hatu:
“El analfabetismo funcional no se halla solo en las zonas desfavorecidas. Existe una correlación muy estrecha entre el estatuto socioeconómico y los resultados del alumno en matemáticas, por ejemplo. Esta correlación asciende al 17 — 19%.”
Para que la situación cambie, es necesario un nuevo modelo de educación centrado en el entendimiento. ¿Qué significa esto? Nos lo explica Cristian Hatu:
“Que los profesores hagan el esfuerzo de usar las herramientas didácticas de tal manera que el alumno entienda lo mejor posible el tema presentado, ya sea un problema de física, o una fórmula matemática o un texto literario. Tratar de vincular estos temas con la vida diaria de los alumnos. Claro que en nuestro país hay profesores que hacen esto. Se dan cuenta de que esto es importante y entonces hacen esfuerzos por cuenta propia. Algunos han seguido cursos de formación, pero la mayoría no pueden aprender solos cómo utilizar estas herramientas. Para ellos hay que organizar cursos en los que aprendan cómo enseñar en la clase. Todo depende de los encargados de la toma de decisiones.”
Requieren este cambio sobre todo los que se ven directamente afectados, porque el analfabetismo funcional se nota primero en la escuela, y luego se vuelve más evidente en el mercado laboral. El presidente del Consejo Nacional de los Alumnos, Vlad Ştefan, explica:
“Se nota en los exámenes nacionales o de bachillerato, o bien en los exámenes internacionales que evalúan la cultura general o la capacidad de los alumnos de analizar cierta situación. Los alumnos de Rumanía, formados en un sistema caduco, no pueden cumplir los requisitos del mercado rumano o europeo.”
Los cambios que el mercado laboral ha atravesado en los últimos decenios suponen un nivel de adaptabilidad que de momento no se ve estimulado en la escuela rumana. De nuevo ante nuestros micrófonos Cristian Hatu, miembro fundador del Centro de Evaluación y Análisis Educacionales:
“La gente cambia su especialización profesional 3 o 4 veces durante su vida activa, según revela un informe del Banco Mundial que yo leí hace algunos años. Se plantea la pregunta: ¿qué hace la escuela y qué habilidades les ayuda a los alumnos a formar, para que ellos, como adultos, puedan orientarse hacia otra profesión? Aunque una persona logre mantener su empleo, debe readaptarse con frecuencia en función de los cambios tecnológicos o de los cambios que tienen que ver con la estrategia de la empresa. Hay cada vez más situaciones en que un empleado debe enfocar lógicamente situaciones a las que no se ha enfrentado anteriormente. La escuela debe formar sobre todo el pensamiento crítico, la habilidad para solucionar problemas y la creatividad de los alumnos.”
Por lo tanto, en una economía dinámica, la mano de obra debe adaptarse continuamente. Por eso necesita ciertas habilidades que solo la escuela puede crear, y los analfabetos funcionales son los menos preparados justamente desde este punto de vista.