Los jóvenes rumanos y Europa después de la crisis económica
Aunque la crisis económica en Europa haya acabado oficialmente, los europeos siguen notando las consecuencias.
România Internațional, 06.07.2016, 17:02
Según un reciente Eurobarómetro, la mayoría de los jóvenes europeos de entre 16 y 30 años se sienten marginados en sus países debido a los efectos de la crisis económica. La mayoría de ellos, en Grecia (el 93%), mientras que el mínimo se encuentra en Alemania, donde sólo un 27% de los jóvenes han sentido esto. El porcentaje en Rumanía es bastante elevado: un 71% de los participantes rumanos en el sondeo se sienten marginados. La causa más frecuente es el acceso reducido a los empleos estables y decentemente pagados, según ha afirmado Diana Filip, coordinadora de la oficina EuropeDirect de Bucarest:
“Creo que junto a los efectos negativos de la crisis económica, que se sienten todavía, puede estar aún aquel antiguo cliché: a la hora de contratar a los jóvenes graduados, a los que acaban de terminar la escuela, se requiere bastante experiencia laboral. Esto suele pasar de hecho en todos los Estados miembros de la UE, no sólo en Rumanía. La diferencia sería que, en los demás Estados miembros, todavía se suele hacer hincapié en las especializaciones prácticas, como las que ofrecen las escuelas profesionales, y no sólo en las especializaciones teóricas. Y, según nuestra experiencia, consideramos que las prácticas y el voluntariado han llegado a ser esenciales en la formación de los jóvenes, junto con los aspectos teóricos que se aprenden en la facultad. Por ello se ha reglamentado también la ley del voluntariado, para que esta actividad se considere antigüedad laboral. (…) Por lo tanto, es evidente que los jóvenes necesitan más prácticas posibles, además de la educación teórica, para integrarse en el mercado laboral.”
A pesar de los problemas existentes en el mercado laboral interno, el Eurobarómetro ha indicado que la mitad de los jóvenes de Rumanía no desean estudiar o emigrar a otro país de la UE. Un 85% de ellos tampoco han viajado a otro país para estudiar o para trabajar. En cambio, son activos en las redes sociales y desearían implicarse en los debates públicos. Para Mihai Dragoş, presidente del Consejo de los Jóvenes de Rumanía, los dos aspectos (la implicación cívica y el deseo de quedarse en su país) están muy vinculados y se refieren a los intentos de mejorar la situación aquí. He aquí lo que ha declarado Mihai Dragoş:
“Hay interés por los procesos democráticos y por influenciar las decisiones, según ha mostrado también el Eurobarómetro. Existe incluso un número significativo de jóvenes que consideran que las redes sociales representan una ventaja para la democracia, porque permiten participar en varias campañas y saber algunas informaciones directas que, a veces, pueden ser dificilmente accesibles mediante la prensa tradicional. Existe tal vez el temor de ir al extranjero, vinculado también a la marginación. Se nota el aumento del discurso que instiga al odio, del extremismo en algunos Estados europeos. Y esto puede desalentar a algunos jóvenes a buscar su vida en otro país. Además, en muchos países el desempleo es mucho mayor que en Rumanía, una situación difícil de creer antes de la crisis económica. Y esto puede afectar a la decisión de construir un futuro en otro país.”
Aunque muchos decidan quedarse en el país, en Rumanía se ha retrasado la puesta en marcha de las facilidades pensadas para los jóvenes, incluso en Bruselas y Estrasburgo. Tal vez ésta sea también una explicación para el sentimiento de marginación. He aquí la declaración de Mihai Dragoş:
“Hay un programa europeo denominado Garantía Juvenil, mediante el cual Rumanía debería gastar más de 560 millones de euros justamente para la integración social y económica de los jóvenes. Me refiero sobre todo a los jóvenes NEET, es decir aquellos que ni trabajan, ni estudian, ni reciben formación. Sin embargo, hemos constatado que Rumanía no ha comenzado todavía a poner en marcha este programa y tampoco ha gastado algo de este dinero europeo para ofrecer asesoría, prácticas y otras cosas que podrían haberse asegurado a partir del año 2014. Es un retraso mayor que el del anterior ejercicio financiero, 2007-2013. En 2009, ya se gastaba el dinero europeo destinado para la preparación de los recursos humanos, ahora estamos a mitad del año 2016 y esto no pasa.”
Rumanía tampoco está en buena situación respecto a la puesta en marcha de su propia legislación, según ha declarado el presidente del Consejo de los Jóvenes:
“Estamos implicados en la modificación de la ley de los jóvenes. Hemos constatado que, aunque la ley prevé la existencia de algunos programas para los jóvenes y de fondos para los jóvenes, incluso al nivel de las autoridades locales, la gran mayoría de las administraciones públicas no usaban estos fondos y no había ningún tipo de monitorización de la manera en la que se gastaban. Me refiero a los fondos que se deberían asignar para los programas de formación, asesoría, debates sobre las políticas públicas, programas para crear relaciones entre los empleadores y los posibles empleados. En Rumanía, el desempleo de los jóvenes superó el 21% en 2015.”
A pesar de los temores y del sentimiento de marginación, hay también buenas noticias en el Eurobarómetro sobre el estado de ánimo de los jóvenes. Un 89% de los jóvenes de Rumanía consideran que es importante conocer las instituciones europeas. El nivel de conocimiento de las instituciones y las políticas europeas en Rumanía ha estado durante años entre los más bajos de Europa. Pero las cosas han empezado a cambiar, sobre todo desde que los jóvenes se han enterado de que estas instituciones pueden ofrecer oportunidadse concretas. He aquí la declaración de Diana Filip, coordinadora de la oficina EuropeDirect de Bucarest:
“A partir de los años de instituto, los jóvenes están cada vez más interesados en el funcionamiento de las instituciones de la UE y no sólo en entender el mecanismo, por si desean trabajar en Bruselas, en una de estas instituciones, sino también en percibir el impacto de las políticas de la UE a nivel nacional, sobre todo en el mercado laboral.”
La investigación sociológica para el Eurobarómetro se realizó del 8 al 25 de abril de 2016 y se basó en una muestra de 10.294 jóvenes de 28 países miembros.