Los pacientes y las infecciones intrahospitalarias
Una investigación periodística ha revelado recientemente un asunto escondido, pero bien conocido: las infecciones intrahospitalarias.
România Internațional, 22.06.2016, 16:46
Una investigación periodística ha revelado recientemente un asunto escondido, pero bien conocido: las infecciones intrahospitalarias. La investigación ha demostrado el hecho de que muchos de los desinfectantes utilizados en los hospitales rumanos eran de baja concentración y la empresa productora ha sido acusada de haber diluido las sustancias de esterilización que suministraba a varios hospitales del país. Las investigaciones posteriores, incluso la penal, han revelado una red de corrupción que actuaba desde hace mucho tiempo. Así ha sido identificada una de las causas de un gran problema constatado a lo largo de los años por los pacientes y sus familias. El estado de salud de muchos pacientes empeora en el hospital y algunos incluso fallecen. Es el caso de algunas de las víctimas del incendio de la discoteca “Colectiv” ocurrido en otoño de 2015 que murieron debido a algunas infecciones adquiridas en el hospital.
Según nos cuenta el presidente de la Asociación Nacional para la Protección de los Pacientes, Vasile Barbu, esto no es una novedad:
“Desde hace casi 9 años la Asociación Nacional para la Protección de los Pacientes viene señalando que la prevención y el control de las infecciones intrahospitalarias en Rumanía representan un gran problema. Un asunto ignorado. Se nos ha repetido incluso a nivel oficial que este tipo de infecciones existen en todas partes, tanto en EE. UU. como en Alemania. Nosotros hemos aceptado esta idea dado que las infecciones son parte de la naturaleza, pero en los hospitales hay que controlar la situación. Le presenté la situación al ministro de Sanidad de aquel período, pero no se identificaron soluciones. Los ministros posteriores también estuvieron al tanto de la situación. Algunos tuvieron un mandato muy corto y les resultó imposible encargarse de todos los problemas del sistema. Pero nosotros les presentamos la situación. Prácticamente, todos los ministros están al tanto del peligro de las infecciones intrahospitalarias.”
Poco después del escándalo mediático, las autoridades han decidido iniciar las verificaciones. Las investigaciones han confirmado que los desinfectantes de dicha empresa fueron diluidos y que habían sido utilizados en 50 hospitales de Rumanía. Tras las verificaciones, se ha constatado que tan sólo en los últimos 5 años el ministerio ha identificado 57.088 infecciones. De hecho, desde el año 2003, su número ha ido en aumento. El problema parece haber sido bien conocido por todos, pero sólo parcialmente reconocido. Incluso el representante de la Sociedad Nacional de Microbiología ha destacado que las infecciones intrahospitalarias no son declaradas en Rumanía. Este anuncio fue hecho una vez lanzado “El Plan Estratégico de Prevención y Combate de las Infecciones Intrahospitalarias 2016-2018”.
Nuevamente ante los micrófonos de RRI, Vasile Barbu:
“En el presente, en Rumanía existen reglamentaciones en cuanto a la prevención y el control de las infecciones intrahospitalarias. Tenemos una comisión consultiva de epidemiología en el marco del Ministerio de Sanidad así como sociedades médicas que han identificado soluciones para remediar la situación. Desafortunadamente, la relación entre todos los representantes del sistema de sanidad no es tan buena.”
Más allá de los asuntos administrativos y burocráticos están las historias de los pacientes, las tragedias por las que pasaron. Vasile Barbu ha vivido el dramatismo de estas experiencias porque su esposa fue víctima de las infecciones:
“Mi esposa, de profesión abogada, ha sido una de las iniciadoras de nuestra asociación. Nuestra empresa había recibido varios casos de mala praxis, incluso información por parte de personas cuyos familiares habían fallecido mientras estaban ingresados en el hospital a causa de las infecciones intrahospitalarias. Por eso pensamos que debíamos hacer algo por ellos dado que el Estado y el ministerio no hacían nada. Tomamos esta decisión junto con mi esposa que, después de tanto esfuerzo, fue sometida a una intervención quirúrgica. Desafortunadamente, tras dicha intervención contrajo una infección precisamente en terapia intensiva. Al final murió.”
Otilia, madre de un joven de 15 años que enfermó también en el hospital, nos demuestra una vez más que el drama de las infecciones intrahospitalarias data desde hace mucho tiempo en los hospitales de Rumanía:
“En realidad, nuestro calvario empezó en la maternidad. Inmediatamente después de haber dado a luz, mi bebé contrajo un virus estomacal. Luego, tras un período, le pusieron la vacuna antirrubéola. Durante algunos días tuvo 40ºC de fiebre. Llamé a una ambulancia y nos llevó al hospital. Allí le administraron antibióticos muy fuertes que le afectaron la mucosa estomacal y así contrajo nuevamente otra bacteria del hospital”.
La causa, una infección por el estafilococo piociánico, que no le fue comunicada a Otilia directamente por un médico. De hecho, ningún miembro del personal médico le comunicó la causa.:
“Cuando enfermó por segunda vez, a los 11 meses de vida, pedí que me trasladaran a otro hospital. Cuando obtuve el alta hospitalaria leí que mi hijo había contraído una bacteria del hospital. En la maternidad nadie me dijo nada. Le hice algunos exámenes para ver por qué mi bebé no quería comer, pero no me dieron ninguna información concreta. Sólo cuando llegué por segunda vez al hospital, me dijeron que probablemente los antibióticos administrados habían destruido la bacteria del estómago. Me fui de aquel hospital y por suerte encontré a un doctor muy bueno. Hacía guardia esa noche cuando mi hijo se debatía prácticamente entre la vida y la muerte. Esta vez, nos dieron un cuarto antiséptico. Por fin, se habían tomado medidas estrictas de higiene. Si las cosas hubieran ocurrido de esta manera desde el principio, no habríamos pasado por esa pesadilla.”
“El escándalo de los desinfectantes” ya le ha costado el puesto al ministro de Sanidad de aquel período. El nuevo ministro, Vlad Voiculescu, ha actuado en beneficio de los pacientes cuando no tenía cargos oficiales y ha prometido aclarar muchos de los aspectos no resueltos. Queda por ver su eficiencia en el interior del sistema que debe supervisar.